Leyendo al Maestro Jünger-" El saber "cómo" es importante, incluso para atar un lazo: es la llave que abre la puerta"
Tuve, hace ya mucho tiempo un sueño, quizá han pasado ya tres lustros, pero sigue presente en mi como si fuera el último sueño de esta madrugada:
Caminaba yo ascendiendo por una pendiente escarpada, la senda zigzagueaba subiendo la gran montaña, en una curva del camino estaba sonriente Ernst Jünger, menudo , con su pelo blanco, sonriente. Estaba sentado en lo alto de una peña, era la curva en la que yo había decidido instalarme. Él me dio unas palabras de ánimo y con ese impulso me llené de fuerza y estímulo.
Dejé atrás la curva del camino.
La gente cree que los maestros mueren, pero son eternos, algunos colaboran con nuestro ángel de la guarda.
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