viernes, 6 de octubre de 2017

REVELACIÓN

La alteración brusca de la vida rutinaria, sea por una crisis económica o afectiva , sea por una enfermedad, trae consigo la inevitable y dolorosa desubicación. Parece que la tierra que pisamos se resquebraja y nuestras raíces se quiebran entre las grietas.
En ese estado de precariedad, con nuestro equilibrio en peligro y sin una base solida para mantenernos firmes y en pie, puede que se produzca una caída libre, pero también es posible que despeguemos de nosotros mismos, que se inicie un vuelo, que culmine en relámpago y eclosione todo eso que estaba guardado en nuestro interior deseando salir. Y es entonces cuando podemos descubrir lo mejor, eso que nos convierte en imparables, ese estado de gracia en el que ya no importa lo perdido sino lo bien hallado. No es que nos hayamos tropezado con lo nuevo, sino que hemos rescatado lo original, el tesoro íntimo por fin desenterrado, ese que sólo aparece cuando todo lo que creíamos importante se desintegró.
Esa esencia está en todos nosotros, pero no aparece así como así, tiene su momento, su momento grave, podríamos llamarlo conversión, o quizá sería más preciso hablar de revelación. La muerte no es sólo el óbito final, es desintegración material y diaria, es una renovación continua de la vida, es un proceso por el que todos debemos pasar.
Si quieres aprender a morir, aprende a vivir de verdad.

6 Octubre 2017

miércoles, 4 de octubre de 2017

MUNDO ANIMAL


El mundo animal mantiene su levedad, retratar a un perro, para un pintor, no es distinto a hacerlo con un ser humano. Pero al retratar a nuestro prójimo la levedad del mundo animal va adquiriendo la densidad de lo humano, la carga de la conciencia del propio ser.
Hoy, para un pintor retratista, el encargo escasea, se va perdiendo esa tradición del retrato pintado. La gente no quiere ni tiene tiempo para posar en el estudio del pintor, todo es más inmediato.
Además está la fotografía de la que se pueden hacer miles de copias, y aunque pintura y fotografía tengan cosas en común, son mundos distintos.
Atravesamos el mundo de un día para otro en aviones, todo va a una velocidad que no permite la contemplación, así que vamos desapareciendo los pintores tradicionales o clásicos.
No así en el mundo de la música donde a nadie le extraña, ni critica, que un violinista interprete ante un auditorio contemporáneo un concierto de Mozart.
Describo los hechos, prefiero no opinar.
Así que pinto otra vida, otros seres, buceo por el mundo animal, pájaros suspendidos en el aire, perros, y tengo la certeza de que no estoy descendiendo a un mundo inferior al nuestro humano; Más bien siento que estoy en el paraíso original, en el mundo salvaje, tan cerca de la verdad.
Yo también soy contemporáneo y así vivo mi vocación.
 Soy un resistente.

4 Octubre 2017