El paso con la mirada inspirada,
La belleza en todo, la sonrisa permanente.
Ya nada hiere:
Las promesas incumplidas
Los juramentos ultrajados
Las calumnias y las mentiras
Los ídolos caídos
Los profundos pliegues del desencanto.
Todo eso está ahí fuera,
En algún lugar remoto
O aquí mismo, en mi propio rostro.
Sigo caminando imperturbable.
Es cuando retorno a oscuras:
Ese es el momento en el que salen de sus escombreras
Mis propias deserciones,
El coágulo de lo sin hacer,
Mi rebelión sin nombre,
Mi parálisis interior,
Mi descreimiento.
Hace mucho tiempo que dejé de ser víctima,
Tampoco quisiera ser verdugo.
Tiré esos papeles asignados a la basura.
Apoyado en el bastón de mi ilusión,
Veo a los murciélagos volar.
Sigo sin edad,
Eso sigue ahí.
Los ojos no tienen arrugas,
Y si veo demasiado entorno la mirada.
Son los miserables detalles los que distorsionan.
Todo está en movimiento y los bordes se difuminan.
Aprendes a enfocar lo oscuro
Y a desenfocar lo que brilla.
Ya puedo pintar de noche o de día.
La pintura de encargo para vivir por fuera.
La pintura de inspiración para seguir viviendo por dentro.
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