Mi amigo Hide Hiko dibuja una maraña de lineas en busca del volumen o quizá en busca del misterio, Egon Schiele aborda sus figuras con una linea única y las rodea de un halo blanco, pues cada figura lleva su propio halo. Dibujos abiertos o cerrados, no hay mandamientos, hay autenticidad y esta puede ser inversa de un humano a otro, no hay verdades absolutas, no existe el ideal perfecto, aunque nos apriete el deseo, aunque esté ahí el anhelo.
Hay parejas de dos, y de tres y de cuatro, hay parejas de uno, pues se puede amar durante toda la vida a una persona y no ser nunca correspondido, hay parejas del mismo sexo, hay parejas que se aman sin sexo y hay parejas con sexo y sin amor.
Y ahora dibuja con letras de acero los mandamientos que tú quieras imponer y la naturaleza seguirá su propio curso, riéndose de tu obcecación.
Mantequilla o aceite de oliva virgen extra, miel o azúcar, quizá otro ideal sería elegir no elegir, dejar que la naturaleza abierta de todas las cosas nos vaya arrastrando con su corriente discontinua de una orilla a la otra, flotar sin ofrecer resistencia y sin hundirse y dejar que la aventura no tenga nombre ni objetivo ni meta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario