Nuestro setter Balthus lucha para seguir aquí desplegando su vitalidad.
Espero que la Leshmaniosis no acabe con él.
Es melancólico y cariñoso, pero en el campo es salvaje e incontenible.
Sigue la vida entrelazándose con la muerte, es nuestra propia naturaleza.
Y Dersu echa de menos a su compañero, y nos ha montado una escena indescriptible, increíble.
Los perros son así, nos dan lecciones, son ángeles que nos acompañan , mensajeros de un mundo mejor.
¡Ah! ¡Balthus!...
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