El cuerpo siempre puede un poco más.
La mente puede aquietarse hasta la libertad y la fluidez.
No es el milímetro imposible lo que persigue el pintor, es otra cosa.
Los árboles viejos y gigantes cambian el curso del viento y crean su propia atmósfera.
El azul del cielo no es azul.
El mar es gris.
Yo soy más, pero no me atrevo.
Las casas abandonadas gritan.
Los perros nos dan lecciones y levantan la pata.
A los pájaros cantores no les gusta exhibirse.
El maestro siempre pronuncia una palabra menos.
La lejanía es violeta, como el alma.
Yo tengo un secreto, y cada vez que lo sueño, me sorprende lo estúpido que soy.
La piedra y el cristal se gustan y se buscan.
Las nubes, siempre las nubes.
Hay que mirarlas en silencio.
Como a las mujeres.
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