Una nueva canción,
mis gafas redondas de pintor,
una nube con forma de aullido,
un sombrero,
la roca roja,
su sonrisa,
otro cerro,
mis arrugas y mi pelo plateado,
la pincelada mate y luminosa,
el cielo roto
el resplandor de la noche,
el grito.
El gran árbol seco y el águila en su rama,
y despega dominadora.
La alondra suspendida.
La tumba de Iru.
Las piedras del camino
que han ido construyendo mi ciudadela.
El paseo silencioso,
el temblor en la voz
en los ojos
en el corazón
en las manos.
La emoción perdura .
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