No importa que seas rico o pobre.
Todos somos vagabundos
Exiliados de un hogar
al que anhelamos volver.
Ya puedes pretender saciarte con:
comida
sexo
oro
afectos
amor
posesiones
poder
sensualidad
arte
religión
vigor físico
recreo
trabajo
odio
Aumenta la lista a tu gusto.
Y no te enfades si mezclo lo sagrado con lo grotesco,
pues cogemos de las alforjas lo que hay y lo que podemos,
tanto los sublimes como los perversos,
los capacitados y los torpes, los talentosos y los negados,
los malhechores y los santos.
Siempre está ese vacío,
siempre ese hogar borroso,
ese desde dónde fui arrojado,
en qué lugar sin sentido aterricé,
ese no sé, no sé, no sé.
Dónde mi casa, mi cabaña,
en que tiempo remoto
me expulsaron del paraíso.
19 Enero 2021
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