Hay una estructura oculta, una geometría inaccesible tras el caos de lo que acontece.
A esa trama invisible no se llega con el razonamiento lógico, las palabras y la impoluta matemática tienen el acceso restringido, los eruditos se enredan en el discurso y los físicos divagan en caída libre por los agujeros negros.
Estamos inmersos en la fatuidad.
Esta madrugada está llena de luz, ahora en este momento en que el cielo es todavía negro.
Asumo mi arrogancia.
La observo y me rio de mi mismo.
Me sobra discurso y me falta silencio.
Eso es lo que echo en falta.
En la pintura, en la escritura: Silencio.
Ahí emerge el gran misterio.
El verdadero orden implicado.
Estoy en el inicio de la asignatura crucial.
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