HIJOS
Ellos están inmersos en la estela de la libertad, de su propia voz interior, han elegido ser ellos mismos por encima de cualquier otra opción. No es fácil salirse de la senda trillada, del camino conocido, caminan talentosos por el alambre sin red pero con paso decidido.
Pedro , samurai del golf. Competencia feroz, pero trabaja en la naturaleza, rodeado de árboles y verde( aunque en su caso los árboles sean enemigos). Viaja por todo el mundo, apenas permanece en el hogar, y cada semana se enfrenta a su propia realidad con un ranking matemático que le recuerda su posición. Ese ranking no dice nada de quien le pega mejor a la bola o quien tiene el swing más estético, sólo sabe de resultados. Es triste pero es real. Hechos y no suposiciones.
Diego era un gran jugador de fútbol, y es el único que no tenía una vocación clara . Pero ha conseguido vivir a su manera. Cada mañana le salen las alas y coge su coche , está en la calle, con la gente, es popular, todo el mundo le adora, no tiene pose, vende autenticidad y la gente le mira a los ojos y ven verdad, así que siempre le irá bien. No se sentará detrás de un mesa nunca. Cuando era niño era incapaz de ir en el coche con las ventanas cerradas, siempre las abría, necesitaba aire, siempre, siempre lo necesitará.
Y Reyes, quizá ella está llamada para pintar la luminosidad, la alegría, la levedad de lo intangible, la sonrisa. En un mundo en el que los artistas pintan lo cadavérico, la guerra, lo tenebroso, lo feo, lo distorsionado ... Quizá nos haga falta alguien a todos, ese ser que nos devuelva a la gran belleza, a lo armónico, a la inefable alegría...
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