viernes, 4 de diciembre de 2020

EN LA CABRERA

 Paseo temprano este 4 de Diciembre, con Dersu y Balthus, se ha levantado un viento frío del norte, el cielo está nítido, las nubes dibujadas y recortadas contra el azul y la luna terca , manteniéndose en las alturas, fría y bella.

Ayer salí del estudio y tuvimos una reunión de cuatro pintores, en la Cabrera, con Belén, Reyes y Santiago.

Todos en lo mismo a pesar de las diferencias entre nuestras pinturas. Esa lucha entre la forma y la expresividad. 

Entre la seguridad que proporciona el oficio y la incertidumbre en la que te sumerges cuando la búsqueda se eleva por encima del resultado que todos anhelamos.

Algo sé, y es que la gran pintura y la gran belleza no es la consecuencia de escalas programadas, ese resultado siempre se estanca en la tierra ya conocida, permanece en la parcela cercada.

 Si renunciamos a la programación, al oficio aprendido tras años de ejercicio, si pintamos desde la humildad, desde el no sé, si intentamos plasmar la sintonía de lo que sentimos frente al misterio vivo, entramos en el caos y en el vértigo de la impotencia. Pero hay que seguir hasta que de esa tierra  horadada se vislumbre una salida hasta entonces desconocida. Una parte de nosotros mismos que no estaba registrada y que reconocemos como algo propio y que surge cuando buscábamos lo otro, cuando perseguíamos la luz, la sombra, el color, el tono preciso y la forma esquiva y fugaz.

Es precisamente en el olvido de nosotros mismos cuando se nos hace presente de una forma intensa que somos lo que miramos, que no hay fronteras, que todo está unido.

Es así, cuando pintar se convierte en una oración , en un misticismo, en una revelación que jamás habíamos soñado.

jueves, 5 de noviembre de 2020

THE PROFESSOR AND THE MADMAN

 Veo " The professor and The Madman", aquí traducida " Entre la razón y la Locura", con Mel Gibson y Sean Penn. Mel Gibson ha estado luchando por sacar adelante esta película más de 20 años, desde que comprara, hace ya mucho tiempo, los derechos cinematográficos del libro de Simon Winchester " The Surgeon Of Crowthorne".

Parece ser que el resultado final se ha visto enturbiado por las disputas que Gibson y el director de la Película, Farhad Safinia, han mantenido contra la productora llegando hasta los tribunales. La sentencia judicial apoyó a la productora, lo que ha propiciado que Gibson y el director Farhad Safinia ( ha firmado su dirección con un seudónimo), repudiaran la película y se negaran a hacer promoción de la misma.

Narra la historia del nacimiento del diccionario de Oxford, un compendio de la sabiduría anglosajona. Y la de sus protagonistas, el Profesor filólogo James Murray,( Mel Gibson), que sacó adelante el proyecto inabarcable del diccionario, con la colaboración inestimable del asesino recluido en un manicomio militar, el Doctor y cirujano, combatiente de la guerra civil americana, William Chester Minor( Sean Penn), ahogado por su esquizofrenia y su misticismo, criminal involuntario con alma de santo.

 La flecha no da en la diana, pero apunta hacia un blanco inspirador, hermoso. Entre el balbuceo impreciso de tentativas y palabras fallidas, emerge una suerte de revelación. 

En cualquier caso la película nos acaba envolviendo, es una historia que nos adentra en los límites difusos que separan y funden la locura y la razón. Atravesamos con los protagonistas la superficie conocida en la que transcurre nuestra vida ordinaria, la cordura, y nos dejamos abismar, junto a ellos, hasta ese estado en donde el ánimo y la fraternidad son sagrados, un lugar en el que los dioses se reúnen pero que resulta desolador para los hombres.

Quizá los elegidos siempre son llevados más allá de sus propios límites, y el guion de sus vidas es una caja negra inexplicable, cuya visión nos lleva ante el misterio de la existencia, ese territorio inefable donde luchan el bien y el mal, reino del amor, la muerte, el dolor, la necesidad del perdón y la expiación.

Lo mundano casi siempre nos aparta de lo sagrado, por eso todos preferimos vivir en esta orilla, la otra se la dejamos a los crucificados, a los profetas, a los visionarios, a los locos. Ellos abren el camino para el resto de los mortales.


viernes, 30 de octubre de 2020

LEGALIDAD VIGENTE

 Intentamos sobrevivir entre emergencias, nos niegan trabajo, movilidad, nos tutelan como si fuéramos niños sin rumbo, y los que nos tutelan andan mucho más perdidos, pues su única meta y su verdadera inquietud es mantenerse al mando y llenar su propia bolsa.

 La burocracia nos hunde, nos impide amar, ocuparnos de los verdaderos asuntos vitales, el amor, despedir a los muertos, acompañar a los enfermos, seguir mirando y crear belleza, tener espacio para nuestras certezas y nuestras dudas, vibrar con lo esencial. 

¿ Dónde queda todo eso?

¿ Qué es una actividad esencial?

¿ Verdaderamente tiene el gobierno de cualquier nación potestad para declarar qué es esencial y qué no?

 La verdad es que uno creía que había ya vivido casi todo y asisto estupefacto a esta vileza sin nombre, a este descaro impune, a esta mentira abrumadora que ha conseguido que nadie se asombre de la mentira  anterior, pues viene inmediatamente la siguiente que la hace olvidar, y ambas van a parar a una invisible bola de nieve en aumento.

Intento ver en mi corriente subterranea aquella noche mágica de silencio y amor mientras nevaba, el día que aprendí  a atarme los cordones de los zapatos, la tarde oscura en aquella iglesia de Dublín dónde vi en el rostro de la pálida monja, el primer muerto de mi existencia viva.

La vida es intensa, ardua, agotadora, sublime y dolorosa, pero siempre verdad.

Pero la burocracia y el boletín oficial del estado, pueden llegar a ser una tragicomedia penosa  gobernada por la gran nebulosa de los nombres abstractos, el estado, las siglas varias, tras las que se camuflan, a menudo, los peores.  Asistimos a una oleada invasora de ambición material desmedida, disfrazada hipócritamente, de bien común.

Creo que fue un político el que dijo: -" Al amigo, hasta el culo, al enemigo por culo, al indiferente la legalidad vigente"

Dan ganas de gritar ... o de rezar.


30 Octubre 2020

lunes, 10 de agosto de 2020

EL TIEMPO

" Y el tiempo pasa, pasa como una hoja, pasa como el río que fluye; el tiempo pasa y recordamos algo de repente, como ahora, como el ruido olvidado de los cascos del caballo y de la rueda de hace sesenta años, el tiempo pasa como pasan los hombres que no volverán nunca y nos quedamos, Gran Dios, solo con esto: la certeza de que esta tierra, este tiempo y esta vida son más extraños que un sueño"

Thomas Wolfe

Sencillez, profundidad, universalidad.

Así son los Maestros.

10 Agosto 2020

ORACIÓN

 Con los ojos cerrados, asistía impávido a una tormenta interior que se ramificaba por todo mi ser, apenas apaciguada a base de aceptación, de incertidumbre y de humildad. Los gritos y la enfermedad me desbordaban. En urgencias se respiraba muerte y delirio. Decrepitud física, pánico en las miradas , en el modo de respirar, en los rictus de las bocas, en las miradas perdidas. 

Había pasado del número 17 al número 9, hay números que me persiguen, (el 9, siempre el 9), o por decirlo mejor, nos constituyen. En la cama Nº 9 de urgencias, me había tocado junto a un gran ventanal por el cual podía ver el cielo azul de Agosto y el amanecer dulce de una transparencia liberadora. Las torcaces cruzaban el cielo para recordarme que la libertad existía, en ese instante, paralela al dolor y al confinamiento carcelario de la enfermedad.

La demencia gritaba en la sala del hospital, gritos desgarradores, ancianos que se arrancaban las vías de los brazos, se tiraban de la cama ante el estupor de las enfermeras, profesionales impecables cargadas de paciencia y humanidad.

En la espiral de la vida , junto a la belleza y la armonía de los cielos y los ríos, junto a la brisa que acaricia las ramas y las hojas de los árboles , mientras las personas sanas hacen el amor o se ríen cenando en las noches estrelladas del verano, en los manicomios y en los hospitales late intensamente la oscuridad, el desvarío, la corriente quebrada, la destrucción. 

Y la vida continua con su ceguera luminosa, no queremos sombras, como el terminal Goethe:

 -" Luz, más luz"-.

 Nuestra visión limpia, para el olvido de la propia muerte. Muerte que nos une a todos y también nos constituye.

Vulnerabilidad, insignificancia, somos apenas una brizna en el latido universal. 

Y en el interior de mi mirada yacente podía sentir el todo, el gran misterio, una inabarcable e indefinible oración, un rezo sin palabras que brotaba de más allá de las propias entrañas. 

10 Agosto, 2020

lunes, 11 de mayo de 2020

NI MIENTO, NI ME ARREPIENTO

Se alinean los astros y todas las vidas vividas coinciden en una suerte de bendición y acción de gracias.  Todo lo interior es armónico, ya no hay dolor.  Solamente hay una carencia física, una imposibilidad de llevar a la vida temporal esa orquesta total que resuena en mi. Como en un sueño van apareciendo en el guiñol de la propia vida todas las personas importantes y hay comprensión mutua, agradecimiento, un abrazo sin palabras, un coro de sonrisas silenciosas.
Y me gustaría poder volver hoy a ayer y saltar a antes de ayer para volver a hoy y ser un mago entre tiempos, ser el niño, el hombre, el hijo, el padre, el  amante, el pintor, el ciclista, el perrero, el escalador de las montañas, el zorzal, el lobo, la gota de agua y el rayo de sol.
Circula esa vida por mis venas, tanta vida que la sangre se trombotiza, se adensa, y las venas se obstruyen, y habrá que verter ese exceso en las canciones, en la pintura, en las historias contadas. Aligerar para subir de nuevo y morir algún día con la maleta vacía, sin un sola querencia guardada, sin un solo esbozo retenido, siempre con el cuadro soñado apenas iniciado, en esa pintura total en la que cada trazo integra hueso, carne , y lo otro, invisible y sentido.
Sin omisiones.
Como el Soldado Poeta dejó escrito:
                                       " Ni Miento, Ni me Arrepiento"

miércoles, 8 de abril de 2020

SPEED OF THE SOUND OF LONELINESS

Estos últimos días escuchaba compulsivamente esa canción, comparaba las mil versiones existentes y siempre me quedaba con la versión original del autor: JOHN PRINE; sería sin yo saberlo, una suerte de telepatía, una llamada de auxilio allende los mares, mi forma de oración para que sanara el cantante y compositor.

Pero él ya está en otras esferas.

 Canta suave, sin buscar ni el desgarro ni la exhibición, dice sus canciones con sencillez, y te va calentando el corazón sin que tú siquiera lo notes, cuando quieres darte cuenta estás envuelto en la belleza de la verdad y del sentimiento arrebatador; y el milagro es que ese desborde llega desde la quietud, desde la máxima elegancia, desde un cierto desdén. Ni siquiera sube el tono ni acelera en la última nota de la canción, la deja resbalar dulcemente, para que muera en el silencio.
Así se ha ido él, dulcemente, dejando sus notas en el aire como un perfume que acaricia y se mezcla en nuestra piel y en nuestra alma, ese estado de revelación puede llegar con los acordes de una guitarra y el sonido de una voz especial que no necesitaba maquillaje.
   SPEED OF THE SOUND OF LONELINESS

8 Abril 2020

martes, 7 de abril de 2020

PERROS&MÚSICA

                             
                           En el desierto de la abundancia
                                        Mi vista colmada en el oasis de la nada

   

                                Fue ayer cuando tanto duelo estranguló el color

                                        Camino ya sin peso

                                              Muerto
                                                           
                                                       Blanco
                                         Negro

                                                    Nada carnal me anuda
                                                                          Quizá un perro

                                                    Siempre la melodía
                      y la nube en movimiento
                                               Para recordarme que puedo llorar
                                                     
                                                       Y estoy vivo
                                               Y sin paraíso



martes, 17 de marzo de 2020

ESPEJOS

La página en blanco, el lienzo virgen, la melodía desconocida.

Te despiertas una mañana y no te reconoces en tu propio espejo.
O eres el que no quieres ser, aquello que tanto odias en los demás, brilla ese nuevo día en tu rostro.
O simplemente hay que reconocer que estamos dominados por lo irracional, que la tierra gira como una esfera imparable hacia un destino oscuro, porque la luz nos acaba hastiando y necesitamos para avanzar la fuerza devastadora de Lucifer, la violencia de la guerra o la destrucción diaria de nuestros valores más firmes.
 Caminamos vulnerables sobre el alambre.
Es mejor reconocer humildemente en cada nuevo día nuestra ignorancia.
Intuimos, creemos avanzar, dudamos, nuestra barco navega en zozobra.

Y si miramos hacia atrás, hemos atravesado océanos, conquistado continentes, vencido a enfermedades, pintado bóvedas eternas, escrito poemas que parecen detener el tiempo en el instante luminoso.

Quizá es mejor no dividir, no separar la luz de la sombra pues todo es lo mismo.
Mejor orientalizarnos y hablar del Yin y el Yan, mejor no juzgar, aceptar los hechos como un cirujano que en estado de alerta reconstruye el organismo dañado y va apartando las células destructoras.
A veces las palabras tiñen la esencia de las cosas y nos impiden ver.
El nombre de las cosas nos puede cegar.
Quizá está ahí, tras el cambio de rasante, tras la curva del camino, eso que tanto tememos:
La muerte diaria, la depuración incesante, la caducidad esencial.
Nuestra misma esencia, nuestra verdadera naturaleza, la impermanencia.

Lo que nos duele nos hace movernos.
La felicidad es un estado de calma frente al fuego o frente a la belleza del mar.
Y llega la ola y derriba el asiento y moja las toallas y hay que asentarse en otro lugar.
Huir del fuego que quema el bosque querido.
Vagabundos de nuestra propia felicidad.
Emigrantes en busca de patria.
Incesantes buscadores de la melodía perfecta.

Pero escúchate esta nueva mañana en la que no te reconoces como si el que te mira desde el espejo fuera un profeta que te habla y te dice secamente:
-"No hay patria, ni felicidad ni melodía perfecta"-

Tentativas, aproximaciones, esferas girando sin cesar en órbitas ignotas, grumetes aprendiendo el arte de no marearse.

 Mis ojos cambian de color con la luz, ahora son pardos y si sale el sol, son verdes.
Ni siquiera existe la identidad.
Aunque tengas un nombre.

17 Marzo 2020