Las afinidades subterráneas existen, las situaciones mágicas también, los hechos encadenados que nos llevan al lugar exacto, al paisaje del alma, a la mujer soñada.
FH era un arquitecto exuberante, aclamado y discutido, tocaba la guitarra como el mejor, dibujaba con linea maestra, tenía una colección de pintura emocionante, elegida por su ojo vidente y profético. Sorolla, Vazquez Diaz, Antonio Lopez, Lucio Muñoz.
Vino un día al Estudio para ver mi pintura, y se desbordaba, era una erupción aclamativa: -" Estos retratos que tú haces no los hace nadie ni en España, ni en Europa... ni en estados Unidos...-"
Después de sus exageraciones apasionadas, ya dentro de mi casa, vio un pequeño apunte al óleo:
"- ¿ De quién es ese cuadro?-"
Ese es un apunte que pinté cerca de Sepúlveda, Fernando, es una tierra mágica con la luz más bella que yo jamás he visto...Le contesté.
"- Pues ese es el mejor cuadro que hay en esta casa, parece un Music-"
Lo descolgué de la pared y se lo regalé.: Si te gusta es tuyo.
" - No! Yo vendré un día a esta casa con un fajo inmenso de billetes y te pagaré lo que vale ese cuadro!!!-"
Yo tímidamente, lo apoyé en el suelo y seguimos mirando otras pinturas.
Al cabo de unos 10 minutos, empezó a mirar obsesivamente el apunte de las tierras de Sepúlveda, ahí seguía en el suelo, donde yo lo había dejado.
Y él casi gritando me dijo : -"pero insiste un poco, hombre, insiste -"
Y se llevó ese cuadro a su casa.
Poco después fui a la feria de arte de Arco, y entre tanta vacuidad, fui atraído por una pintura terrosa, casi abstracta, un paisaje espiritual, tocado con una levedad especial, era casi nada y era todo. Miré la reseña del autor y leí: Zoran Music. Y pensé que era un hermano mayor que sentía el paisaje desde el mismo corazón.
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