martes, 20 de mayo de 2014

Volver a pintar con el corazón, encendido, con el asombro y la curiosidad y la incertidumbre del niño, olvidarse de lo que ya es conocido, buscar esa otra cosa, eso que está ahí desde siempre, tener el valor de dejarlo aparecer, de quitarse la ropa de la técnica, del exhibicionismo, ir directamente a lo recóndito, al "Erase una vez", a la poesía, a esa Casa encendida...
Ese cuadro es para la portada del libro del gran Luis Rosales, y ahí, en la guarida de la poesía, nos refugiamos todos los fugitivos, los que planeamos asaltos, los rebeldes, los eternamente niños, los abrazados por la sagrada locura, los que perdimos para siempre el sentido común, los embriagados de las cumbres...y los abismos, los extremólicos, los que un día vivimos junto a los Dioses y ya no queremos regresar a la mediocridad, alzo mi copa por ti, Hölderlin, Vincent... Te echo de menos , amigo Cioran... A estas alturas ya sólo podemos pedirle a la vida verdad, sólo un poco de verdad, y tratarnos con ternura, que tire la primera piedra el que no lleve el morral lleno de derrotas...Calma señores, calma!...

1 comentario:

  1. Tu pintura me gusta mucho, muchísimo, pero tus escritos traspasan. Eres un artistazo y deberías escribir más y más y más.

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