Qué raíces nos enroscan a la tierra, siendo unas atadura y cárcel y otras alimento y vuelo... Ah! se necesita tanta vida y tanta muerte para saberlo...
Vivir con pasión sin hundirse en las caídas, vivir en las cumbres sin hincharse de engreimiento, es que hay siempre , en las encrucijadas, un tercer camino invisible, ajeno a metas, destinos finales, triunfos o derrotas. Y en ese camino suceden de verdad las cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario