La inseguridad nos hace flexibles, la seguridad nos hace fanáticos, la incertidumbre adelgaza, lo conocido engorda, el que se pierde encuentra, el que sigue obediente la marca de los pasos llega a lugar ajeno, me sigo acordando de aquel hombre con el pelo blanco y los ojos azules que abría las manos al cielo y sentía en sus pies la caricia del pasto seco, y observaba el laberinto transitado por las hormigas.
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