martes, 1 de diciembre de 2015

ESCUCHAR

El propio cuerpo nos habla, pero nos han mal enseñado a desatenderlo, a pasar horas en el ordenador, a abotargarlo de alimentos y alcohol, a alargar la vida con medicamentos varios.
Hay que volver a subir al monte, dejar el ordenador y mirar hacia arriba, hacia este cielo azul.
Y parece que también vamos a reventar el planeta tierra.
Quizá nuestros nietos caminen por un desierto.
El panorama es desolador, y quizá por ello, con la urgencia de la mirada que todavía puede ver el milagro, hay que abrir bien los ojos y mover las piernas y el corazón.

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