Ya no hay una ambición de inmortalidad, de pasar a la historia, de encabezar titulares, todo eso suena tan pueril. Y un buen día, de forma inesperada, veo un retrato pintado por mi hace veinte años, y siento la satisfacción íntima de la obra honesta y bien hecha, la valentía de haberme sabido enfrentar a una verdad humana sin halagos relamidos ni concesiones superficiales. Hay una búsqueda intensa del misterio humano y se siente esa presencia. Una madre con sus dos hijos. Un cuadro fuerte y valiente, hay humildad, la humildad del que no busca ningún tipo de afectación.
Nunca me he adherido a moda alguna, ni he querido ser moderno ni antiguo.
Y la pintura sigue en mi, y sé que soy un soldado obediente, a veces me veo obligado a abandonar el batallón, pero acabo volviendo en silencio a cumplir con mi deber y mi vocación.
lunes, 27 de noviembre de 2017
sábado, 25 de noviembre de 2017
SILENCIOS
Dias sin escritura, pues en contra de lo que yo creía, hay cosas de las que no se puede escribir, de las que sólo se puede hablar y exclusivamente con uno mismo, un dialogo interior que nos redima, que nos salve, que nos lleve a zona clara y luminosa.
Quizá los solitarios sin remedio se puedan tomar la libertad de hablar sin censuras, sin diplomacias y sin educación.
Pues ser solitario significa que nadie te va a dañar y que a nadie puedes lastimar.
Que insoportables pueden llegar a ser los que dicen todo lo que piensan sin medir sus palabras, los que defienden la suprema pureza de la verdad, pues la verdad te puede hacer libre y también te puede esclavizar.
Siempre llegamos al mismo punto, no es blanco, no es negro, está en esa escala intermedia llena de matices, de palabras emocionadas, de silencios obligados, de sonrisas fronterizas, de lágrimas transparentes.
Quizá los solitarios sin remedio se puedan tomar la libertad de hablar sin censuras, sin diplomacias y sin educación.
Pues ser solitario significa que nadie te va a dañar y que a nadie puedes lastimar.
Que insoportables pueden llegar a ser los que dicen todo lo que piensan sin medir sus palabras, los que defienden la suprema pureza de la verdad, pues la verdad te puede hacer libre y también te puede esclavizar.
Siempre llegamos al mismo punto, no es blanco, no es negro, está en esa escala intermedia llena de matices, de palabras emocionadas, de silencios obligados, de sonrisas fronterizas, de lágrimas transparentes.
viernes, 17 de noviembre de 2017
ADIOS LAGUN
Vivimos inmersos en un orden universal misterioso e incomprensible, creo más acertado decir que vivimos un caos, que la vida desde la razón se nos hace difícilmente abordable.
Y la propia vida impulsa a vivirla, a vivir hacia delante en movimiento natural y no reflexivo.
Así que la muerte queda siempre a nuestra espalda, ocultada y apartada, y cuando nos chocamos de frente con ella, hay un sentimiento de rechazo total, de no aceptación, de rebelión íntima.
Ha muerto Lagun, se ha ido antes de cumplir su año y medio, y nos deja un vacío inmenso, una rutina rota, una perplejidad absoluta, una rabia y una no aceptación.
Me acompañará en mi corazón, no sé quién de los sabios se atrevió a decir que en el reino animal no hay cielo ni infierno, no hay un más allá.
Esperó pacientemente en el hospital cuatro días hasta que le recogimos y al llegar a casa, en medio del cariño, eligió morir, se despidió de nosotros con una dignidad difícil de ver en humanos. Si alguien cree que el mundo animal es un estadio inferior, yo sólo puedo decir que lo pongo en duda.
Lagun vino a nosotros por alguna extraña causa y se ha ido muy rápido también de forma incomprensible. Ha dejado una huella imborrable en Reyes y en mi.
Ha sido un regalo inesperado y ha iluminado nuestro vivir llenándolo de ilusión y amor incondicional.
Queda su belleza en los que le hemos vivido, y ahora también su dolor en nuestro dolor. Es muy duro asistir a una agonía de un ser vivo lleno de belleza y bondad. Desde la vida es en verdad insoportable.
Y tengo este sentimiento de vulnerabilidad, de ser muy poco, de entender casi nada, de amar mucho.
Y la propia vida impulsa a vivirla, a vivir hacia delante en movimiento natural y no reflexivo.
Así que la muerte queda siempre a nuestra espalda, ocultada y apartada, y cuando nos chocamos de frente con ella, hay un sentimiento de rechazo total, de no aceptación, de rebelión íntima.
Ha muerto Lagun, se ha ido antes de cumplir su año y medio, y nos deja un vacío inmenso, una rutina rota, una perplejidad absoluta, una rabia y una no aceptación.
Me acompañará en mi corazón, no sé quién de los sabios se atrevió a decir que en el reino animal no hay cielo ni infierno, no hay un más allá.
Esperó pacientemente en el hospital cuatro días hasta que le recogimos y al llegar a casa, en medio del cariño, eligió morir, se despidió de nosotros con una dignidad difícil de ver en humanos. Si alguien cree que el mundo animal es un estadio inferior, yo sólo puedo decir que lo pongo en duda.
Lagun vino a nosotros por alguna extraña causa y se ha ido muy rápido también de forma incomprensible. Ha dejado una huella imborrable en Reyes y en mi.
Ha sido un regalo inesperado y ha iluminado nuestro vivir llenándolo de ilusión y amor incondicional.
Queda su belleza en los que le hemos vivido, y ahora también su dolor en nuestro dolor. Es muy duro asistir a una agonía de un ser vivo lleno de belleza y bondad. Desde la vida es en verdad insoportable.
Y tengo este sentimiento de vulnerabilidad, de ser muy poco, de entender casi nada, de amar mucho.
domingo, 12 de noviembre de 2017
LAGUN CONVALECIENTE
Lagun es un perro que sonríe, abre la boca y arruga amistosamente el hocico cuando nos reencontramos . En el campo es un vendaval blanco y elegante, su galope mantenido, su búsqueda zigzagueante, su belleza moteada.
Con Reyes tiene un idilio, duermen juntos, comparten siestas, tienen el mismo color en los ojos de la miel dorada, son patilargos, hay una simbiosis mágica.
Cuando me acompaña en el coche apoya su cabeza en mi hombro y está atento a todos los movimientos que suceden a través de la gran luna del coche.
Es cariñoso, es humano pero con un grado de paz inalcanzable para cualquier persona.
Lleva unos día vomitando toda la comida, ha adelgazado de forma alarmante, no nos saluda con la misma alegría.
Hemos tenido que internarle, está en esa frontera de cachorro a perro adulto, un año y tres meses.
Insuficiencia renal, probablemente, leishmaniosis.
Aparte de los afectos y de nuestra historia de amor, está también la reflexión del costo de la vida hoy en día, hemos llegado a un nivel tan injustificado que cuesta mantenerse en el sentido común. El tratamiento veterinario de una enfermedad supera el salario mínimo en sólo tres días. No es este el lugar para reflexionar sobre este tema. Pero ni siquiera el dinero que gano es mío, según llega, se va; es así una corriente compartida, a mi me pagan mis pinturas, yo pago otros servicios, no existe en mi afán de posesión, estoy muy lejos de esa esclavitud.
La vida tiene poco que ver con la justicia, la enfermedad no entiende de edades, llega desbaratando felicidades y rompiendo lazos tan íntimos e inquebrantables.
Lagun ha sido feliz con nosotros, ha tenido mucho amor y nos ha dado aún más amor todavía, no sé si su vida se alargará o si su fin está próximo. Se me parte el corazón, y Reyes está rota.
La vida continua inexorable, espero que Lagun siga mucho tiempo con nosotros y siga galopando por las montañas y por los húmedos campos verdes, eso es lo que le hace más feliz.
La vida nos sigue poniendo en nuestro sitio, hay que vivir a tope el segundo feliz y vivirlo sin apego. Nada es nuestro, todo es un don, un regalo con fecha de caducidad.
Esta mañana hemos paseado por una calle asfaltada de Madrid, ¿dónde estaba la mirada triste de Lagun, dónde?
Lagun es un ángel, nos ha traído tanta alegría y compañía, hoy una misma tristeza y zozobra, ninguna luz está separada de su sombra, ¡Ah!, nuestro querido Lagun, será la vida la que siga dictando presentes continuos...
Con Reyes tiene un idilio, duermen juntos, comparten siestas, tienen el mismo color en los ojos de la miel dorada, son patilargos, hay una simbiosis mágica.
Cuando me acompaña en el coche apoya su cabeza en mi hombro y está atento a todos los movimientos que suceden a través de la gran luna del coche.
Es cariñoso, es humano pero con un grado de paz inalcanzable para cualquier persona.
Lleva unos día vomitando toda la comida, ha adelgazado de forma alarmante, no nos saluda con la misma alegría.
Hemos tenido que internarle, está en esa frontera de cachorro a perro adulto, un año y tres meses.
Insuficiencia renal, probablemente, leishmaniosis.
Aparte de los afectos y de nuestra historia de amor, está también la reflexión del costo de la vida hoy en día, hemos llegado a un nivel tan injustificado que cuesta mantenerse en el sentido común. El tratamiento veterinario de una enfermedad supera el salario mínimo en sólo tres días. No es este el lugar para reflexionar sobre este tema. Pero ni siquiera el dinero que gano es mío, según llega, se va; es así una corriente compartida, a mi me pagan mis pinturas, yo pago otros servicios, no existe en mi afán de posesión, estoy muy lejos de esa esclavitud.
La vida tiene poco que ver con la justicia, la enfermedad no entiende de edades, llega desbaratando felicidades y rompiendo lazos tan íntimos e inquebrantables.
Lagun ha sido feliz con nosotros, ha tenido mucho amor y nos ha dado aún más amor todavía, no sé si su vida se alargará o si su fin está próximo. Se me parte el corazón, y Reyes está rota.
La vida continua inexorable, espero que Lagun siga mucho tiempo con nosotros y siga galopando por las montañas y por los húmedos campos verdes, eso es lo que le hace más feliz.
La vida nos sigue poniendo en nuestro sitio, hay que vivir a tope el segundo feliz y vivirlo sin apego. Nada es nuestro, todo es un don, un regalo con fecha de caducidad.
Esta mañana hemos paseado por una calle asfaltada de Madrid, ¿dónde estaba la mirada triste de Lagun, dónde?
Lagun es un ángel, nos ha traído tanta alegría y compañía, hoy una misma tristeza y zozobra, ninguna luz está separada de su sombra, ¡Ah!, nuestro querido Lagun, será la vida la que siga dictando presentes continuos...
miércoles, 8 de noviembre de 2017
NO SÉ
Si en un momento crees haber llegado a un puerto de seguridad y de sabiduría, la vida te zarandea con su oleaje. Y tras esa ilusión de haber alcanzado las certezas, vuelve la realidad multiforme del bosque sin salidas claras.
Los enunciados de los libros de sabiduría suenan a teorías gastadas, el corazón palpita desbordado, las noches se alargan, los mensajes del cerebro quedan como un eco balbuciente.
La selva.
Los pájaros huyen.
las fieras persiguen.
Las criaturas gimen.
Y yo no sé.
Los enunciados de los libros de sabiduría suenan a teorías gastadas, el corazón palpita desbordado, las noches se alargan, los mensajes del cerebro quedan como un eco balbuciente.
La selva.
Los pájaros huyen.
las fieras persiguen.
Las criaturas gimen.
Y yo no sé.
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