viernes, 28 de agosto de 2015

SORPRESA

 Llevaban viéndose algunos meses. Un día, con mucho misterio, él le regaló a ella  un pequeño objeto envuelto en papel de regalo. Debía abrirlo cuando ella llegara a su casa y estuviera sola.
Así lo hizo, y se encontró una pequeña caja de madera llena de papeles de colores. Ella fue abriendo cada uno de esos papeles y leyendo, en cada una de esas hojas plegadas de colores distintos, uno tras otro los halagos más empalagosos que nunca hubiera imaginado. Al llegar al noveno de esos papeles, cerró la caja de madera y la tiró a la papelera.
 Nunca más volvió a ver a ese señor.

jueves, 27 de agosto de 2015

DESPEDIDAS Y ENCUENTROS

                                                                                                  Para ti M.C

Te querías ir hace tiempo,
pero perseverabas,
eras una rebelde obediente,
dejabas que pasaran los días.
No te gustaba la ventana a la que te asomabas,
tu naturaleza iba en contra de la inmovilidad en la que estabas presa.

Pero ya dejaste de beber y de comer.
No se a dónde te has ido
pero allá en dónde estés
estaré yo contigo.
No sé dónde permanezco yo,
me hago tantas preguntas y los cielos me devuelven silencios y nubes.
Pero en cualquier lugar por el que yo merodee,
estarás tú conmigo.

miércoles, 26 de agosto de 2015

DE DÓNDE ERES

                                                                                                                            A M.Castaño

Incapaz de compartir la degradación de los adultos, ha preferido vivir en la escuela rodeada de niños.
Escondida púdicamente en su misterio, silenciosa de si misma, se torna todo ojos y curiosidad cuando aparece el prójimo.
De su blancura astral y su físico escuálido, cabría decir que no tiene edad, que camina por un hilo entre la vida y la muerte o que es la niña de siempre jugando entre los demás.
Cocodrilos, gaviotas y ballenas de caramelo, nubes de espuma , azúcar y café como único alimento natural. Aire y sólo aire parece caber en tan menudo cuerpo. Eso es ella, una brisa que desaparece sin dejar rastro.
No es de aquí, piensas al verla. Pero si se ha elevado en soledad por encima de su fuego oculto es porque  no ha encontrado una fuerza terrenal a la inmedida de su pasión.
Parece así destituida de todo, dueña de un tiempo distinto, de un ritmo atemporal.
Y no puedes dejar de preguntarle: ¿ De dónde vienes y a dónde vas?. Y ella contestará que el cielo es violeta y que se olvidó de regar una rosa blanca.
Pero si le preguntas por ti o por mi, dibujará un círculo mágico y perfecto capaz de contener tu vida y la mía con una exactitud inquietante en el ayer, en el ahora y en el porvenir.
Alivia nuestras inquietudes, devuelve firmeza a nuestras dudas y reaparece junto a ti en épocas de transición, justo cuando se vislumbra una conversión.
Recuerdo un a tardecer en mi estudio. Cuando escuchaba su opinión certera sobre un retrato recién pintado, una hoja escrita cayó al suelo, se agachó para recogerla y de su camisa blanca apareció imprevisible un pecho desnudo y adolescente, alma asomada y visible en lo carnal.
Grabé para siempre así su imposible retrato:
Carne espiritual de luz lunar, rostro espectral de niña eterna, pecho desnudo, camisa y falda blanca, rodillas huesudas que seguían hacia abajo como dos finísimos y transparentes troncos de abedul, hasta llegar a unos pies calzados en unos zapatos de tacón pequeños y verdes como las manzanas brillantes y prohibidas del paraíso.
Tendría que ser un experto en la ciencia que estudia el origen del mundo y de la vida, para saber qué sucedió en el orden cósmico cuando ella nació. Pues se equivocaron de siglo, de lugar y de planeta.
No creo en la edad, ni en las clases sociales, ni en las distintas ciudades...pero existen.
A pesar de todas esas adversidades que el destino ha interpuesto entre nosotros, ella y yo hemos levantado nuestra historia , ya larga, desde aquel niño a quien ella enseñó a a leer y a escribir, hasta este hombre que hoy puede decirle en verdad “ yo te amo”.
Ella sabe que me debe su retrato y yo sé que nunca se lo haré.

* Escribí estas letras hace quince años, aparecen en mi libro “ Grietas (Apuntes de un pintor)
Esta mañana, 26 de agosto de 2015, ha muerto Maruja Castaño.
Ya descansas, Maruja, ya estás al fin en la luz, ya no extrañas nada. TQ.

miércoles, 19 de agosto de 2015

DESCONOCIDO

Y uno sale a pasear y el camino parece un desfiladero sin barandillas.
Y ese pasadizo arduo, ese purgatorio que se alarga hasta hacerse insoportable, va creando una segunda naturaleza, el corazón vehemente se va puliendo, la mirada empieza a divisar otras cosas que hasta entonces eran imperceptibles, ya no está enfocada en un solo punto absorbente e implacable, el ángulo de visión se va abriendo hasta ser un gran angular.
Y quizá entonces, en ese momento de desapego, en ese andar sin objetivo, uno esté acercándose , sin saberlo, a otra luz.
Ya se desprendió la pertenencia que nos hacía fuertes, la posesión que nos otorgaba la seguridad.
Dejar atrás lo formal, ir penetrando en el misterio que hay más allá de las apariencias, de los cuerpos, de los símbolos y los emblemas.
Aunque uno se sienta intruso en su propio cuerpo, ajeno entre familiares, visitante en su propiedad, extranjero en su tierra, extraño ante el compás del propio corazón.
No te voy a mentir,
yo tampoco lo sé.
El amor no entiende de certezas,
es sólo que ahora veo sin mirar.
De vez en cuando se posa un cuervo en mi hombro y por la noche canta un grillo en mi espalda.
Al amanecer no hay claves secretas ni dorados aforismos.
Dejo que el cuervo levante el vuelo y el grillo entre en su escondite.
Abro la puerta de mi estudio, el pincel roza el lienzo, y el silencio dibuja su sonido.
En este territorio sólo entran los iniciados,
no hay sitio para aficionados y tampoco para profesionales.
Fui a visitar a mi anciano maestro y él no me reconoció.
Yo ya no estaba en sus recuerdos,
así que durante un par de horas,
hablamos como si todo fuera por primera vez.






martes, 18 de agosto de 2015

ORIGEN

Las montañas azules, el cielo amarillo, la transparencia de la tarde, la nitidez de los relieves, todo parecía un escenario. Y ese sentimiento repetido, otra vez más, de estar aquí como un espectador, perplejo ante la naturaleza del misterio, extasiado ante tanta belleza, asombrado de nuestra propia constitución, ignorante del origen, sorprendido en el cruce de caminos contrapuestos, exiliado del remoto lugar perpetuamente cercano y borrosamente recordado por mi corazón.

jueves, 13 de agosto de 2015

VAPOR

En el despegue fue cuando lo dijo, que ya nunca sería igual que antes.
Como si todo no fuera eternamente nuevo.
Se esfuman las cosas entre nuestras manos.
Todo esto es verdad y es mentira.
Porque lo vivido sigue en nosotros.
Porque el hambre está ahí,
y la sed,
y el anhelo del absoluto.
Dios no está en los templos, ni en las cruces.
Podrán quemar todos los maderos y las iglesias,
pero Él seguirá eternamente.
No me gustan las cercas, ni las fronteras, ni los marcos de las ventanas.
Descansa mi vista en los ilimitados cielos,
en los horizontes sin fin,
pero nadie va a negociar con mi necesidad.
No me gusta la sabiduría enlatada.
Ni los sabios con su barba blanca y su túnica solemne.
Me gustan las mujeres fuertes que se pasan todo por el forro de sus faldas,
y cuando digo todo hablo de nuestro sentimentalismo, nuestro oro, nuestra mierda.
Y nos hacen ver que todo eso es nada.
Al final el agua resbala por la cara, evaporándose .
Y queda el frescor que no se puede guardar en los bolsillos.

lunes, 10 de agosto de 2015

LAS MOSCAS

Agosto, y había dejado atrás el bosque de Superbagnères, subía los últimos Km de la estación de esquí, pedaleaba las últimas rampas, mi respiración acompasada, mis piernas rítmicas, el sudor corría libre ya por todo mi cuerpo, un halcón cruzaba las nubes bajas de niebla para volver cerca de mi, sobrevolándome, y descendía rozando las cunetas, suspendiéndose otra vez en los acantilados.
Y las moscas, un pequeño ejército de moscas, en mis manos, en mis orejas, en mi frente, en el cuello, en las piernas, en los brazos.
Estaban ahí para romper la armonía del sufrimiento rítmico, poco tenían que ver con la mística del dolor o de la resistencia física y mental. Subía mirando de frente a la cima, sin miedo, eran las moscas el único elemento discordante, me impedían concentrarme, rompían el hechizo de las cumbres.
¿Qué pintan aquí las odiosas moscas? Pegajosas e insistentes, acosaban a las vacas y a los caballos, libres en las praderas altas y desnudas. Se enganchaban a mi ascenso y revoloteaban mi lenta subida.
Luego en el descenso, bajaban como polizontes en mi maillot, todas juntas y apiñadas en mi espalda.
Dentro de unos años, recordaré esta subida, los hayedos verdes, las pendientes duras y empinadas, las curvas escarpadas del camino, los valles lejanos allá abajo, el vuelo del águila, los bosques diseminados y sus praderas, el ritmo de la ascensión, la plenitud física.
Pero ahora quiero nombrar a las moscas.
Es la circunstancia externa que se cuela siempre, la pega imprevista, el nudo con el que no contábamos.  La pesada burocracia que nos impide mirar hacia lo alto.
Y rompemos el equilibrio a manotazos, y las moscas siguen ahí, y la bici se tambalea y rompe linea y lo adjetivo acaba siendo absurdamente sustancial, nos persigue y perdemos trayectoria.
El maestro zen capturaba las moscas en vuelo con sus palillos sin alterar su meditación.
La belleza inmensa de la montaña perturbada por un insecto.
Algunos acaban viendo sólo moscas.
Otros la cumbre recortada contra el azul del cielo.
Pero las moscas existen.

LIBRES

Es curioso cómo se parecen, hasta confundirse, los contrarios.
Veo una imagen bellísima del artista Ai Weiwei, es una foto que él mismo ha colgado en Instagram.
Aparece él con su hijo flotando en una piscina de Munich. Los dos mirando al cielo, unidos sus vientres, las cabezas en extremos opuestos. La figura del hombre maduro inmensa, la del niño, grácil y menuda. Les rodea un agua ultramar, roto el azul por un leve oleaje de espuma blanca. Los brazos abiertos pierden sus formas en la vibración del agua, la cabeza del niño flota con unas gafas acuáticas de espejos azules, la cabeza del padre emerge rotunda y craneal.
¿ Están en el agua o en el espacio azul rodeados de estrellas y constelaciones? ¿ Miran hacia arriba o hacia dentro de si mismos? El azul que les rodea no tiene bordes, está abierto hacia el infinito; es el verano, estamos en Agosto, pero ellos están en alguna otra parte, en su propia felicidad, así que ellos ya han burlado al tiempo.
Ai Weiwei ha permanecido, primero encarcelado, y luego retenido en China durante casi un lustro. Nada mas recobrar su pasaporte, viajó a Alemania para ver a su hijo.
Es el momento de la libertad y la gloria del reencuentro, los cuerpos se diluyen como si regresaran al origen de los tiempos, antes del inicio. Desintegrándose en el éter, en la nebulosa del amor, un padre con su hijo, libres ya de cualquier cárcel, de cualquier barrera, de cualquier planeta conocido.