jueves, 29 de octubre de 2015

DESAPRENDER

Entran en el paraíso con su herencia resquebrajada, aprendieron a vivir alimentándose con comida amarga. Eso les constituyó, les formó, y ese sabor es como su propia sangre. Huelen la amargura y todo su ser es querencia, regresión a su origen.

No es fácil desaprender.

LLevó muchos años aprender a pervertirse, pasan muchos años hasta que uno se purifica.

Pisas el paraíso y la hierba mullida acaricia los pies, la visión habitual de diez metros no encuentra muros en kilómetros, el horizonte está limpio.
A la mujer mal tratada le besan la mano, su sonrisa llega por fin a ser bien acogida.
Un anciano nos devuelve nuestra identidad y no nos pide nada a cambio, es nuestro benefactor, quiere saber de nuestras vidas, escucharnos, pasear con nosotros.
La vida se está regenerando.
En el cielo apanas hay una nube suspendida, va pasando.

ESTRELLA

En los asuntos esenciales, la voluntad tiene poco que hacer, las cosas suceden en una misteriosa manera, al margen de nuestros deseos y nuestras proyecciones.
Quizá por eso nos aferramos a la vida, pues nos supera, nunca dominamos la materia que se nos escapa  multiforme.
Generosidad en el derroche, hay que vivir gastándose, siempre mejor que oxidarse.
Y hay una voz interior que está muy por encima de realidades supuestas, nadie puede convencer a los que persiguen a su rutilante estrella.
Se cruzarán los balazos, aparecerán socavones, pero cuando el alumbramiento está en lo alto brillando, el sendero está marcado.
Confía.
Nunca hay final.
Tampoco meta.

martes, 27 de octubre de 2015

CÁNTICO

Los hay que tienen el reloj biológico adelantado,
en el coito sólo buscan su propio orgasmo y cuanto antes mejor,
terminan todo antes de tiempo,
          siempre,
 menos cuando están jodiendo a todo el mundo,
para eso si se toman su interminable espacio,
persiguen la envoltura de las cosas,
los números de las estadísticas,
el vértice superior de los triángulos,
la cúspide de las montañas que jamás quisieron escalar,
desprecian a los humildes,
creen que el bondadoso es estúpido,
y al inteligente lo llaman loco,
mundo de listos,
fatuos,
tramposos,
hay una invasión por todos los lados...

Pero seguirán creciendo los lirios en el campo,
seguiremos haciendo pan,
y las aves cruzarán los cielos en uve,
y los buenos amantes harán el amor hasta fundirse abrazados,
y los pastores, sentados en la roca , junto a sus perros, mirarán más allá del horizonte,
y se unirá su silencio, en el aire, al cántico de los monjes,
en el extremo opuesto del mundo.

domingo, 25 de octubre de 2015

CUMPLEDÍAS

Celebrar que tengo ojos y están los colores,
Que tengo la boca llana de palabras y de besos,
Que Pit, Diego y Reyes vuelan rutilantes sin necesidad de piruetas,
Que Fray Martín nunca se olvida de mi, ni yo de él,
Que todo es como es, aunque yo no entienda,
Que el cielo se rompe y la luna se quiebra
Y el corazón se desintegra y vuelve la paz del latido calmo,
Acompasado , imperceptible.

Y que, quizá, entonces, se nos concede el olvido.

Que puedo andar por los senderos intrincados,
Que puedo atravesar la noche oscura,
Que mi rostro se va llenando de grietas,
Y mis ojos cada vez tienen más caída.

Y la luz ya no es de color ninguno,
Como la sonrisa sin fin de ella.

Pues he vivido ya varias muertes y resurrecciones,
Varios hechos incomprensibles,
Y he respondido con suavidad a los violentos
Y me he arrodillado junto a los enfermos
Y me han bendecido desde el otro lado.

Y sigo en el recreo,
Con la camisa por fuera,
Los cordones desabrochados,
Y las coderas gastadas.

viernes, 23 de octubre de 2015

PONIENTE

Días en que no sé si estoy alucinado, descubriendo un mundo nuevo, o con la certeza de que en un rápido pasar, ya no estaré en este planeta Tierra.
Volviendo, a la caída de la tarde, desde Toledo a Madrid, la luz de poniente ilumina los edificios de las ciudades dormitorio de Madrid, el campo abierto rodea las nuevas construcciones, las montañas violetas tras los enjambres de los edificios, la marcha veloz y silenciosa del coche, la música sonando, la belleza en todo.
Y no sé si saludo o me despido.

miércoles, 21 de octubre de 2015

MAS ALLÁ

“ Carpe diem”, vive el presente, aprovecha el momento, esa es es la única realidad, lo demás es fantasía...
Pero eso no sólo es así, el hombre debe mirar hacia su horizonte personal, la motivación está más allá del ahora en tantas obras humanas que han trascendido, la meta es a veces invisible, y lo que nos lleva al acto es la fe en lo que no se ve pero se siente.
El camino es palpitante, miramos hacia atrás y agradecemos a los que nos pasaron el relevo y nos iluminaron con su candil, y tras el cambio de rasante el paisaje es interior, lo llevamos dibujado en nuestro corazón vidente.
Luego la tierra y los cielos nos sorprenderán y es la imaginación la que quedará, diminuta, en un pasado remoto.

lunes, 19 de octubre de 2015

DISTINTOS TIEMPOS

 El maestro anciano, el maestro de los autorretratos que utilizaba de modelo su propio rostro para apurar hasta el máximo, siempre me decía que la pintura hoy no podía ser eso, ese trabajo de días sucesivos, capa tras capa, profundizando pacientemente, síntesis de momentos, acumulación de estados de gracia, de miradas del que mira y del que posa, pintura clásica en el mejor de los casos...
Creía que el tiempo acelerado que vivimos, nos reclamaba una pintura impetuosa, rápida y sintética, una impronta de fuerza gestual.
No lo sé, creo en las dos maneras, tiene autenticidad profundizar en el sentimiento de siempre, ir contra corriente del tiempo acelerado, otorgándole a los días templanza y lentitud.
Y también pintar titánicamente lienzos gigantes, mover los colores a brochazos grandes, para ir mostrando la mera presencia del rostro, un retrato cada día, y uno nuevo mañana. Ir al compás del tiempo que nos ha tocado vivir que se va devorando todo a la velocidad del vértigo.
Todo puede ser válido, todo menos el mandamiento y la imposición.
Las modas se crean, no se siguen.

jueves, 15 de octubre de 2015

LIGERO


 Árboles que se abrazan con la tierra y los cielos,
 nubes que rozan los cerros.

Cuerpos que se funden el uno en el otro,
corazones desbordados,
palabras que dibujan nuestro contorno
y lo abren,
y lo lanzan más allá.

Su canción en mi,
                  su verso,
                      sus colores,
                             su sonrisa.

Todo es un sueño pasajero,
su luz ya está en el otro lado.

Visitaré,
  algún día
    a los míos,
como una simple ráfaga,
                            una estela,
                                  un vuelo no más.

martes, 13 de octubre de 2015

APARICIONES

Al Caserón de Berango se entraba por un camino recto, la entrada tenía la gran puerta siempre abierta, su muro  rematado con sus dos bolas redondas de piedra en lo alto. El sendero gris avanzaba hacia la casa, sombreado por los altos plátanos abovedando el cielo y tamizando los rayos de luz. En la claridad del fondo, el abeto azul, en el centro del jardín. Nada más acabada la hilera de plátanos, se hallaba la casa de Isabel y Juan, los caseros. Allí merodeaban las gallinas y estaba su huerta. También los garajes, con el Opel negro, el Renault 4 rojo de la abuela Car y el Triumph Herald, amarillo y descapotable, del abuelo Pedro. Y la vivienda de Pacho, el mecánico. Al acabar la recta, el camino se curvaba ascendente, y los inmensos tilos dibujaban la elipse de entrada y bajada frente a la fachada principal de la casa y el jardín.
La  piedra revestida por la bugambilia vibrante, y los ventanales de las cuatro plantas hasta llegar a los techos inclinados y las altas chimeneas, quebrando sus perfiles escarpados contra la luz del cielo.
Llegábamos a finales de Junio, y volvíamos a Madrid a primeros de Septiembre.
Allí nací un nueve de Septiembre.
La casa estaba en el punto alto de la suave colina; tras la casa, el jardín crecía descendente hasta el caserío original, la gran huerta con sus frutales y la vaquería. En el caserío vivía Adela con su familia, se ocupaba de las vacas, de la huerta y del jardín.
Había dos bosques salvajes, llenos de zarzas y de helechos, de altísimos eucaliptos, avellanos, cedros y pinos. En el límite este, el camino rojo, por donde subíamos en la bici, y el descenso en la linde oeste, por el camino negro, paralelo al río Gobelas. Ambos de tierras oscuras. Entre medias, la bici avanzaba serpenteante alrededor de la casa, por sus curvas de senderos cementados.
Cada noche después de la cena, tocaba llegar hasta el último piso donde dormíamos. Debíamos subir por la escalera de madera negra, los apóstoles retratados en los cuadros, te miraban fijamente, con sus barbas y sus figuras majestuosas. En la primera desviación de la escalera, haciendo esquina en la penumbra, un guerrero con su armadura de hierro y su espada apoyada vertical sobre el suelo. En la primera planta, los dormitorios de los abuelos,  padres y tíos. Siempre la luz apagada, el espacio central de la casa iluminado por el lucernario multicolor de la vidriera del ático. La madera crujía con cada pisada, más al llegar a la proximidad de la capilla, allí el suelo desnudo, sin la protección de las alfombras y la moqueta púrpura, temblaba bajo los pies.
Se abría una pequeña puerta en el lateral y seguíamos subiendo por la escalera de servicio, hasta un descansillo con otra entrada a la capilla, en una tercera entreplanta.
Y ya el último tramo hasta el ático, allí la inmensa vidriera recibía, barandillada, la luz plateada de los ventanales inclinados del techo, luz blanca del día, negritud en la noche.
Había en el ático un ala nunca visitada, una puerta siempre cerrada, con un pasillo y varias habitaciones del servicio. Y ya nuestras habitaciones, distribuidas alrededor de la vidriera, con sus ventanas al jardín,  a la altura de las copas de los grandes cedros. Nuestra habitación daba al verde, al tenis, a las hortensias rosas y azules, las lenguas de gato violetas. Y al fondo el frontón, de un verde pálido y gastado. Por encima del muro lateral del frontón, la montaña. Y más allá un cielo reducido y a veces cruzado por una hilera quebrada y humeante.

Sucedió una noche, no sé que hora sería. Mi hermano Miguel dormía en la cama de al lado. Camas de madera azul con frutos labrados en la cabecera.
Las sábanas duras, hieráticas, se me pegaban al cuerpo sudoroso, dos señores vestidos de negro con sombrero bombín también negro, se sentaron en el borde de mi cama. En silencio. Los dos juntos. Permanecieron así una hora larguísima. Se levantaron, se fueron.

Desperté a Miguel, me dijo que le dejara dormir en paz.
Nunca volví a contar esta aparición, nadie me iba a creer.
Han pasado cincuenta años.
Me sigo acordando de aquellas figuras de negro, como si se hubieran sentado en el borde de mi cama esta misma noche.

TORRES EN MOVIMIENTO

Los rascacielos eran rosas y azul celeste, se movían en un baile y la juventud llenaba las ventanas y los balcones, los campos de trigo llegaban hasta el borde del asfalto, las espigas doradas trepaban por las pendientes alcanzando los primeros semáforos de Madrid. Los jabalíes merodeaban en el parque del oeste. Carlos M. B, mi maestro, vivía en su casa de Rosales, y paseaba por las terrazas llenas de gente, las acacias brillaban verdes. Su hijo había escrito un libro genial de aforismos y sentencias que nadie leía, páginas llenas de sabiduría; un joven poeta que ahora vagaba de un lado a otro, sin rumbo fijo, malgastando su vida y su aureola de incomprendido.
Yo estaba en una de esas terrazas, en una mesa, con una mujer que escuchaba mis palabras en otro idioma.
La realidad cambia de color por las noches y seguimos soñando.
Nada muy distinto del acontecer diario.
Algunos cambios en el mapa, algunos cambios en el corazón.

miércoles, 7 de octubre de 2015

APROXIMACIONES

Cada vez más convencido de que la pintura tiene que ser hoy una indicación. La primera aproximación, la pureza del inicio, el esqueleto encarnado ya desde las primeras pinceladas, la trama que sostiene la vida, con sus irregularidades, sus rotos y sus grietas, con su geometría irregular, su exactitud. Y nada más.

martes, 6 de octubre de 2015

TRAS LAS IMAGEN

La pintura es un viaje solitario, una peregrinación sin compañía, un acto de fe pues ignoramos si lo que hacemos llegará a parte alguna y tendrá repercusión.
Llega un momento en que todas las explicaciones sobran, no me contéis los traumas de este pintor, ni me habléis de sus enunciados estéticos, dejarme en paz para poder mirar el cuadro en silencio.

Desde mi silencio a tu silencio.

Que no nos enturbien la mirada con tanta palabrería.
La imagen tiene su propia magia.
Veo poca pintura auténtica en las exposiciones.
Lo último que sí  me ha emocionado, es una exposición de fotografía del checo Josef Koudelka.
Emulsiones de plata sobre papel, y los horizontes urbanos fundiéndose en los cielos, los muros, las miradas gitanas, un cuervo colgado en la campiña, la silueta negra de un perro.
¿ Por qué pintar entonces ? Esa es la duda de todos los que seguimos usando los pigmentos, quizá sospechamos que la pintura es doble y triple , quizá pensamos que tras la imagen real que capta la foto, hay infinitas imágenes fantasmales.

lunes, 5 de octubre de 2015

FUGAS

Iba caminando por el pasadizo lleno de libros viejos, de vez en cuando me paraba y ojeaba alguno.
Finalmente acabé comprando”Biografías y Retratos" del olvidado Giovanni Papini.
¡ Cuánto sentimiento y sabiduría, cuánta soledad compartida, cuántas revelaciones permanecen guardadas en las páginas olvidadas de los libros!
Es otra corriente vital que circula subterránea.
 Corazones eternos,
  el mismo dolor de siempre,
     la misma fe,
 el mismo amor.
 Mareas que suben y bajan, lunas crecientes, cielos oscuros, silencios sonoros, cielos azules aguardando, lágrimas vertidas, la mirada al frente, la sonrisa del que sabe que no sabe, y ya nada importa, todo se fue, todo llega.