¿ Y si el cielo eterno existiera y fuera a la vez una quimera?
Si fuera un premio para todos aquellos que creen en él y nada para los incrédulos, si sólo descansaran sin tiempo los apasionados emocionales, los ilusos, los ingenuos, los que rezaron con fe, los que escucharon otras voces y fueron capaces de mirar por otras ventanas.
Imagina que no crees en un más allá y al morir eres enterrado, nada más. Ese es el final que te espera pues con tu cerebro llegaste a esa conclusión: Polvo eres y en polvo te convertirás.
Anhelas vivir eternamente en ese suspiro íntimo de bondad suprema, de belleza inmaculada, de inteligencia clarividente y de armonía permanente, eso es lo que tendrás al morir: La belleza total.
Sería una forma de justicia certera y exacta.
Existe lo que tú seas capaz de crear.
Creer es crear.
21 Diciembre 2017
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