La verdadera realidad es que hay mucha soledad.
Muchos leones corriendo tras las gacelas.
Muchas personas que dieron amor y fueron rechazadas.
Muchas que prefirieron el disfraz antes que mostrar su pequeña verdad.
Muchas que prefirieron comodidad antes que incertidumbre y dignidad.
¡Cuantas traiciones insoportables hay que soportar!
Y reanudar el camino solo, silbando para no hablar.
Siendo fuerte para no herir.
Siendo sabio para no ser dañado.
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