sábado, 30 de agosto de 2014

REVERBERACION

        




La sombra del corazón en el muro de la ermita, apenas es una vaga ilusión.
Como las oraciones que se susurran en el interior de los muros
    y sin embargo rozan otras vidas,
    transformándolas imperceptiblemente.

   Cada vez que herimos al otro
   profanamos un templo.
   Cada vez que amamos,
   bendecimos un cuerpo.

                                      Quien sabe rezar?
                Quien sabe de los corazones?
       Quien sabe amar?
                Quien sabe vivir?

No sólo alumbra el día.
Hay otra luz inmanente
reservada para los mejores pintores.




La flor en la penumbra conserva su transparencia.
El cristal opaco filtra los rayos del sol.
Dentro de la estancia el silencio es una reverberación.
Y aun con los ojos cerrados, está  el resplandor.


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