Si en un momento crees haber llegado a un puerto de seguridad y de sabiduría, la vida te zarandea con su oleaje. Y tras esa ilusión de haber alcanzado las certezas, vuelve la realidad multiforme del bosque sin salidas claras.
Los enunciados de los libros de sabiduría suenan a teorías gastadas, el corazón palpita desbordado, las noches se alargan, los mensajes del cerebro quedan como un eco balbuciente.
La selva.
Los pájaros huyen.
las fieras persiguen.
Las criaturas gimen.
Y yo no sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario