"There is a crack in every thing,
That´s how the light get´s in."
Cuánta paz y belleza es capaz de transmitir el ser que la busca y no la encuentra.
Los dos últimos conciertos en Madrid del Maestro Leonard, fueron milagrosos.
Las canciones de siempre mejor mejor dichas que nunca.
Unos músicos prodigiosos, una calidad en directo sublime.
Una elegancia profunda.
Una verdad pronunciada con humor y gravedad, los contrarios equilibrándose.
Fiesta y rito, celebración y oración.
El creador se arrodilla ante sus propios músicos, les agradece su virtuosismo,
la belleza que le otorgan a sus propias canciones.
El maestro se quita gravemente el sombrero y se gira entonces hacia nosotros,
nos saluda como un anciano venerable de vuelta de todo.
Leonard se inclina ante la inmensa vida, pero sigue de pie, inmortal.
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