lunes, 30 de marzo de 2015

CRUZANDO CALLES

El sin sentido acecha en todas las vocaciones, cuando el dinero no justifica una dedicación, cuando uno hace un brindis al sol, esto es tan viejo como el juego, como el sonido de la brisa acariciando las hojas de los árboles.
¿ Por qué se escala una montaña por la ladera más escarpada ? ¿ Por qué sigue escribiendo un escritor al que le niegan publicar ? ¿ Por qué pintaba Van Gogh aún sin vender uno solo de sus cuadros ?
Eso no tiene respuesta y tampoco debería tener pregunta.
Las estrellas brillan en las noches, los mirlos cantan al amanecer, las oropéndolas carraspean hasta producir el canto insuperable, las flores aromáticas ignoran la existencia de la miel.
No esperes respuestas, encuentra tu propia afirmación.
Mira los lirios del campo.
Está todo escrito.
Ya se dijo cuanto debía decirse.
Sube montañas, atraviesa los mares, cruza la calle, comparte un pan abierto, pinta de nuevo, silba andando, llora cansado, ríe alegre, olvida a los eruditos, que no te den el sermón los fariseos, que te dejen en paz los obedientes, no te compres más abrigos, abre el armario y reparte lo que te sobra, prueba a andar descalzo pero no pises los cardos.

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