“Morimos a los 27, nos entierran a los 75”, Mark Twain dijo esta frase célebre, tristes palabras, vamos perdiendo las ilusiones y acabamos sin el verdadero impulso vital. La juventud no es otra cosa que ganas de vivir, y para vivir de verdad hay que creer y crear, no ser espectadores de los demás, sino creadores de nosotros mismos.
No hablo de materializar los sueños, ojalá fuera eso así, pero sí de perseguirlos, de lucharlos, de creer en ellos, de entregarse apasionadamente a lo que somos. Es mejor siempre jugar un partido de fútbol que verlo en televisión, es mejor montar en bici a 15 Km/hra que ver ganar al gran campeón a 50 km de velocidad.
Modestia y humildad, acción a diario, la inspiración siempre llega en movimiento.
Y saber mirar, y escuchar atentamente, incluso para ser espectadores de las obras ajenas hay que participar en ellas. Tenía un amigo apasionado que cuando iba al cine y en la pantalla estaban a punto de asesinar al protagonista a traición, pegaba un salto de su butaca y gritaba-“ ¡Cuidado, que va por la espalda!”- Para él, el cine no era un espectáculo de entretenimiento, era un trozo de vida.
Las creaciones de los demás nos enriquecen si pedaleamos activos y no vamos en el tándem trasero dejando que el esfuerzo lo haga sólo el que lleva el manillar.
Y no hay recetas, ni fórmulas magistrales, levántate del sillón y sal al sol o la lluvia. Has escuchado que mojarse es horroroso, quizá no sea cierto, los charcos son también hermosos.
Quién sabe.
Incluso a los que ya dejaron de creer les regala la vida un nuevo sueño.
Y si estás triste sal a comprarte una cacerola, o los cordones de un zapato.
No te creas las noticias del telediario, ni lo que ponen los periódicos, ni lo que dicen los psicólogos, que no te intimiden los sermones.
Volverán las oscuras golondrinas, dijo Bequer, y Oscar Wilde escribió de la buena golondrina que atendió, incluso por encima de su propia vida, las peticiones del Príncipe feliz.
Los vencejos no aparecen en la literatura, ni son pájaros sagrados por quitar a Cristo la corona de espinas como se supone que hicieron las golondrinas en la cruz del Calvario. Pero observa como hacen círculos en el cielo azul, negros y olvidados, igualmente bellos.
Todo se está moviendo.
No te quedes parado.
Mira hacia atrás y verás que en los grandes aciertos estaba ya la sombra del error. Y en los fallos planeó por los bordes el deslumbramiento del acierto fugaz. Todo está unido, nada se detiene, hasta las paradas tienen su movimiento, son los pasos los que crean la magia y en cualquier momento aparece; tampoco te detengas ahí, crea tu propia estela.
No soy un hombre sabio, no soy sacerdote de nada, escribo por propio impulso, escribo las palabras que yo necesito oír.
lunes, 25 de mayo de 2015
domingo, 24 de mayo de 2015
FÚTBOL QUE NO ES FÚTBOL
Le voy a dar un giro a estos escritos y por un día voy a hablar de la actualidad, a descender de los mundos eternos.
Estos presidentes de fútbol, son personajes siniestros, engreídos, representan muy bien el papel asignado de los valores establecidos, quiero decir de la ausencia de valores. Sólo sirve ganar de cualquier manera y a cualquier precio.
Florentino Perez ya echó a Vicente Del Bosque, y luego el tiempo puso a cada uno en su sitio.
Ahora va a echar del R. Madrid a Ancelotti, un Señor del fútbol, un hombre elegante que sabe perder y sabe ganar, y que ha enaltecido la historia del R.Madrid y nos había hecho olvidar la siniestra histeria del antiguo entrenador que era un broncas de mal estilo.
Ancelotti , eso sí, se irá del Madrid con una décima copa de Europa en su corazón.
Y dejando frases inteligentes como: “ El fútbol es lo más importante de lo menos importante de la vida”.Y lo dice sin poner cara de filósofo o de intelectual.
El careto inexpresivo del actual presidente es el rostro de la hipocresía, de la irresponsabilidad personal, la culpa siempre la tiene el otro, el triunfo es mío, la derrota ajena.
Dan ganas de borrarse, pero ya lo dijo Galeano, se puede cambiar de mujer, de partido político e incluso de religión, pero jamás de equipo de fútbol.
Es curioso cómo llegan a la cúspide personas grises, frías, traidores sin escrúpulos que rompen contratos y ni siquiera tienen la elegancia de dar la cara y ofrecer un poco de humanidad en este mundo injusto en el que la suerte tiene un peso mucho más decisivo que el trabajo, la lealtad y la hombría de bien.
AUPA Ancelotti.
Estos presidentes de fútbol, son personajes siniestros, engreídos, representan muy bien el papel asignado de los valores establecidos, quiero decir de la ausencia de valores. Sólo sirve ganar de cualquier manera y a cualquier precio.
Florentino Perez ya echó a Vicente Del Bosque, y luego el tiempo puso a cada uno en su sitio.
Ahora va a echar del R. Madrid a Ancelotti, un Señor del fútbol, un hombre elegante que sabe perder y sabe ganar, y que ha enaltecido la historia del R.Madrid y nos había hecho olvidar la siniestra histeria del antiguo entrenador que era un broncas de mal estilo.
Ancelotti , eso sí, se irá del Madrid con una décima copa de Europa en su corazón.
Y dejando frases inteligentes como: “ El fútbol es lo más importante de lo menos importante de la vida”.Y lo dice sin poner cara de filósofo o de intelectual.
El careto inexpresivo del actual presidente es el rostro de la hipocresía, de la irresponsabilidad personal, la culpa siempre la tiene el otro, el triunfo es mío, la derrota ajena.
Dan ganas de borrarse, pero ya lo dijo Galeano, se puede cambiar de mujer, de partido político e incluso de religión, pero jamás de equipo de fútbol.
Es curioso cómo llegan a la cúspide personas grises, frías, traidores sin escrúpulos que rompen contratos y ni siquiera tienen la elegancia de dar la cara y ofrecer un poco de humanidad en este mundo injusto en el que la suerte tiene un peso mucho más decisivo que el trabajo, la lealtad y la hombría de bien.
AUPA Ancelotti.
viernes, 22 de mayo de 2015
GUERREROS PACÍFICOS
La pincelada perfecta, el toque mágico, la expresión exacta. ¡Ah! esa persecución es apasionada, te deja seco, chupado como un ciclista al final del tour. En el arte también existen los estupefacientes, los potenciadores del sentimiento, la búsqueda de ese estado de lucidez total, crear embriagado en permanente estado de gracia.
Pero es una batalla perdida, antes hay que tirar los pinceles, cerrar el estudio, huir hacia la vida y empaparse de ella, quitarse la tontería artística: ¡La hay y es inmensa!
Mete dos pintores en un cuarto y no caben los egos.
Hay pintores que han avanzado en la jerarquía profesional a base de trucos, de brillantez, pero es una pintura fría y programada, académica y sin riesgo. ¿Dónde quedó la aventura? ¿Dónde la indagación y la búsqueda del milagro vital? Pintan para obtener sobresalientes, y ahí se definen, no han dejado de ser estudiantes aplicados y puritanos, todo es tan cerebral y metódico, tan pulcro, colorean y rellenan en busca del diploma y la verdad se les fue por otro lado.
Por ello la pintura es sabiduría, no es la droga la que te lleva a la luz radiante y visionaria, ni el éxito profesional, ni la exposición oficial la que te consagra. Sólo es bendecido el que vivió en verdad. El que prefirió su pequeñez al disfraz con alzas. Hay ejemplos esclarecedores, Morandi hizo grande su torpeza y humildad, Giacometti arañaba el papel hasta llegar a la nada, y quién podría decir que sus cuadros no están llenos del toque mágico, del estado de gracia aunque esos autores vivieran su proceso creativo como caídas libres hacia abismos insondables.
La tontería quedó hace tiempo atrás. Puedo admirar la habilidad de un pintor, pero si no hay emoción, me doy la vuelta.
Un día cualquiera, después de tanto, puedes encontrar en tus manos el toque mágico. Entonces vale hasta un pincel viejo, pintar con los dedos o con un periódico tirado en el estudio, sabes que eso es un don y que igual que ha venido, se va.
Y ya no importa.
La ventana del estudio alumbra, un día si y otro también.
Quién dijo que iba a ser fácil.
Las montañas se conquistan superando pendientes escarpadas.
Es duro tener que ganarse la vida y a la vez rendir tributo a la belleza.
¡ Ah ! sí, guerreros pacíficos, heridos avanzamos, la belleza es tan dulce y no admite traición.
Pero es una batalla perdida, antes hay que tirar los pinceles, cerrar el estudio, huir hacia la vida y empaparse de ella, quitarse la tontería artística: ¡La hay y es inmensa!
Mete dos pintores en un cuarto y no caben los egos.
Hay pintores que han avanzado en la jerarquía profesional a base de trucos, de brillantez, pero es una pintura fría y programada, académica y sin riesgo. ¿Dónde quedó la aventura? ¿Dónde la indagación y la búsqueda del milagro vital? Pintan para obtener sobresalientes, y ahí se definen, no han dejado de ser estudiantes aplicados y puritanos, todo es tan cerebral y metódico, tan pulcro, colorean y rellenan en busca del diploma y la verdad se les fue por otro lado.
Por ello la pintura es sabiduría, no es la droga la que te lleva a la luz radiante y visionaria, ni el éxito profesional, ni la exposición oficial la que te consagra. Sólo es bendecido el que vivió en verdad. El que prefirió su pequeñez al disfraz con alzas. Hay ejemplos esclarecedores, Morandi hizo grande su torpeza y humildad, Giacometti arañaba el papel hasta llegar a la nada, y quién podría decir que sus cuadros no están llenos del toque mágico, del estado de gracia aunque esos autores vivieran su proceso creativo como caídas libres hacia abismos insondables.
La tontería quedó hace tiempo atrás. Puedo admirar la habilidad de un pintor, pero si no hay emoción, me doy la vuelta.
Un día cualquiera, después de tanto, puedes encontrar en tus manos el toque mágico. Entonces vale hasta un pincel viejo, pintar con los dedos o con un periódico tirado en el estudio, sabes que eso es un don y que igual que ha venido, se va.
Y ya no importa.
La ventana del estudio alumbra, un día si y otro también.
Quién dijo que iba a ser fácil.
Las montañas se conquistan superando pendientes escarpadas.
Es duro tener que ganarse la vida y a la vez rendir tributo a la belleza.
¡ Ah ! sí, guerreros pacíficos, heridos avanzamos, la belleza es tan dulce y no admite traición.
jueves, 21 de mayo de 2015
LA OLA PERFECTA DE MUNDAKA
Sobran preguntas,
¿Qué sentido tiene pintar?
¿A quién le importa lo que pintas, lo que escribes?
Vamos a ser sencillos: ¿ A quién le importas tú ?
Hay una contundencia en los hechos.
Cuando mueras, que a nadie le pese tu ausencia y los que junto a ti vivieron quieran llevarte dentro, como un beso de apoyo, como un abrazo de aceptación.
Mi mesa de trabajo es una montaña de papeles, cartas de bancos, impuestos municipales, avisos de correos, alguna multa, todo ese peso, todo ese lastre.
En eso viven y vivimos, pero eso no es la vida.
La vida está en lo otro, en la gaviota blanca que sobrevoló mi cabeza,
en la ola perfecta de Mundaka.
En la mano que acarició anoche mi espalda.
¿Qué sentido tiene pintar?
¿A quién le importa lo que pintas, lo que escribes?
Vamos a ser sencillos: ¿ A quién le importas tú ?
Hay una contundencia en los hechos.
Cuando mueras, que a nadie le pese tu ausencia y los que junto a ti vivieron quieran llevarte dentro, como un beso de apoyo, como un abrazo de aceptación.
Mi mesa de trabajo es una montaña de papeles, cartas de bancos, impuestos municipales, avisos de correos, alguna multa, todo ese peso, todo ese lastre.
En eso viven y vivimos, pero eso no es la vida.
La vida está en lo otro, en la gaviota blanca que sobrevoló mi cabeza,
en la ola perfecta de Mundaka.
En la mano que acarició anoche mi espalda.
martes, 19 de mayo de 2015
LOS INVISIBLES
Servía las mesas del bar, era ya tarde y estábamos pocos en el local, así que salió fuera a fumarse un pitillo. El pelo corto en la nuca y disparado encima de la frente como si hubiera metido los dedos en un enchufe, a la manera de un dibujo animado. Los rasgos muy finos, la delgadez acusada, los pantalones vaqueros desarrapados, una mujer -chico, me recordó a Hillary Swank en "Boys Don´t Cry”. Cuánta ternura bajo el disfraz. ¡Cuántas historias de afirmación personal!: -Aquí estoy yo-, eso decía tímidamente en su forma radical de presentarse.
La manera de moverse, de hablar, de mirar y de vestirse, la necesidad de pertenecer a una tribu o de rechazarla, la rebeldía o la sumisa obediencia, cuanto tiempo se gana y se pierde a la vez hasta que uno llega a si mismo, y ya no importa el subrayado, sino sólo la verdad silenciosa, la belleza, la sencillez de saber que todos somos vulnerables.
Pero en cualquier caso esto de vivir es un viaje y a mi me gustan todas las etapas.
La juventud es creativa.
Aunque debería decir, si soy honesto, que prefiero a los jóvenes rebeldes. O como me dijo Pedro ayer, él, deportista de élite, a los guerreros pacíficos.
Aprendo de mis hijos.
Los quiero tanto. Lo mejor viene siempre por detrás.
Y me encanta mirar a los invisibles, esa gente a la que nadie quiere ver, como a Brandon Teena, ese ser con el cuerpo equivocado que sólo buscaba amor y encontró odio asesino.
Yo soy, tú eres, yo creo, tú crees, tira todo eso a la basura, y mira sólo si eres capaz de amar.
La manera de moverse, de hablar, de mirar y de vestirse, la necesidad de pertenecer a una tribu o de rechazarla, la rebeldía o la sumisa obediencia, cuanto tiempo se gana y se pierde a la vez hasta que uno llega a si mismo, y ya no importa el subrayado, sino sólo la verdad silenciosa, la belleza, la sencillez de saber que todos somos vulnerables.
Pero en cualquier caso esto de vivir es un viaje y a mi me gustan todas las etapas.
La juventud es creativa.
Aunque debería decir, si soy honesto, que prefiero a los jóvenes rebeldes. O como me dijo Pedro ayer, él, deportista de élite, a los guerreros pacíficos.
Aprendo de mis hijos.
Los quiero tanto. Lo mejor viene siempre por detrás.
Y me encanta mirar a los invisibles, esa gente a la que nadie quiere ver, como a Brandon Teena, ese ser con el cuerpo equivocado que sólo buscaba amor y encontró odio asesino.
Yo soy, tú eres, yo creo, tú crees, tira todo eso a la basura, y mira sólo si eres capaz de amar.
JOHN LEE HOOKER
John Lee Hooker murió hace algunos años y sin embargo se sigue editando su voz en estrenos de otras músicas. Tan pronto aparece en música electrónica como en música disco. ¡Él, que era un blues man, vaya ironía! Van Morrison hizo unos dúos con él inolvidables. Un crítico musical dijo de ese dúo que Lee Hooker, entonces ya anciano, seguía la voz de Van Morrison como un púgil sonado. A mi me parecía lo contrario, el gran Van Morrison se empequeñecía en amaneramientos ante la gigante sencillez del cantante negro.
J.L.Hooker cantaba natural, como quien habla, su voz era de antes de cualquier tiempo y cualquier moda, por eso sigue viva, por eso sigue apareciendo en cualquier género.
Es como esas estrellas que vemos en el cielo nocturno y que siguen brillando pero dejaron de existir hace ya mucho tiempo.
Me gusta reconocerlo en Cross Roads, en ese cruce de caminos, con su guitarra y su vozarrón, su carcajada, sus calcetines humorísticos, riéndose de las santidades y los diablos, meando encima de la muerte, triunfando vitalmente, pisoteando el éxito, Boom, Boom, Change, Change, dame la mano, hermano, vamos a seguir haciendo risas.
J.L.Hooker cantaba natural, como quien habla, su voz era de antes de cualquier tiempo y cualquier moda, por eso sigue viva, por eso sigue apareciendo en cualquier género.
Es como esas estrellas que vemos en el cielo nocturno y que siguen brillando pero dejaron de existir hace ya mucho tiempo.
Me gusta reconocerlo en Cross Roads, en ese cruce de caminos, con su guitarra y su vozarrón, su carcajada, sus calcetines humorísticos, riéndose de las santidades y los diablos, meando encima de la muerte, triunfando vitalmente, pisoteando el éxito, Boom, Boom, Change, Change, dame la mano, hermano, vamos a seguir haciendo risas.
domingo, 17 de mayo de 2015
EL PARAÍSO
Es milagroso lo bien que nos llevamos Belén y yo,
a ella le gusta bajar las cuestas
a mi subirlas,
ella prefiere el jolgorio y la muchedumbre,
yo me encuentro en la paz de los escarpados solitarios.
Ella es espontánea y suelta las cosas según suceden
yo las digo dos años tarde.
Ella es alegre, yo melancólico sin ninguna razón.
Sin embargo cuando cruzamos las manos
me sorprende el parecido que tienen,
ya no sé cual son las suyas,
cual las mías.
Pertenecemos los dos a ese rincón soleado del planeta,
donde la gente se tumba en la hierba sombreada por los magnolios,
y todos permanecen en ese estado anterior a cualquier ambición,
y las peonzas siguen girando
y las canicas recogen los rayos del sol
y todos los caminos conducen al primer y último paraíso.
a ella le gusta bajar las cuestas
a mi subirlas,
ella prefiere el jolgorio y la muchedumbre,
yo me encuentro en la paz de los escarpados solitarios.
Ella es espontánea y suelta las cosas según suceden
yo las digo dos años tarde.
Ella es alegre, yo melancólico sin ninguna razón.
Sin embargo cuando cruzamos las manos
me sorprende el parecido que tienen,
ya no sé cual son las suyas,
cual las mías.
Pertenecemos los dos a ese rincón soleado del planeta,
donde la gente se tumba en la hierba sombreada por los magnolios,
y todos permanecen en ese estado anterior a cualquier ambición,
y las peonzas siguen girando
y las canicas recogen los rayos del sol
y todos los caminos conducen al primer y último paraíso.
ANDREA Y EL MAESTRO FRANCESCO
El Templo, está situado imponente, emergiendo de la colina rocosa.
Fue fundado por San Benito(480-547dC), allí vivió y murió el fundador de los Benedictinos.
En la Abadía de Monte Cassino escribió La Regla de Los Monjes que tuvo tanta influencia en todo occidente, dentro de las ordenes monásticas.
Esta abadía ha llegado hasta nuestros días a pesar de su historia de saqueos, repetidos ataques y desastres naturales.
Me interesó un personaje secundario que entresaqué leyendo “ Chronice Monesterii Cassinensis” por Leo de Ostia y Amatus de Montecassino, en una temporada que pasé allí estudiando y haciendo apuntes de aquellos lugares.
El relato de estos dos monjes se corresponde al periodo en el que rigió La Abadía el Abad Desiderius, año de 1058 hasta el 1087. Fue aquel un tiempo floreciente y de desarrollo para la Abadía, llegaron a tener 200 monjes y en su scriptorium se hacían maravillosos libros ilustrados por sus virtuosos grabadores y dibujantes. El Abad Desiderius contrató a numerosos artistas que venían de diferentes partes de Italia y del resto del mundo para decorar la Abadía con frescos, pinturas y distintos retablos para altares y capillas de la Abadía.
Fue en el año año 1070 cuando llegó a la Abadía un joven de la cercana región de Lacio, sus padres campesinos no sabían que hacer con él, la familia era numerosa y aquel joven sensible no parecía valer para la ruda labor de los campos. Decidieron llevarlo a Monte Cassino. El Abad Desiderius debió de ver algo especial en aquel joven, pues hizo una excepción admitiéndolo como novicio en La Abadía.
Le pusieron de aprendiz del Maestro Francesco, pintor que retrataba con devoción las santas figuras. Suyo era el retrato de San Benito, el padre fundador. El joven Andrea aprendió rápido, su destreza en el dibujo pronto sorprendió al maestro Francesco, y empezó a colaborar en las distintas pinturas que iban saliendo del taller.
El Maestro Francesco seguía con impaciencia una figura de virgen que iba saliendo de las manos del joven Andrea. Le sorprendía y admiraba su gran facilidad y a la vez la profunda belleza de aquel rostro de una pureza jamás alcanzada por ningún otro pintor que él hubiera conocido. El joven Andrea se ausentaba de la abadía algunos días, y volvía dócil a continuar con su cuadro, pintando incansablemente, hasta que la materia pictórica se secaba. El rostro de aquella virgen estaba tocado por las dos bellezas, la terrenal y la espiritual, mantenía un equilibrio perfecto, y el Maestro pensaba que no era posible que un joven aprendiz tuviera la sabiduría de pintar algo tan lleno de misterio, envuelto en sensualidad y a la vez irradiando alma.
Un día Andrea le dijo al Maestro que daba por acabado el cuadro, las manos, la cabeza y los pies de la virgen vibraban con una fuerza y una delicadeza llevadas hasta la cumbre de la emoción, pero la pintura no era efectista ni exuberante, era una oración susurrante, allí no estaba la arrogancia de la juventud ni la necesidad de brillar que tienen los artistas incipientes, el joven Andrea había pintado el rostro más bello de todos los rostros pintados, pero él había desaparecido, sólo existía aquella faz de mujer inmaculada. Aquella virgen representaba a todas las amantes, a todas las madres, a todas las mujeres dolientes, a todas las mujeres en éxtasis. Era la verdad imponente lo que emocionaba en aquella pintura, sin recurrir al dramatismo. Serenidad y paz es lo que sentía ante aquel cuadro misterioso.
Faltaban algunos detalles del paisaje del fondo, y los ropajes de la virgen estaban abocetados. Pero Andrea le dijo al Maestro que él ya lo daba por acabado y que no se sentía con fuerzas para seguir.
Le confesó también que quería salir del convento, y que necesitaba otra vida que allí dentro no podía vivir.
El Maestro Francesco acabó la obra con su mano sabia, remató los ropajes con sumo respeto para no distraer la atención del aquel rostro milagroso, y acometió los detalles del paisaje terminando el cuadro.
Fue visto en este periodo por el Abad Desiderius y aclamado como autor por todos los monjes de La Abadía.
Al joven Andrea no parecía importarle la usurpación de su autoría.
Pintó otro cuadro más de los pájaros del bosque. Un cuadro alegre de abejarrucos y carracas, de arrendajos y abubillas y rabilargos, de pájaros carpinteros y mirlos y oropéndolas. Un cuadro colorista y alegre de una vitalidad desbordante, y el monasterio parecía llenarse de vida salvaje y natural.
Fue este cuadro de aves, el regalo que dejó Andrea a su buen Maestro, antes de partir del convento.
El Maestro Francesco quedó triste, y fue entonces cuando empezó una peregrinación ascendente, primero de toda la región, posteriormente la voz se fue extendiendo a todos los lugares y ya venían de Roma y de Florencia y de todas las ciudades de Italia a ver aquel cuadro milagroso de la virgen, pintado, supuestamente, por El monje Francesco.
La capilla de San Benito pasó a ser así la Capilla de La Virgen del Maestro Francesco y los Pájaros del bosque de Monte Cassino.
El Maestro Francesco no volvió a pintar nunca más y y murió a los setenta y siete años, treinta años después de la partida de Andrea.
Dejó una nota redactada contando la verdad de los dos cuadros pintados por el joven Andrea.
El monje Amatus de Monte Cassino, reflejó este hecho brevemente en los sucedidos de La Abadía.
Del joven pintor Andrea no se supo nunca más.
Estos dos cuadros prodigiosos fueron destruidos en el terremoto que asoló la Abadía en el año 1349.
A la Abadía llegarían, en siglos posteriores, obras de Leonardo, de Rafael y del Ticiano.
Estas obras de estos maestros universalmente conocidos, fueron salvadas de otros tantos saqueos y hoy se encuentran en el Museo del Vaticano.
Pero jamás despertaron la devoción de las pinturas del desconocido y misterioso pintor Andrea.
jueves, 14 de mayo de 2015
DESMESURA
El mundo de los sueños, esa imagen emblemática del grabado de Goya, el hombre dormido y los dragones gigantes sobrevolándolo, no es algo del más allá, no es un margen monstruoso, sólo se desata lo reprimido, lo que no queremos mirar, lo que censuramos, lo que nos avergüenza. Todo eso va acumulándose en ese rincón oscuro de nuestra cerebro y emerge sobrevolando nuestra cabeza y nuestra razón.
Pues una parte del cerebro no puede engañar a la otra, hay que exponer todo lo temible, todo lo vergonzoso, mirarlo de frente, sacarlo a la luz, tener el valor de soltar al toro en su lugar natural, en el prado y no encerrarlo para pelear contra su embestida en la plaza.
Nada nos es ajeno si abrimos bien los ojos.
Nada hay que no pueda acometerse con tranquilidad, recorrerlo desde un extremo hasta el otro, deletrearlo sin juicios, un día y otro más, que nuestros miedos se ventilen hasta hacerlos cotidianos, que formen parte ya de nuestra costumbre.
Y entonces los dragones dejan de serlo para descubrir que sólo eran murciélagos.
La desmesura es una creación de nuestros miedos.
Pues una parte del cerebro no puede engañar a la otra, hay que exponer todo lo temible, todo lo vergonzoso, mirarlo de frente, sacarlo a la luz, tener el valor de soltar al toro en su lugar natural, en el prado y no encerrarlo para pelear contra su embestida en la plaza.
Nada nos es ajeno si abrimos bien los ojos.
Nada hay que no pueda acometerse con tranquilidad, recorrerlo desde un extremo hasta el otro, deletrearlo sin juicios, un día y otro más, que nuestros miedos se ventilen hasta hacerlos cotidianos, que formen parte ya de nuestra costumbre.
Y entonces los dragones dejan de serlo para descubrir que sólo eran murciélagos.
La desmesura es una creación de nuestros miedos.
miércoles, 13 de mayo de 2015
BRUJULA INTERIOR
Hay un sexto sentido, una brújula oculta instalada en algún lugar de nuestro organismo, ese sentido que nos hace seguir en una dirección aunque todos crean que estamos equivocados, una especie de fe que no es traducible en palabras, una fuerza impulsora más allá de la razón, eso que es lo más íntimo del ser y nos hace ser como somos, únicos.
Ese sentido profundamente humano que te hace desobedecer ordenes, valores establecidos, mandamientos supuestamente religiosos, tradiciones familiares, costumbres sociales. Ante esos pesos, la mayor parte de las veces insoportables, siempre hubo individuos valientes que oyeron su propia voz interior. Y se liberaron, no tuvieron más remedio que hacerse fuertes en si mismos. Se constituyeron además, sin pretenderlo, en ejemplos y modelos a seguir.
Es más cómodo pertenecer al rebaño y no pensar, no elegir, no apartarse del camino ya trillado. La soledad es dura.
Pero los que abren caminos acaban teniendo una legión de seguidores.
Y eso ya no importa tanto.
El sentimiento de soledad es una vestimenta que es necesario tirar como una ropa que se quedó pequeña y agujereada.
El que abre camino el primero, ve salir pájaros desconocidos, animales salvajes, flores silvestres de colores insólitos, el propio paso es silencioso y escuchas el canto de los pájaros y la brisa levantando el polvo y la lluvia sobre la hierba.
Ese sentido profundamente humano que te hace desobedecer ordenes, valores establecidos, mandamientos supuestamente religiosos, tradiciones familiares, costumbres sociales. Ante esos pesos, la mayor parte de las veces insoportables, siempre hubo individuos valientes que oyeron su propia voz interior. Y se liberaron, no tuvieron más remedio que hacerse fuertes en si mismos. Se constituyeron además, sin pretenderlo, en ejemplos y modelos a seguir.
Es más cómodo pertenecer al rebaño y no pensar, no elegir, no apartarse del camino ya trillado. La soledad es dura.
Pero los que abren caminos acaban teniendo una legión de seguidores.
Y eso ya no importa tanto.
El sentimiento de soledad es una vestimenta que es necesario tirar como una ropa que se quedó pequeña y agujereada.
El que abre camino el primero, ve salir pájaros desconocidos, animales salvajes, flores silvestres de colores insólitos, el propio paso es silencioso y escuchas el canto de los pájaros y la brisa levantando el polvo y la lluvia sobre la hierba.
martes, 12 de mayo de 2015
IRU , CARCHIN Y YO .
Aquella ligereza que atravesaba las retamas y saltaba los ríos, que galopaba sin parar, que en alarde de felicidad corría veloz haciendo círculos, hacía tiempo que se había perdido. Era tan guapo que todos creían que era hembra, es verdad que Iru tenía algo femenino, era grácil, andaba levemente, pero era un macho Spagniel Breton.
Ahora ya tan viejo, economizaba su tiempo, se pasaba el día tumbado en el sillón del cuarto de palos de golf, enfermo, le habíamos operado tres veces de un cáncer que se volvía a reproducir. Le costaba salir para su pequeño paseo, en el costado el bulto sanguinolento era cada vez mayor, no hubiera resistido otra cirugía.
Carchín llamó a su amiga veterinaria, ella había sido monitora en su campamento de Layos, ayudaría a Iru en su último viaje. Vino conmigo al estudio, apenas podía andar, le preparamos una cortina mullida, color avellana, para que se tumbara, y Carchín le hablaba dulcemente, le acariciaba el cogote, nos estábamos despidiendo de él.
El transito fue imperceptible.
Creemos que la muerte es algo sobrenatural, en verdad no sé que significa esa palabra.
La muerte y la vida están unidas, ni siquiera hay una linea divisoria.
Iru vivió en amor y murió en los brazos de Carchín y en los mios.
Hemos vivido Carchín y yo tantas cosas juntos.
Ahora ya tan viejo, economizaba su tiempo, se pasaba el día tumbado en el sillón del cuarto de palos de golf, enfermo, le habíamos operado tres veces de un cáncer que se volvía a reproducir. Le costaba salir para su pequeño paseo, en el costado el bulto sanguinolento era cada vez mayor, no hubiera resistido otra cirugía.
Carchín llamó a su amiga veterinaria, ella había sido monitora en su campamento de Layos, ayudaría a Iru en su último viaje. Vino conmigo al estudio, apenas podía andar, le preparamos una cortina mullida, color avellana, para que se tumbara, y Carchín le hablaba dulcemente, le acariciaba el cogote, nos estábamos despidiendo de él.
El transito fue imperceptible.
Creemos que la muerte es algo sobrenatural, en verdad no sé que significa esa palabra.
La muerte y la vida están unidas, ni siquiera hay una linea divisoria.
Iru vivió en amor y murió en los brazos de Carchín y en los mios.
Hemos vivido Carchín y yo tantas cosas juntos.
lunes, 11 de mayo de 2015
AMORES CRUZANDO LAS NOCHES
Es mayo y el aire anticipa el verano que entra por la ventana del coche, la música suena a tope mientras atravieso la noche y una constelación de seres pueblan mi visión interna, la melodía va moldeando mis sentimientos que se mecen con los acordes de la voz y la guitarra.
Todos los tiempos se armonizan en uno solo y total en esa mano que cogió la mía, los ancestros y los descendientes confluyen amorosamente en mi corazón, el pasado está ahí como un lecho, ya hace tiempo que no hace falta barrer, todo empieza a tener un sentido redondo.
Y su sonrisa blanca y su piel morena y sus ojos afirmativos brillan en esta noche global, por un momento los mendigos envueltos en sus cartones parecen levantarse embriagados también, quizá todo tenga un sentido más allá de lo imaginable, que poco alcance tiene lo conocido, que equivocados están los que creen que lo femenino está en aquel lado y lo masculino en el lado opuesto.
Vi dos seres besándose en el pasadizo oscuro y allá sólo irradiaba el resplandor del amor.
La anciana andaba y cruzaba la calle con el rostro joven, los niños se peinaban la barba encanecida, el viejo jorobado hacía saltos mortales y piruetas sin dificultad, se sentaba luego en el suelo comiendo caramelos y un negro con los brazos blancos pasaba el sombrero pidiendo limosna. En el columpio del parque, justo al lado del lugar en donde aparco el coche, un japonés sube y baja silbando, absorto en la negritud de esta noche cálida y mestiza.
Ringo, el tekel de Carchín, ha muerto hoy. ¡Ah! Lo que se vive en el corazón, no se sepulta bajo tierra.
¡Dame un día más para poder seguir viendo tus ojos, sólo un día más!
Iru mi perro , hace un año que murió y se sigue paseando entre mis hijos y yo, todos los días aparece un rato, a Pedro le seguía por el campo verde, el lunes se cruzó con Diego, el martes lo vio Reyes, ayer estaba durmiendo a mi lado.
Esta madrugada era yo el que estaba allí, junto a él.
El cuerpo ya no pesaba.
Y yo seguía pintando con mis dedos y los pinceles permanecían inmaculados en mis pies.
Todos los tiempos se armonizan en uno solo y total en esa mano que cogió la mía, los ancestros y los descendientes confluyen amorosamente en mi corazón, el pasado está ahí como un lecho, ya hace tiempo que no hace falta barrer, todo empieza a tener un sentido redondo.
Y su sonrisa blanca y su piel morena y sus ojos afirmativos brillan en esta noche global, por un momento los mendigos envueltos en sus cartones parecen levantarse embriagados también, quizá todo tenga un sentido más allá de lo imaginable, que poco alcance tiene lo conocido, que equivocados están los que creen que lo femenino está en aquel lado y lo masculino en el lado opuesto.
Vi dos seres besándose en el pasadizo oscuro y allá sólo irradiaba el resplandor del amor.
La anciana andaba y cruzaba la calle con el rostro joven, los niños se peinaban la barba encanecida, el viejo jorobado hacía saltos mortales y piruetas sin dificultad, se sentaba luego en el suelo comiendo caramelos y un negro con los brazos blancos pasaba el sombrero pidiendo limosna. En el columpio del parque, justo al lado del lugar en donde aparco el coche, un japonés sube y baja silbando, absorto en la negritud de esta noche cálida y mestiza.
Ringo, el tekel de Carchín, ha muerto hoy. ¡Ah! Lo que se vive en el corazón, no se sepulta bajo tierra.
¡Dame un día más para poder seguir viendo tus ojos, sólo un día más!
Iru mi perro , hace un año que murió y se sigue paseando entre mis hijos y yo, todos los días aparece un rato, a Pedro le seguía por el campo verde, el lunes se cruzó con Diego, el martes lo vio Reyes, ayer estaba durmiendo a mi lado.
Esta madrugada era yo el que estaba allí, junto a él.
El cuerpo ya no pesaba.
Y yo seguía pintando con mis dedos y los pinceles permanecían inmaculados en mis pies.
viernes, 8 de mayo de 2015
SANGRE
Calvero-Chaplin está en su camerino, maquillándose junto a Buster Keaton, hablan entre ellos, están a punto de salir al escenario, en su conversación se cruzan la pasión y el pánico que sienten por su vocación de cómicos. Chaplin dice sobre su vocación:" El escenario es como la sangre que circula por mis venas, no me gusta verla, pero me constituye”
Redacto de memoria, quizá no son las palabras exactas de Chaplin, pero si el sentido que quiso dar a sus palabras.
Sé que moriré pintando, sé que la pintura me constituye, pero no soporto a la legión de snobs que presumen de artistas y convierten su vocación en una forma de exhibición.
Podría irme a dar la vuelta al mundo y estar dos o tres años sin coger un pincel, la vida es lo único importante.
Pero , sí, la pintura está ahí, es como mi propia sangre.
Redacto de memoria, quizá no son las palabras exactas de Chaplin, pero si el sentido que quiso dar a sus palabras.
Sé que moriré pintando, sé que la pintura me constituye, pero no soporto a la legión de snobs que presumen de artistas y convierten su vocación en una forma de exhibición.
Podría irme a dar la vuelta al mundo y estar dos o tres años sin coger un pincel, la vida es lo único importante.
Pero , sí, la pintura está ahí, es como mi propia sangre.
jueves, 7 de mayo de 2015
AGUA BENDITA, EPIFANIA II
El nuevo Papa Francisco, ha mandado instalar tres duchas en el interior de los baños que hay bajo las columnas de la basílica de San Pedro, en esos baños que están destinados a la inmensa cantidad de turistas que visitan a diario el Vaticano.
La idea de las duchas surgió cuando Francisco mandó al sacerdote polaco Konrad Krajewski ( el Limosnero del Papa) a salir personalmente para ayudar a los necesitados como hacía él, cuando era Arzobispo de Buenos Aires. En los alrededores de la plaza de San Pedro abundan los mendigos y los vagabundos. Fue entonces cuando El Padre Corrado, así llaman a Krajewski, se puso en acción, y quiso invitar a comer a un mendigo italiano llamado Franco en el día de su cumpleaños. Pero el mendigo rechazó la invitación pues sentía vergüenza de su mal olor. Aún así, acabó aceptando, y en esa comida le explicó al Padre Corrado, cómo en Roma era relativamente fácil conseguir algo de comida en cualquier momento, la dificultad estaba en encontrar lugares adecuados para lavarse y asearse.
Las duchas ya están en funcionamiento, y los baños del Vaticano se han llenado de mendigos.
La sorpresa surgió, cuando un día, el Limosnero del Papa vio entrar en las duchas a un hombre trajeado impecablemente, pulcro, con un maletín de piel valioso y unos zapatos relucientes. El Padre Krajewski aguantó pacientemente a que aquel distinguido señor, terminara de ducharse junto a los mendigos. No acertaba a comprender el motivo por el cual aquel hombre elegante se duchaba allí rodeado de vagabundos y peregrinos sin techo, le asaltaba una curiosidad imparable. Y cuando salió aquel hombre, de nuevo perfectamente vestido, le detuvo y le preguntó por qué había elegido ese lugar.
La respuesta fue : "Yo sí que necesito purificarme, dónde mejor que en este agua bendita"
La idea de las duchas surgió cuando Francisco mandó al sacerdote polaco Konrad Krajewski ( el Limosnero del Papa) a salir personalmente para ayudar a los necesitados como hacía él, cuando era Arzobispo de Buenos Aires. En los alrededores de la plaza de San Pedro abundan los mendigos y los vagabundos. Fue entonces cuando El Padre Corrado, así llaman a Krajewski, se puso en acción, y quiso invitar a comer a un mendigo italiano llamado Franco en el día de su cumpleaños. Pero el mendigo rechazó la invitación pues sentía vergüenza de su mal olor. Aún así, acabó aceptando, y en esa comida le explicó al Padre Corrado, cómo en Roma era relativamente fácil conseguir algo de comida en cualquier momento, la dificultad estaba en encontrar lugares adecuados para lavarse y asearse.
Las duchas ya están en funcionamiento, y los baños del Vaticano se han llenado de mendigos.
La sorpresa surgió, cuando un día, el Limosnero del Papa vio entrar en las duchas a un hombre trajeado impecablemente, pulcro, con un maletín de piel valioso y unos zapatos relucientes. El Padre Krajewski aguantó pacientemente a que aquel distinguido señor, terminara de ducharse junto a los mendigos. No acertaba a comprender el motivo por el cual aquel hombre elegante se duchaba allí rodeado de vagabundos y peregrinos sin techo, le asaltaba una curiosidad imparable. Y cuando salió aquel hombre, de nuevo perfectamente vestido, le detuvo y le preguntó por qué había elegido ese lugar.
La respuesta fue : "Yo sí que necesito purificarme, dónde mejor que en este agua bendita"
miércoles, 6 de mayo de 2015
EPIFANIA
"En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas os preceden en el reino de Dios”
Estas palabras enigmáticas, palabras de Jesús, fueron traídas a la reunión familiar por el padre Ignacio, corría el vino en la buena mesa, los magnolios brillaban radiantes y por el cielo azul circulaba la primavera imparable.
Era un momento de revelación, las palabras de Nacho zozobraban, temblorosas y torpes, como un vehículo que ha de detenerse ante un deslumbramiento; y a partir de ahí, va penetrando a tropezones hasta acercarse al gran misterio. Fue un segundo de epifanía, emergió la profunda verdad de todas las cosas.
¡Ah! Los allí reunidos éramos los fariseos, los poderosos, los creídos, juzgábamos a todos desde las alturas, y él, nos recordó sin ofensa ni arrogancia: Los publicanos y las prostitutas os preceden en el reino de Dios.
El nuevo Papa de la iglesia católica, ha instalado duchas públicas para los mendigos en el Vaticano.
Son ellos los que se sienten sucios y acuden a ese agua. Los demás circulan con sus trajes planchados y sus cabellos engominados, satisfechos de si mismos.
En alguna esquina oscura y mal oliente hay un ser humano rezando, ni siquiera se atreve a alzar la mirada al buen Dios, pues musita con lágrimas su pequeñez, su ignorancia y vulnerabilidad, abre sus manos, y reza: "Dios mío, por qué me has abandonado".
Ese es el hombre que nos precede.
Estas palabras enigmáticas, palabras de Jesús, fueron traídas a la reunión familiar por el padre Ignacio, corría el vino en la buena mesa, los magnolios brillaban radiantes y por el cielo azul circulaba la primavera imparable.
Era un momento de revelación, las palabras de Nacho zozobraban, temblorosas y torpes, como un vehículo que ha de detenerse ante un deslumbramiento; y a partir de ahí, va penetrando a tropezones hasta acercarse al gran misterio. Fue un segundo de epifanía, emergió la profunda verdad de todas las cosas.
¡Ah! Los allí reunidos éramos los fariseos, los poderosos, los creídos, juzgábamos a todos desde las alturas, y él, nos recordó sin ofensa ni arrogancia: Los publicanos y las prostitutas os preceden en el reino de Dios.
El nuevo Papa de la iglesia católica, ha instalado duchas públicas para los mendigos en el Vaticano.
Son ellos los que se sienten sucios y acuden a ese agua. Los demás circulan con sus trajes planchados y sus cabellos engominados, satisfechos de si mismos.
En alguna esquina oscura y mal oliente hay un ser humano rezando, ni siquiera se atreve a alzar la mirada al buen Dios, pues musita con lágrimas su pequeñez, su ignorancia y vulnerabilidad, abre sus manos, y reza: "Dios mío, por qué me has abandonado".
Ese es el hombre que nos precede.
lunes, 4 de mayo de 2015
LAS MANOS
Más veces de lo que puedas creer lo que no acababas de ver en la cara, lo encuentras en las manos.
Y aunque es lo más difícil, pinta las manos.
No sé si las lineas que atraviesan las palmas de nuestras manos dibujan el destino de nuestras vidas, seguramente será así.
Pero el retrato está en todo, en nuestra forma de andar, de mover las manos, en nuestra voz, en nuestro mirar.
No me canso de pintar caras y manos, en el retrato pinto la figura, y lo demás ya es una anécdota.
Me gustan los fondos neutros, la figura reina fuerte.
El teatrillo del fondo me aburre.
Y me despista.
GOLES Y ESTRATEGIAS
Todo lo auténtico es válido, no es que yo sea un amante de la paradoja, es que los opuestos nos conforman. Dos personas pueden caminar en dirección contraria para llegar al mismo punto, a su verdad. Lo único que me repatea es la estrategia interesada, la teatralidad como máscara para conseguir el fin, el objetivo como meta que arrasa todos los elementos del camino.
Puede que en el camino encuentres cosas mucho más interesantes y valiosas que la original meta buscada. La vida es aprender, estar abiertos a la corriente incesante de la que somos parte.
No me gustan las personas frías y sin valores, pero tampoco me gustan los fanáticos cegados por sus ideas inamovibles.
El deporte es una lección vital y además divierte y entretiene. La estrategia inicial es un simple guión para que luego venga Messi y se regatee a medio equipo contrario y meta gol.
La vida no cabe en un esquema ni sabe de prejuicios.
El más grande de todos los futbolistas , D. Alfredo Di Stéfano, dijo sólo dos cosas.( La mayoría de sus respuestas a las preguntas larguísimas de los periodistas eran -“Si”- y -“ No”-)
Y las dos cosas que dijo fueron -“ No me gustan los intelectuales” , y “ No soporto que los periodistas digan que un gol se logró ”ante la pasividad de la defensa contraria". -A mi ningún defensa jamás me regalo un gol”.
Era una forma de decir que no soportaba que tergiversaran la verdad.
Puede que en el camino encuentres cosas mucho más interesantes y valiosas que la original meta buscada. La vida es aprender, estar abiertos a la corriente incesante de la que somos parte.
No me gustan las personas frías y sin valores, pero tampoco me gustan los fanáticos cegados por sus ideas inamovibles.
El deporte es una lección vital y además divierte y entretiene. La estrategia inicial es un simple guión para que luego venga Messi y se regatee a medio equipo contrario y meta gol.
La vida no cabe en un esquema ni sabe de prejuicios.
El más grande de todos los futbolistas , D. Alfredo Di Stéfano, dijo sólo dos cosas.( La mayoría de sus respuestas a las preguntas larguísimas de los periodistas eran -“Si”- y -“ No”-)
Y las dos cosas que dijo fueron -“ No me gustan los intelectuales” , y “ No soporto que los periodistas digan que un gol se logró ”ante la pasividad de la defensa contraria". -A mi ningún defensa jamás me regalo un gol”.
Era una forma de decir que no soportaba que tergiversaran la verdad.
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