Más veces de lo que puedas creer lo que no acababas de ver en la cara, lo encuentras en las manos.
Y aunque es lo más difícil, pinta las manos.
No sé si las lineas que atraviesan las palmas de nuestras manos dibujan el destino de nuestras vidas, seguramente será así.
Pero el retrato está en todo, en nuestra forma de andar, de mover las manos, en nuestra voz, en nuestro mirar.
No me canso de pintar caras y manos, en el retrato pinto la figura, y lo demás ya es una anécdota.
Me gustan los fondos neutros, la figura reina fuerte.
El teatrillo del fondo me aburre.
Y me despista.
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