¿ De dónde surgen las nuevas melodías que me devuelven el júbilo, los coros celestiales que aúnan el azul con la tierra roja y las rutilantes praderas ?. ¡Ah! La música, suena: " This Wild Darkness", y no me llega oscuridad sino la luz que jamás deberíamos perder, incluso cerrando los ojos predomina el éxtasis luminoso en la penumbra.
Está ahí, siempre, la salvaje oscuridad que dirige nuestros instintos, las imágenes que conforman nuestro cerebro, las directrices ocultas que nos impulsan por los misteriosos senderos por los que circulamos sin elegirlos.
Hay un perro en mi tejado y no sé si quiere tirarse al vacío o dominar el horizonte, el mismo perro que en el hogar es la paz y en el campo galopa sin fin y sin control hasta vomitar y caer desplomado con la boca llena de espuma.
Somos tantas cosas a la vez, ya no es un pesar ni la felicidad ni la tristeza, ni la creación ni la abstinencia, ni la actividad frenética ni la quietud.
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