Escucho al BiciClown y asiento con él.
Abandonó una vida rutinaria en una notaría de Tres Cantos y se propuso dar la vuelta al mundo en bicicleta.
Ha tardado trece años en conseguir su objetivo.
Anteriormente, en su vida pasada, había suspendido uno de sus últimos exámenes para hacerse notario , y de alguna manera, esa sensación de fracaso debía de estar en algún lugar de su cuerpo y de su cabeza.
Esta oposición de dar la vuelta al mundo la ha sacado adelante en trece años, ha dormido bajo las estrellas y los árboles, ha atravesado los continentes, ha cruzado fronteras y ha ido más allá de su propia soledad.
Ha dejado muy atrás cualquier sensación de frustración o fracaso.
Bien mirado es más natural recorrer el mundo y conocer lugares remotos que pasarse la vida en un rincón repitiendo rutinas y atascos de tráfico diarios.
Hemos sido arrojados al planeta Tierra, la curiosidad de recorrerlo debería ser algo consustancial en cada uno de nosotros.
Me gusta su mirada, la sencillez con la que relata sus cosas, la clarividencia del que vive el presente, la libertad del que posee pocas cosas, del que ha tenido la valentía de cruzar en bicicleta sus propios abismos.
Me he comprado su libro "DONDE TERMINA EL ASFALTO", pero creo que se expresa mas certeramente en sus conferencias, es un profeta de la palabra, quizá haya un poeta bajo la máscara del payaso.
Yo te saludo con respeto y admiración, Álvaro Neil.
Agradezco tu testimonio.
martes, 4 de diciembre de 2018
viernes, 16 de noviembre de 2018
miércoles, 31 de octubre de 2018
SILENCIO AMARILLO
Trepan algunos por los cerros del poder, y acaban alcanzando sus pequeñas cumbres, sus comisiones, tienen la boca llena de alabanzas y de ruegos, andan de puntillas y con alzas para parecer lo que no son, dedican su energía a conseguir, se juntan y se miran unos a otros como si estuvieran en las alturas, acaban creyendo que el resto de la humanidad es estúpida.
Otros prosiguen su búsqueda en sus estudios, en sus laboratorios, en sus santuarios. No tienen tiempo de venderse, la oración es ahora, el color va más allá, las células forman su propio universo.
Es una soledad sonora, desértica, llena de ecos que se pierden en infinidad de encrucijadas, pero el día tiene su propia luz y la noche alcanza otra belleza.
Esa grandeza te revela tu propia humildad, ¡ Ah! si yo pudiera alcanzar el silencio amarillo del desierto, si alzara mis manos hasta el cielo nocturno...
No hay nombres, no hay súplicas, no hay ruegos.
Otros prosiguen su búsqueda en sus estudios, en sus laboratorios, en sus santuarios. No tienen tiempo de venderse, la oración es ahora, el color va más allá, las células forman su propio universo.
Es una soledad sonora, desértica, llena de ecos que se pierden en infinidad de encrucijadas, pero el día tiene su propia luz y la noche alcanza otra belleza.
Esa grandeza te revela tu propia humildad, ¡ Ah! si yo pudiera alcanzar el silencio amarillo del desierto, si alzara mis manos hasta el cielo nocturno...
No hay nombres, no hay súplicas, no hay ruegos.
martes, 25 de septiembre de 2018
ESQUELETO Y PINTURA
La pintura te engulle, te hace peon de su obra magna, te recluta.
Te hace suyo, te hace ser aunque desees el anonimato.
Ya no hay sentimientos.
Solo concentración.
Es un lenguaje de espacios, de colores, de tonalidades.
El cuadro te lleva de un extremo al otro, cada centímetro cuadrado te habla, hay que subir la intensidad o bajarla, hay que levantar la forma de nuevo, o deshacerla en temblor; y romper
sin que se pierda la estructura.
Que no sobre nada, que sólo esté el esqueleto, la esencia.
Hay un punto imposible, la elegancia de ser sin ser.
Te hace suyo, te hace ser aunque desees el anonimato.
Ya no hay sentimientos.
Solo concentración.
Es un lenguaje de espacios, de colores, de tonalidades.
El cuadro te lleva de un extremo al otro, cada centímetro cuadrado te habla, hay que subir la intensidad o bajarla, hay que levantar la forma de nuevo, o deshacerla en temblor; y romper
sin que se pierda la estructura.
Que no sobre nada, que sólo esté el esqueleto, la esencia.
Hay un punto imposible, la elegancia de ser sin ser.
martes, 4 de septiembre de 2018
MERCY STREET
Anne Sexton buscaba su casa ideal, su lugar perfecto, su paraíso : Mercy Street, así llamaba a su sueño.
Así escribe su hija Linda Gray Sexton sobre su madre:
" Mercy Street era el lugar en el que el pasado y el presente se reconciliaban, donde el enfrentamiento estrechaba la mano con el perdón...O quizá ella sintió que aunque diese con Mercy Street nunca sería lo que ella esperaba o necesitaba"
"En un momento dado se obliga a si misma a dejar de soñar con este metafórico destino para mirar directamente a lo que queda a la luz del día: su arte"
y muestra este poema escrito por su madre:
Luego arranco el sueño de cuajo
y lo estampo contra la pared de cemento
del burdo calendario
en el que vivo,
mi vida,
y sus cientos de cuadernos"
Esa es en verdad la vida del artista, estampar contra la pared de cemento el sueño imposible,
buscar la verdad convirtiendo la insatisfacción de la realidad en belleza...sea música, cine, poesía o pintura, que más da.
Sea una casa, una mujer, un hombre o un paisaje, que más da.
Así escribe su hija Linda Gray Sexton sobre su madre:
" Mercy Street era el lugar en el que el pasado y el presente se reconciliaban, donde el enfrentamiento estrechaba la mano con el perdón...O quizá ella sintió que aunque diese con Mercy Street nunca sería lo que ella esperaba o necesitaba"
"En un momento dado se obliga a si misma a dejar de soñar con este metafórico destino para mirar directamente a lo que queda a la luz del día: su arte"
y muestra este poema escrito por su madre:
Luego arranco el sueño de cuajo
y lo estampo contra la pared de cemento
del burdo calendario
en el que vivo,
mi vida,
y sus cientos de cuadernos"
Esa es en verdad la vida del artista, estampar contra la pared de cemento el sueño imposible,
buscar la verdad convirtiendo la insatisfacción de la realidad en belleza...sea música, cine, poesía o pintura, que más da.
Sea una casa, una mujer, un hombre o un paisaje, que más da.
martes, 28 de agosto de 2018
DEJANDO ATRÁS...
Me contaba como siendo adolescente luchaba contra jóvenes que eran más fuertes y con bastante más peso que él, y su amor propio le hacía sacar más de lo que tenía dentro, y eso empeoraba lo que en principio eran luchas amistosas; lograba en verdad cabrear a sus adversarios, que entonces ya cruzaban la frontera y se dejaban llevar soltando la fuerza bruta que podía herir de verdad.
Y las personas que les vigilaban tenían que intervenir para separarles y que el intrépido y rabioso muchacho no fuera dañado gravemente.
Al escuchar al anciano rememorar su infancia, me hizo recordar al niño que yo fui, competidor en tenis y fútbol, con la misma pasión y amor propio, esa rabia del que no sabe ni acepta perder.
Y esa evolución necesaria, para dejar atrás ese ego, ese fardo, ese ansia de ganar como si sólo la victoria nos representara con certeza.
Más allá de la victoria o el fracaso está el crecimiento del que se expone, del que arriesga, del que se compromete, y surge lo desconocido, saltar por encima de las lineas, más allá de los colores, más allá de la propia identidad, de la propia fuerza, del propio físico que se nos ha concedido.
Hay un halo de luz, un silencio, un resplandor y un eco íntimo que deja atrás ese ansia infantil de triunfo, que busca entonces lo otro, lo que nos eleva por encima de nuestros incipientes y virulentos sentimientos.
Hay una insatisfacción que llega tartamuda y extenuada a la conquistada paz, una especie de humildad que es capaz de reconocer la propia limitación, y un atisbo de que la tentativa no logró la totalidad soñada, pero si una aproximación al territorio del misterio, a la gran vastedad que está más allá de nosotros mismos.
Y las personas que les vigilaban tenían que intervenir para separarles y que el intrépido y rabioso muchacho no fuera dañado gravemente.
Al escuchar al anciano rememorar su infancia, me hizo recordar al niño que yo fui, competidor en tenis y fútbol, con la misma pasión y amor propio, esa rabia del que no sabe ni acepta perder.
Y esa evolución necesaria, para dejar atrás ese ego, ese fardo, ese ansia de ganar como si sólo la victoria nos representara con certeza.
Más allá de la victoria o el fracaso está el crecimiento del que se expone, del que arriesga, del que se compromete, y surge lo desconocido, saltar por encima de las lineas, más allá de los colores, más allá de la propia identidad, de la propia fuerza, del propio físico que se nos ha concedido.
Hay un halo de luz, un silencio, un resplandor y un eco íntimo que deja atrás ese ansia infantil de triunfo, que busca entonces lo otro, lo que nos eleva por encima de nuestros incipientes y virulentos sentimientos.
Hay una insatisfacción que llega tartamuda y extenuada a la conquistada paz, una especie de humildad que es capaz de reconocer la propia limitación, y un atisbo de que la tentativa no logró la totalidad soñada, pero si una aproximación al territorio del misterio, a la gran vastedad que está más allá de nosotros mismos.
jueves, 23 de agosto de 2018
CORTEDAD
Quizá la petulancia sea de los peores defectos, demuestra el ufano su cortedad y su poca inteligencia.
Quién es el que se cree algo?
Somos seres humanos, eso es todo, ahí está nuestro valor.
Mira al cielo nocturno y deja que entre la inmensidad en ti, y ahora observa lo pequeño que eres.
Deja que la sensibilidad te haga partícipe de esa grandeza, no podemos abrazar al viento, somos seres desvalidos que podemos sentir el infinito.
Quién es el que se cree algo?
Somos seres humanos, eso es todo, ahí está nuestro valor.
Mira al cielo nocturno y deja que entre la inmensidad en ti, y ahora observa lo pequeño que eres.
Deja que la sensibilidad te haga partícipe de esa grandeza, no podemos abrazar al viento, somos seres desvalidos que podemos sentir el infinito.
domingo, 19 de agosto de 2018
RESIDUOS
La mierda se acumula persistentemente, a diario, en la cocina, el polvo en los suelos y en las mesas del cuarto de estar, en los baños, en el patio y en las escaleras de entrada de casa.
Las ciudades tienen toneladas de residuos, el vivir conlleva su lastre de destrucción.
Lo mismo sucede a diario en nuestro cerebro: Problemas acumulados no resueltos, por incapacidad, por dejadez, por ignorancia, por cobardía.
Pero esa mierda acumulada no se ve superficialmente, las moscas no revolotean en nuestras cabezas infectadas, es igual que no hayamos pasado la aspiradora en nuestro acontecer vital. Pero toda esa carga residual se ve de otra manera, en las reacciones absurdas, en la mala leche, en el resentimiento, en la envidia, en la maldad gratuita que se aplica al inocente, al débil, a la víctima desafortunada.
Por eso las sabios acaban yéndose a la gruta en lo alto del monte, para ocuparse sólo de su mente y tenerla impoluta y no tener que estar pasando la escoba en el salón y sacando brillo a la plata comprada.
Las ciudades tienen toneladas de residuos, el vivir conlleva su lastre de destrucción.
Lo mismo sucede a diario en nuestro cerebro: Problemas acumulados no resueltos, por incapacidad, por dejadez, por ignorancia, por cobardía.
Pero esa mierda acumulada no se ve superficialmente, las moscas no revolotean en nuestras cabezas infectadas, es igual que no hayamos pasado la aspiradora en nuestro acontecer vital. Pero toda esa carga residual se ve de otra manera, en las reacciones absurdas, en la mala leche, en el resentimiento, en la envidia, en la maldad gratuita que se aplica al inocente, al débil, a la víctima desafortunada.
Por eso las sabios acaban yéndose a la gruta en lo alto del monte, para ocuparse sólo de su mente y tenerla impoluta y no tener que estar pasando la escoba en el salón y sacando brillo a la plata comprada.
miércoles, 15 de agosto de 2018
TRES QUE VUELAN
Reyes coge un autobús y se va a Portugal, Diego ya ha fundado su propia familia, Pedro está en Suecia, y acaba de dejar atrás el triunfo en Glasgow. La casa dónde crecieron está vacía, la vida es fugaz.
Fugaz pero no leve, yo les veo crecer y aprendo a abrir los brazos, para que se vayan, para que vuelvan, mi cabaña es modesta y está rota pero es acogedora.
Y recuerdo hace ya más de veinte años, un claro del bosque en El Plantío, una arena blanca sin la pinocha de los inmensos pinos oscuros. Allí iba con Pedro y Diego a la caída de la tarde, llevaban sus micro machines, y yo les contemplaba jugar con aquellos minúsculos coches, subían montañas de arenas, descendían vertiginosas pendientes, y las horas pasaban en el silencio del bosque.
Así los guardo en mi corazón, absortos en su juego y en el presente, libres de la inquietud del futuro, sin la herida del pasado, seres puros y delicados, al margen del triunfo o las pérdidas.
Es el amor en su forma más pura.
Tres que vuelan.
Es el amor lo que nos mantiene erguidos.
Fugaz pero no leve, yo les veo crecer y aprendo a abrir los brazos, para que se vayan, para que vuelvan, mi cabaña es modesta y está rota pero es acogedora.
Y recuerdo hace ya más de veinte años, un claro del bosque en El Plantío, una arena blanca sin la pinocha de los inmensos pinos oscuros. Allí iba con Pedro y Diego a la caída de la tarde, llevaban sus micro machines, y yo les contemplaba jugar con aquellos minúsculos coches, subían montañas de arenas, descendían vertiginosas pendientes, y las horas pasaban en el silencio del bosque.
Así los guardo en mi corazón, absortos en su juego y en el presente, libres de la inquietud del futuro, sin la herida del pasado, seres puros y delicados, al margen del triunfo o las pérdidas.
Es el amor en su forma más pura.
Tres que vuelan.
Es el amor lo que nos mantiene erguidos.
miércoles, 8 de agosto de 2018
CADUCIDAD
Está ahí en nosotros, en los árboles y las plantas.
Todo tiene su caducidad, la transformación y el movimiento continuo es nuestra esencia, las células se renuevan, la muerte deviene en vida y la vida, a su vez, cesa.
Y está la fuerza creativa de nuestra mente que construye paraísos, catedrales de piedra, la pintura que detiene el instante fuera del tiempo, las letras del poema que perduran.
Todo es un combate, nuestra vitalidad se opone a la muerte.
Seres mortales que soñamos la inmortalidad.
Seres finitos que creamos eternidades.
O, más humildemente, testimonios que nos sobrevivirán.
Todo tiene su caducidad, la transformación y el movimiento continuo es nuestra esencia, las células se renuevan, la muerte deviene en vida y la vida, a su vez, cesa.
Y está la fuerza creativa de nuestra mente que construye paraísos, catedrales de piedra, la pintura que detiene el instante fuera del tiempo, las letras del poema que perduran.
Todo es un combate, nuestra vitalidad se opone a la muerte.
Seres mortales que soñamos la inmortalidad.
Seres finitos que creamos eternidades.
O, más humildemente, testimonios que nos sobrevivirán.
miércoles, 1 de agosto de 2018
LUCINDA WILLIAMS II, IT´S GONNA RAIN
IT´S GONNA RAIN, pronuncia la cantante y se acuna a si misma balanceándose en su propio ritmo, acaban de descender de su cielo oscuro y estrellado, y les han pillado de cualquier manera, el batería va con una camiseta y un traje de baño, el guitarrista, escuálido, descendió con su gorro de lana puesto y sus orejeras, el bajo lleva los pelos encrespados y tararea con dulzura...It´s gonna rain...
Actúan en directo en radio Kexp, Seattle, Washington... Estoy tan cansada de la mirada en los ojos de la gente, no puedo esperar el momento para irme.... Ella lleva los pelos rubios sobre la frente y los ojos azules miran sin mirar, y su chupa favorita y gastada de cuero, mantiene su danza rítmica y elegante, su escote descuidado y sexi, sesenta años pasaron, que importa la edad en este cielo nocturno, he estado parado en el borde de la oscuridad, volverá a llover, esta nunca fue mi ciudad de todos modos...volverá a llover.
Suena la guitarra sobre volando las estrellas, it´s gonna rain, y la voz certera y fluctuante, se mece acunándonos a todos, ya en un cielo oscuro y universal, esta banda dejó atrás la radio y la ciudad de mierda, volamos todos en la emoción y en lluvia, en las voces extasiadas, sin alardes, sin psicodelia, sólo el éxtasis de la música.
Mañana estos seres de la música volverán a su vieja ciudad, y mandarán correos electrónicos y usarán tarjetas de crédito, comprarán patatas en el super de la acera de enfrente.
¡Ah! lloverá otra vez y me volveré a ver parado en el borde la oscuridad.
Y me salvará la canción, siempre hay una canción allí, tras la inesperada esquina.
lunes, 30 de julio de 2018
LUCINDA WILLIAMS
Lucinda Williams que tenía en su juventud una voz melódica, ha ido evolucionando hacia la expresividad y la personalidad intransferible, hacia un estilo singular, más roto, conservando sus raíces. Es interesante comparar " This Old World", su versión de juventud en 1992 , y el disco recientemente editado en 2017.
Hace treinta años la voz angelical tensaba la melodía de una forma sencilla en la canción que daba título al disco , con pureza y elegancia, en busca del sentimiento y la belleza. La reciente va cargada de densidad, la dice de forma más grave, la voz se agrieta, las guitarras enrocan, la melodía se entrecorta.
Yo me quedo con las dos, pero quizá la primera versión de la canción me llega más directa. Dos grandes versiones, dos canciones distintas en una misma, esa es la creación.
Abrir horizontes nuevos.
En " Which Will", me llega arrebatadora la versión reciente, insuperable en su melancolía y su dulce tristeza.
Que grande Lucinda Williams, grabar de nuevo 12 canciones antiguas y darles nueva vida hoy, ya pasados los 60 años.
Hoy es más Lucinda Williams, más ella misma, cada cicatriz de su corazón bailando en sus acordes, atravesando las fronteras y uniendo los tiempos en uno solo suspendido en otro paraíso secreto.
Hace treinta años la voz angelical tensaba la melodía de una forma sencilla en la canción que daba título al disco , con pureza y elegancia, en busca del sentimiento y la belleza. La reciente va cargada de densidad, la dice de forma más grave, la voz se agrieta, las guitarras enrocan, la melodía se entrecorta.
Yo me quedo con las dos, pero quizá la primera versión de la canción me llega más directa. Dos grandes versiones, dos canciones distintas en una misma, esa es la creación.
Abrir horizontes nuevos.
En " Which Will", me llega arrebatadora la versión reciente, insuperable en su melancolía y su dulce tristeza.
Que grande Lucinda Williams, grabar de nuevo 12 canciones antiguas y darles nueva vida hoy, ya pasados los 60 años.
Hoy es más Lucinda Williams, más ella misma, cada cicatriz de su corazón bailando en sus acordes, atravesando las fronteras y uniendo los tiempos en uno solo suspendido en otro paraíso secreto.
sábado, 28 de julio de 2018
RITMOS DISPARES
Quizá hay que cerrar el estudio por unos días para que vuelva el entusiasmo.
Y la burocracia del dinero sigue su curso, paguen los cuadros o no, salgan bien o se atasquen.
La vida mundana ajustada del pintor, tan lejos de la pintura pura, que tiene otro ritmo, que es de este mundo sin serlo pues vuela por encima del tiempo.
La pintura y el hombre, lo infinito y lo posible.
Y la burocracia del dinero sigue su curso, paguen los cuadros o no, salgan bien o se atasquen.
La vida mundana ajustada del pintor, tan lejos de la pintura pura, que tiene otro ritmo, que es de este mundo sin serlo pues vuela por encima del tiempo.
La pintura y el hombre, lo infinito y lo posible.
miércoles, 18 de julio de 2018
ROBIN WILLIAMS
En el territorio de la belleza sumergido en la música, y los perros me despiertan de mi sueño y limpiando su mierda con guantes dos segundos después.
Así es todo, un revuelto de contrapuestos, eso somos todos, santos y dañinos, pacíficos y violentos,
¡ Ah !, una vez vi a un cómico desplegarse por el escenario desbordando su talento y era tal su energía que parecía iba a despegar en vuelo, nos hacía pasar de la carcajada al llanto, todas las emociones a flor de piel.
¿ Cómico o actor dramático? Dominaba todos los registros.
Genial Robin Williams, una luz sin interruptor para apagarse, una energía sin descanso, una mente en la cúspide de la ola.
Quizá siga sobre volando en esta melodía que sigo escuchando ahora, la mierda ya en el basurero.
martes, 17 de julio de 2018
lunes, 16 de julio de 2018
EL NIÑO ENFERMO
Descreído, lloro cuando me hacen creer
Místico sin Dios, sigo creyendo sin creer.
Giro en la rotonda sin tomar ninguna salida,
hay momentos pasajeros en los que conviene ser oriental,
permanecer inmóvil, mientras sigue fluyendo la corriente interna.
No es indecisión, es tránsito.
En mi brújula se borraron los puntos cardinales.
La flecha apunta difusa
y camino con los ojos entornados.
No quisiera ver demasiado, me quedo con la presencia,
el que se ciega es por exceso de luz.
Hay individuos abriendo sus propias sendas.
Esos son los peregrinos que me acompañan.
Huyo de los que me quieren imponer la ruta única, la dorada meta,
el cuento de nunca jamás.
Me hablaron de un niño que se quedó solo y enfermo,
una noche buena de Navidad, en un hospital.
Pero el médico se compadeció de su soledad y permaneció junto a él durante toda la noche.
Por eso creo que hay que seguir caminando.
Los verdaderos héroes sostienen al mundo en silencio.
El niño murió.
Místico sin Dios, sigo creyendo sin creer.
Giro en la rotonda sin tomar ninguna salida,
hay momentos pasajeros en los que conviene ser oriental,
permanecer inmóvil, mientras sigue fluyendo la corriente interna.
No es indecisión, es tránsito.
En mi brújula se borraron los puntos cardinales.
La flecha apunta difusa
y camino con los ojos entornados.
No quisiera ver demasiado, me quedo con la presencia,
el que se ciega es por exceso de luz.
Hay individuos abriendo sus propias sendas.
Esos son los peregrinos que me acompañan.
Huyo de los que me quieren imponer la ruta única, la dorada meta,
el cuento de nunca jamás.
Me hablaron de un niño que se quedó solo y enfermo,
una noche buena de Navidad, en un hospital.
Pero el médico se compadeció de su soledad y permaneció junto a él durante toda la noche.
Por eso creo que hay que seguir caminando.
Los verdaderos héroes sostienen al mundo en silencio.
El niño murió.
viernes, 13 de julio de 2018
UN SEÑOR CON DOS PERROS
Me miro en los reflejos de los escaparates y veo a un señor mayor, paseando a sus dos perros, Balthus y Dersu, es así, no le doy importancia, he aprendido muchas cosas y sin embargo sé que no sé.
Amo cada vez más el movimiento en los cielos y en la tierra cambiante, me da paz la sencillez sin reverso del mundo animal. Intento ser clemente conmigo mismo y con el prójimo, cada vez juzgo menos, cada cual ya lleva su pesada carga.
Intento mirar hacia las lejanías del horizonte , donde todo se funde, las fronteras se difuminan y el color se empasta leve, como en los sentimientos de mi corazón.
Amo cada vez más el movimiento en los cielos y en la tierra cambiante, me da paz la sencillez sin reverso del mundo animal. Intento ser clemente conmigo mismo y con el prójimo, cada vez juzgo menos, cada cual ya lleva su pesada carga.
Intento mirar hacia las lejanías del horizonte , donde todo se funde, las fronteras se difuminan y el color se empasta leve, como en los sentimientos de mi corazón.
viernes, 6 de julio de 2018
EL VIENTO
" A veces el viento cambia de aire"
No sé quien pronunció esas palabras, pero a veces, sólo a veces, son verdad.
No sé quien pronunció esas palabras, pero a veces, sólo a veces, son verdad.
jueves, 5 de julio de 2018
LA FE
Se puede llegar a descreer hasta de la materia que ven nuestros ojos y que pueden tocar nuestras manos.
¿Cómo entonces no admitir la dificultad de creer en lo que no vemos?
La fe es necesaria porque atraviesa oscuridades.
Creemos a pesar de que la racionalidad básica nos lleve a lo material, creemos sin razón, y sin embargo sabemos que esa fe forma parte de nuestro código genético, como el miedo que nos protege de la serpiente o el gesto de cerrar los ojos y no mirar nunca directamente al sol.
La fe es una raíz que nos une hasta las alturas de los cielos, hasta la última profundidad de la tierra.
La fe estuvo en mis decisiones más importantes, las que han conformado mi ser en esta vida, sabía que elegía lo único que me salvaría.
Las demás elecciones podrían haber sido más practicas, más convenientes, más cómodas, más apetecibles, aparecían revestidas de la brillantez y la ilusión.
Pero ahí adentro persistía esa voz susurrante, tenaz que me indicaba otra dirección.
¿Fueron acertadas esas decisiones?
¡Ah! sería arrogante afirmarlo.
La verdad es que fueron decisiones de honestidad, ineludibles, destino personal.
Eso es todo. Yo era eso, estaba en mi obedecer.
¿Obedecer a quién y a qué?
Difícil respuesta.
En los tiempos antiguos la palabra " Dios" era impronunciable.
Las palabras no alcanzan esa cumbre.
Somos libres. Hay que mirar de frente, no quejarse, vivir con valor, la belleza está por doquier, abrir los ojos, seguir vivos, no matar al ser que hay en nosotros en nombre de mil cosas que podrían haber sido y no fueron.
Lo mejor es lo que sucede, dicen los campesinos.
Creo más veraz decir escuetamente: Lo que sucede es.
¿Cómo entonces no admitir la dificultad de creer en lo que no vemos?
La fe es necesaria porque atraviesa oscuridades.
Creemos a pesar de que la racionalidad básica nos lleve a lo material, creemos sin razón, y sin embargo sabemos que esa fe forma parte de nuestro código genético, como el miedo que nos protege de la serpiente o el gesto de cerrar los ojos y no mirar nunca directamente al sol.
La fe es una raíz que nos une hasta las alturas de los cielos, hasta la última profundidad de la tierra.
La fe estuvo en mis decisiones más importantes, las que han conformado mi ser en esta vida, sabía que elegía lo único que me salvaría.
Las demás elecciones podrían haber sido más practicas, más convenientes, más cómodas, más apetecibles, aparecían revestidas de la brillantez y la ilusión.
Pero ahí adentro persistía esa voz susurrante, tenaz que me indicaba otra dirección.
¿Fueron acertadas esas decisiones?
¡Ah! sería arrogante afirmarlo.
La verdad es que fueron decisiones de honestidad, ineludibles, destino personal.
Eso es todo. Yo era eso, estaba en mi obedecer.
¿Obedecer a quién y a qué?
Difícil respuesta.
En los tiempos antiguos la palabra " Dios" era impronunciable.
Las palabras no alcanzan esa cumbre.
Somos libres. Hay que mirar de frente, no quejarse, vivir con valor, la belleza está por doquier, abrir los ojos, seguir vivos, no matar al ser que hay en nosotros en nombre de mil cosas que podrían haber sido y no fueron.
Lo mejor es lo que sucede, dicen los campesinos.
Creo más veraz decir escuetamente: Lo que sucede es.
viernes, 8 de junio de 2018
VIEJO PRODIGIO
Pintar con la parte original, pintar desde el primer impulso, pintar olvidando todo lo leído, todos los cuadros vistos, todo lo adquirido.
Ya en el umbral de la última parte de la vida, activar la espontaneidad, la ilusión primera, el juego mágico, pintar con el corazón, con el ritmo perfecto del latido sano, huir de la parálisis técnica, del sobre análisis, dejar que sea el propio cuadro el que te lleve en volandas hasta la sabiduría del viejo que nunca jamás perderá la ilusión del niño.
En casi todo se va perdiendo, mas en la pintura se va creciendo hasta llegar al viejo prodigio.
Casi me da vergüenza reconocer la felicidad del silencio en el Estudio, el estado de gracia que llega tras horas pintando, la eternidad y la cercanía del misterio, el juego sagrado de la imagen creada, del hombre que deja su huella y el temblor de su incertidumbre.
Y como en un sortilegio, acaba sellando su testimonio rotundo, su asidero y su fe.
Ya en el umbral de la última parte de la vida, activar la espontaneidad, la ilusión primera, el juego mágico, pintar con el corazón, con el ritmo perfecto del latido sano, huir de la parálisis técnica, del sobre análisis, dejar que sea el propio cuadro el que te lleve en volandas hasta la sabiduría del viejo que nunca jamás perderá la ilusión del niño.
En casi todo se va perdiendo, mas en la pintura se va creciendo hasta llegar al viejo prodigio.
Casi me da vergüenza reconocer la felicidad del silencio en el Estudio, el estado de gracia que llega tras horas pintando, la eternidad y la cercanía del misterio, el juego sagrado de la imagen creada, del hombre que deja su huella y el temblor de su incertidumbre.
Y como en un sortilegio, acaba sellando su testimonio rotundo, su asidero y su fe.
viernes, 1 de junio de 2018
ZIDANE II
Algunas consideraciones:
Un general no abandona a su suerte a los soldados que le han hecho ganar guerras.
Antes se inmola a si mismo en la primera fila de la siguiente batalla.
Por encima de los nombres, de las propiedades, de las empresas, de los ejércitos, de las naciones, sí, están los individuos, las personas, el ser humano. Si faltas el respeto a un solo ser, estás hiriendo de muerte a cualquier colectivo formado por personas.
Ya sé que estas consideraciones no son tenidas en cuenta por la mayoría, pero la primera ley es siempre el amor, lo demás es secundario.
Amor al trabajo, amor al grupo, amor a las personas.
En nombre de La patria, en nombre de La Religión, en nombre de la Empresa que está por encima de ti y de mi, yo te borro del mapa y te fulmino. Esa es la gran mentira, ese es el inicio de toda prepotencia y acaba en el fanatismo, en la dictadura, en el abuso y en el atropello de los derechos básicos del individuo.
Me gusta el General que ha dimitido, me gusta Zidane que ha preferido agradecer a sus soldados los servicios prestados.
Es su último gran legado.
Deben llegar los cambios.
Así que me cambio a mi mismo.
Su último gran ejemplo.
Un general no abandona a su suerte a los soldados que le han hecho ganar guerras.
Antes se inmola a si mismo en la primera fila de la siguiente batalla.
Por encima de los nombres, de las propiedades, de las empresas, de los ejércitos, de las naciones, sí, están los individuos, las personas, el ser humano. Si faltas el respeto a un solo ser, estás hiriendo de muerte a cualquier colectivo formado por personas.
Ya sé que estas consideraciones no son tenidas en cuenta por la mayoría, pero la primera ley es siempre el amor, lo demás es secundario.
Amor al trabajo, amor al grupo, amor a las personas.
En nombre de La patria, en nombre de La Religión, en nombre de la Empresa que está por encima de ti y de mi, yo te borro del mapa y te fulmino. Esa es la gran mentira, ese es el inicio de toda prepotencia y acaba en el fanatismo, en la dictadura, en el abuso y en el atropello de los derechos básicos del individuo.
Me gusta el General que ha dimitido, me gusta Zidane que ha preferido agradecer a sus soldados los servicios prestados.
Es su último gran legado.
Deben llegar los cambios.
Así que me cambio a mi mismo.
Su último gran ejemplo.
jueves, 31 de mayo de 2018
ZIDANE EN EL CIELO DE MADRID
No ha nacido en España, acaba de dimitir, nos pilla a todos por sorpresa porque se va en la cumbre, recién ganada su tercera copa de Europa consecutiva.
Zidane.
Me sorprende porque duele en el corazón, y cuando una persona atraviesa las fronteras hasta llegarte adentro, eso es más importante que el triunfo o la derrota. Es su estilo, sus respuestas humildes, y él lo era de una forma desarmante, su sonrisa dejaba sin argumentos a los desafiantes y envidiosos, la razón de sus triunfos era siempre mérito de sus jugadores, del trabajo, estaba a la altura de su talento, jamás un mal gesto, jamás una cobardía, se ha ido un señor deportista, con personalidad, sin doblegarse ni arrodillarse ante nadie, sin levantar tampoco la nariz, sin ponerse de puntillas, deja un palmarés inigualable, un aire de elegancia, ha hecho más grande la leyenda del Real Madrid, y él es tan grande que no necesita presumir.
Se ha ido en un País en el que nadie dimite.
Haga lo que haga de aquí en adelante, tendrá la única dificultad de estar a la altura de si mismo, sabemos que contagiará leyenda sobre cualquier tierra que pise.
Gracias Zidane, es difícil saber perder, es aún más difícil saber ganar, y tú has dejado un ejemplo y un historial de victorias estelares, va a ser muy duro descender de tu gloria tan alta.
Zidane.
Me sorprende porque duele en el corazón, y cuando una persona atraviesa las fronteras hasta llegarte adentro, eso es más importante que el triunfo o la derrota. Es su estilo, sus respuestas humildes, y él lo era de una forma desarmante, su sonrisa dejaba sin argumentos a los desafiantes y envidiosos, la razón de sus triunfos era siempre mérito de sus jugadores, del trabajo, estaba a la altura de su talento, jamás un mal gesto, jamás una cobardía, se ha ido un señor deportista, con personalidad, sin doblegarse ni arrodillarse ante nadie, sin levantar tampoco la nariz, sin ponerse de puntillas, deja un palmarés inigualable, un aire de elegancia, ha hecho más grande la leyenda del Real Madrid, y él es tan grande que no necesita presumir.
Se ha ido en un País en el que nadie dimite.
Haga lo que haga de aquí en adelante, tendrá la única dificultad de estar a la altura de si mismo, sabemos que contagiará leyenda sobre cualquier tierra que pise.
Gracias Zidane, es difícil saber perder, es aún más difícil saber ganar, y tú has dejado un ejemplo y un historial de victorias estelares, va a ser muy duro descender de tu gloria tan alta.
jueves, 24 de mayo de 2018
BEBER DE LA COPA
Intentar entender al creador, sea poeta, músico o pintor, leer las biografías documentadas de esos seres humanos, en algún momento geniales, en algún otro vulgares o egocéntricos o perversos, está siempre basado en nuestra curiosidad, en nuestra necesidad de indagación, creemos que el conocimiento de las causas primeras nos desvelará el misterioso mundo de la creación artística.
Pero acaba siendo cotilleo intelectual, cotilleo sentimental. La verdad es que los versos de Rilke son la depuración de su alma en un momento de inspiración y de lucidez, lejos ya de sus protectoras damas aristocráticas, la verdad es que las sinfonías de Mozart poco tenían que ver con su pretendido carácter infantil, la verdad es que el arte es una cumbre y es mejor beber de ese vaso directamente.
Pero acaba siendo cotilleo intelectual, cotilleo sentimental. La verdad es que los versos de Rilke son la depuración de su alma en un momento de inspiración y de lucidez, lejos ya de sus protectoras damas aristocráticas, la verdad es que las sinfonías de Mozart poco tenían que ver con su pretendido carácter infantil, la verdad es que el arte es una cumbre y es mejor beber de ese vaso directamente.
viernes, 4 de mayo de 2018
IRLANDA , CARTA DESDE EL INTERNADO, 1965
Mamá y Papá, estoy muy bien y me acuerdo mucho de todos de Miguel de Mónica de Carchín de Maru y de Elisa
y lo paso muy bien con Javi y Rafael
y la cama es muy cómoda
hay 8 niños españoles con Javi y yo
Tengo muchos amigos que son muy simpáticos
he aprendido un poco de inglés pero sólo palabras
y la comida es muy buena la carne me gusta mucho
y los caballos son muy bonitos casi todos son ponis
y la máquina de cortar hierba es muy rara
y en la clase siempre hay una avispa ya hemos matado tres
Y los taxis que veo me recuerdan y los aviones a ti
y me da mucha pena quiero ir pronto a Madrid me acuerdo mucho de todos
duermo muy bien
ESTOY MUY ALEGRE Y UN POQUITO TRISTE
Las botas de futbol me han servido mucho y hay un gordito que corre mucho
El colegio es muy bonito
Estoy muy bien y Javi también
Un saludo de La madre Etna
Un beso de
Pedro
Quizá este sería mi mejor autorretrato, lo escribí hace más de 50 años, no cambiamos, apenas nada...
y lo paso muy bien con Javi y Rafael
y la cama es muy cómoda
hay 8 niños españoles con Javi y yo
Tengo muchos amigos que son muy simpáticos
he aprendido un poco de inglés pero sólo palabras
y la comida es muy buena la carne me gusta mucho
y los caballos son muy bonitos casi todos son ponis
y la máquina de cortar hierba es muy rara
y en la clase siempre hay una avispa ya hemos matado tres
Y los taxis que veo me recuerdan y los aviones a ti
y me da mucha pena quiero ir pronto a Madrid me acuerdo mucho de todos
duermo muy bien
ESTOY MUY ALEGRE Y UN POQUITO TRISTE
Las botas de futbol me han servido mucho y hay un gordito que corre mucho
El colegio es muy bonito
Estoy muy bien y Javi también
Un saludo de La madre Etna
Un beso de
Pedro
Quizá este sería mi mejor autorretrato, lo escribí hace más de 50 años, no cambiamos, apenas nada...
jueves, 26 de abril de 2018
WILD DARKNESS III
Volvamos sobre lo humano y lo divino, sobre lo racional y el misterioso mundo subterráneo que mueve nuestros hilos desde las profundidades.
Volvamos al deporte que es un banco de pruebas sobre el tapete verde, donde podemos observar el comportamiento humano. El jugador de golf profesional que tiene un Lob Wedge de 40 metros y se está jugando el torneo, o se está jugando la clasificación para pasar el corte, o simplemente, su permanencia en su privilegiada categoría: Para poder hacer ese golpe con fluidez y precisión y así soltar el golpe sin interferencias mentales ni bloqueos físicos, debe haber ensayado ese gesto miles de veces, en un ejercicio de voluntad y disciplina táctica, desde el conocimiento geométrico de la trayectoria de su movimiento, ensayando el ritmo perfecto para que el cuerpo y las manos que dirigen la cabeza del palo vayan en su justo punto y no se desvíen un solo milímetro. Debe tener la precisión de un cirujano operando el cerebro. El aficionado que contempla ese golpe, admira la elegancia y el temple del movimiento y se emociona al ver posarse la bola, como una mariposa, junto al bandera en el green. Eso ocurre así en la mayoría de las veces, pues el profesional ha trabajado, desde este mundo, para arrastrar el movimiento perfecto y llevarlo al submundo interior hasta hacerlo suyo de verdad, totalmente, convertirlo en una segunda naturaleza que integra lo racional y lo irracional, lo humano y lo divino . Se ha ejercitado tanto que se ha conseguido llegar a la originalidad del movimiento natural, como la onda de David que derribó a Goliat, como el salto de altura de Fosbury, como el inacabable salto de longitud de Bob Beamon, como todos esos instantes detenidos en la eternidad, suspendidos entre todos los tiempos, que nos regaló el genio de Severiano Ballesteros. Él sabe como creó esos golpes mágicos, practicando en la playa de Pedreña, de forma autodidacta, hasta convertir al humano en divino.
En ese gesto coordinado y conseguido, el hombre por un segundo, es un dios.
Así ocurre con todos los planos, para fundirlos en uno solo, hay que atravesar la noche oscura de San Juan De La Cruz. El salto de Nijinski salvajemente bello, fusionaba la locura y el misticismo, la naturaleza humana con la animal, subido en el escenario, lo humano de Nijinski transitaba hacia otros territorios sagrados y misteriosos.
Podemos elegir el terreno por el que transitar.
Con mucha humildad, como peones de nuestro oficio, día a día cumplir la tarea.
Somos libres.
Elige ser gordo o esbelto.
Elige comer donuts hasta saciarte o comer sobriamente.
Elige ser generoso o egoista.
Y practica el gesto de la bondad, que es la inteligencia suprema, hasta que tú mismo te convenzas de que esa es tu verdadera naturaleza: Tu verdad absoluta, allá y aquí.
No es una herencia.
No lo podrás grabar ni registrar, no lo podrás definir.
Es la pincelada Zen.
La oración murmurada y silenciosa.
La canción íntima.
La última pedalada en la que se dejó atrás el dolor.
El gesto fluido.
La gran palabra con la inicial mayúscula, no la pronuncies, siéntela.
Volvamos al deporte que es un banco de pruebas sobre el tapete verde, donde podemos observar el comportamiento humano. El jugador de golf profesional que tiene un Lob Wedge de 40 metros y se está jugando el torneo, o se está jugando la clasificación para pasar el corte, o simplemente, su permanencia en su privilegiada categoría: Para poder hacer ese golpe con fluidez y precisión y así soltar el golpe sin interferencias mentales ni bloqueos físicos, debe haber ensayado ese gesto miles de veces, en un ejercicio de voluntad y disciplina táctica, desde el conocimiento geométrico de la trayectoria de su movimiento, ensayando el ritmo perfecto para que el cuerpo y las manos que dirigen la cabeza del palo vayan en su justo punto y no se desvíen un solo milímetro. Debe tener la precisión de un cirujano operando el cerebro. El aficionado que contempla ese golpe, admira la elegancia y el temple del movimiento y se emociona al ver posarse la bola, como una mariposa, junto al bandera en el green. Eso ocurre así en la mayoría de las veces, pues el profesional ha trabajado, desde este mundo, para arrastrar el movimiento perfecto y llevarlo al submundo interior hasta hacerlo suyo de verdad, totalmente, convertirlo en una segunda naturaleza que integra lo racional y lo irracional, lo humano y lo divino . Se ha ejercitado tanto que se ha conseguido llegar a la originalidad del movimiento natural, como la onda de David que derribó a Goliat, como el salto de altura de Fosbury, como el inacabable salto de longitud de Bob Beamon, como todos esos instantes detenidos en la eternidad, suspendidos entre todos los tiempos, que nos regaló el genio de Severiano Ballesteros. Él sabe como creó esos golpes mágicos, practicando en la playa de Pedreña, de forma autodidacta, hasta convertir al humano en divino.
En ese gesto coordinado y conseguido, el hombre por un segundo, es un dios.
Así ocurre con todos los planos, para fundirlos en uno solo, hay que atravesar la noche oscura de San Juan De La Cruz. El salto de Nijinski salvajemente bello, fusionaba la locura y el misticismo, la naturaleza humana con la animal, subido en el escenario, lo humano de Nijinski transitaba hacia otros territorios sagrados y misteriosos.
Podemos elegir el terreno por el que transitar.
Con mucha humildad, como peones de nuestro oficio, día a día cumplir la tarea.
Somos libres.
Elige ser gordo o esbelto.
Elige comer donuts hasta saciarte o comer sobriamente.
Elige ser generoso o egoista.
Y practica el gesto de la bondad, que es la inteligencia suprema, hasta que tú mismo te convenzas de que esa es tu verdadera naturaleza: Tu verdad absoluta, allá y aquí.
No es una herencia.
No lo podrás grabar ni registrar, no lo podrás definir.
Es la pincelada Zen.
La oración murmurada y silenciosa.
La canción íntima.
La última pedalada en la que se dejó atrás el dolor.
El gesto fluido.
La gran palabra con la inicial mayúscula, no la pronuncies, siéntela.
miércoles, 25 de abril de 2018
WILD DARKNESS II
Todo lo que sucede en el mundo conocido, ese mundo en el que podemos influir con el ejercicio de la voluntad, de la disciplina, del esfuerzo, nos depara metas que siguen estando dentro de lo establecido, de lo programado: es lo que creemos identificar refiriéndonos a lo humano.
Llega un momento en el que el esfuerzo pleno, puede llevarnos a la melancolía, hasta el hartazgo de las metas conseguidas, que se lo pregunten a los deportistas que vagan saciados de victorias y reconocimiento y acaban perdidos en los alucinógenos. Pues todos, todos, somos atraídos por las fuerzas oscuras, esas que nos sacan de nosotros mismos, esas que no podemos dominar, esas que parecen caer del cielo o del infierno sin que nosotros hagamos nada para merecerlas o padecerlas.
Pero la vida no es controlable, y ante el terror de ser zarandeados por el destino oscuro, recurrimos a la mitología, a la religión, a la mística y a su origen misterioso y mágico, a toda esa corriente que está más allá de nuestra mente limitada.
Estamos desamparados y no queremos sentir el abandono.
El amor es infinito, pero nosotros no. No nos basta con la figura de Dios, hace falta recrear toda esa fuerza destructiva que encarna el Demonio, el ángel caído, Lucifer.
Dividimos y separamos el mal del bien, la luz de la sombra, pero es un razonamiento incipiente e infantil, la naturaleza de las cosas es integral, multiforme, somos santos y asesinos, la belleza se marchita y la putrefacción es tan natural como la virginidad del cuerpo inmaculado y adolescente.
Nos atrae lo que no entendemos, lo que nos obliga a arrodillarnos, nos sentimos sublimes cuando avistamos el misterio, nos sentimos aterrorizados ante la muerte infantil, Dios no puede ser tan cruel... Dios está más allá de nuestro entendimiento, Lucifer está más allá de nuestra comprensión, el holocausto existe, los asesinos acaban siendo estrellas en las grandes pantallas del cine, Hannibal Lecter.
El mundo adora la belleza, porque es un don, no es alcanzable por esfuerzo, el mundo adora a Mozart que compuso sinfonías a los siete años, Salieri queda en esta orilla, en la del músico esforzado, lejos de la inspiración divina.
Cristiano Ronaldo logra sus metas en el gimnasio, tallando su musculatura de atleta, se va superando pues ha encontrado enfrente un rival inspirado, un genio que lleva el balón pegado al pie y hace goles individuales dibujados por dios, Ronaldo es humano y bello, Messi es bajito y divino.
El enamoramiento nos transporta al mundo mágico de la sinrazón, el matrimonio nos devuelve al mundo de los hombres, con la pesada tarea diaria de generosidad y sacrificio para conservar el equilibrio emocional.
¡Ah! El músico que logra la melodía perfecta sabe que esa no es todavía la música celestial, por eso los Beatles dedicaron una canción a Lucy in the Sky with Diamonds.
Lucha de Gigantes, WILD DARKNESS.
Llega un momento en el que el esfuerzo pleno, puede llevarnos a la melancolía, hasta el hartazgo de las metas conseguidas, que se lo pregunten a los deportistas que vagan saciados de victorias y reconocimiento y acaban perdidos en los alucinógenos. Pues todos, todos, somos atraídos por las fuerzas oscuras, esas que nos sacan de nosotros mismos, esas que no podemos dominar, esas que parecen caer del cielo o del infierno sin que nosotros hagamos nada para merecerlas o padecerlas.
Pero la vida no es controlable, y ante el terror de ser zarandeados por el destino oscuro, recurrimos a la mitología, a la religión, a la mística y a su origen misterioso y mágico, a toda esa corriente que está más allá de nuestra mente limitada.
Estamos desamparados y no queremos sentir el abandono.
El amor es infinito, pero nosotros no. No nos basta con la figura de Dios, hace falta recrear toda esa fuerza destructiva que encarna el Demonio, el ángel caído, Lucifer.
Dividimos y separamos el mal del bien, la luz de la sombra, pero es un razonamiento incipiente e infantil, la naturaleza de las cosas es integral, multiforme, somos santos y asesinos, la belleza se marchita y la putrefacción es tan natural como la virginidad del cuerpo inmaculado y adolescente.
Nos atrae lo que no entendemos, lo que nos obliga a arrodillarnos, nos sentimos sublimes cuando avistamos el misterio, nos sentimos aterrorizados ante la muerte infantil, Dios no puede ser tan cruel... Dios está más allá de nuestro entendimiento, Lucifer está más allá de nuestra comprensión, el holocausto existe, los asesinos acaban siendo estrellas en las grandes pantallas del cine, Hannibal Lecter.
El mundo adora la belleza, porque es un don, no es alcanzable por esfuerzo, el mundo adora a Mozart que compuso sinfonías a los siete años, Salieri queda en esta orilla, en la del músico esforzado, lejos de la inspiración divina.
Cristiano Ronaldo logra sus metas en el gimnasio, tallando su musculatura de atleta, se va superando pues ha encontrado enfrente un rival inspirado, un genio que lleva el balón pegado al pie y hace goles individuales dibujados por dios, Ronaldo es humano y bello, Messi es bajito y divino.
El enamoramiento nos transporta al mundo mágico de la sinrazón, el matrimonio nos devuelve al mundo de los hombres, con la pesada tarea diaria de generosidad y sacrificio para conservar el equilibrio emocional.
¡Ah! El músico que logra la melodía perfecta sabe que esa no es todavía la música celestial, por eso los Beatles dedicaron una canción a Lucy in the Sky with Diamonds.
Lucha de Gigantes, WILD DARKNESS.
viernes, 20 de abril de 2018
DIBUJO ABIERTO, DIBUJO CERRADO
Mi amigo Hide Hiko dibuja una maraña de lineas en busca del volumen o quizá en busca del misterio, Egon Schiele aborda sus figuras con una linea única y las rodea de un halo blanco, pues cada figura lleva su propio halo. Dibujos abiertos o cerrados, no hay mandamientos, hay autenticidad y esta puede ser inversa de un humano a otro, no hay verdades absolutas, no existe el ideal perfecto, aunque nos apriete el deseo, aunque esté ahí el anhelo.
Hay parejas de dos, y de tres y de cuatro, hay parejas de uno, pues se puede amar durante toda la vida a una persona y no ser nunca correspondido, hay parejas del mismo sexo, hay parejas que se aman sin sexo y hay parejas con sexo y sin amor.
Y ahora dibuja con letras de acero los mandamientos que tú quieras imponer y la naturaleza seguirá su propio curso, riéndose de tu obcecación.
Mantequilla o aceite de oliva virgen extra, miel o azúcar, quizá otro ideal sería elegir no elegir, dejar que la naturaleza abierta de todas las cosas nos vaya arrastrando con su corriente discontinua de una orilla a la otra, flotar sin ofrecer resistencia y sin hundirse y dejar que la aventura no tenga nombre ni objetivo ni meta.
Hay parejas de dos, y de tres y de cuatro, hay parejas de uno, pues se puede amar durante toda la vida a una persona y no ser nunca correspondido, hay parejas del mismo sexo, hay parejas que se aman sin sexo y hay parejas con sexo y sin amor.
Y ahora dibuja con letras de acero los mandamientos que tú quieras imponer y la naturaleza seguirá su propio curso, riéndose de tu obcecación.
Mantequilla o aceite de oliva virgen extra, miel o azúcar, quizá otro ideal sería elegir no elegir, dejar que la naturaleza abierta de todas las cosas nos vaya arrastrando con su corriente discontinua de una orilla a la otra, flotar sin ofrecer resistencia y sin hundirse y dejar que la aventura no tenga nombre ni objetivo ni meta.
ESCARABAJOS
Pintar porque uno tiene fe en si mismo, amar porque uno es correspondido, vivir pues la misma existencia es.
Y por qué no ir justo en la dirección contraria...
Y por qué no pintar sin fe, y por qué no amar aunque no haya una respuesta, porque no vivir sin sentido, obrar porque uno no necesita coronas, vivir en silencio en una lejana orilla, salvando al náufrago, recibiendo el sol tumbado en la arena, recogiendo el fruto caído del árbol.
Algún día hay que quemar todos los libros de autoayuda, algún día hay que abandonar los manuales de comportamiento, dejar en el armario el correcto traje gris, y vestir mezclando las épocas y las culturas, olvidar la edad, olvidar el género, y sentir, vivir sin castigos ni recompensas, pintar con el propio sentir, amar a los perros y a los árboles, sentirse perdido entre las amadas personas que nos decepcionan, a las que inevitablemente decepcionaremos, y tener la mirada perdida en la última nube del cielo y enfocar al milímetro, pasado un solo segundo, el escarabajo brillante que circula bajo nuestros pasos.
Y por qué no ir justo en la dirección contraria...
Y por qué no pintar sin fe, y por qué no amar aunque no haya una respuesta, porque no vivir sin sentido, obrar porque uno no necesita coronas, vivir en silencio en una lejana orilla, salvando al náufrago, recibiendo el sol tumbado en la arena, recogiendo el fruto caído del árbol.
Algún día hay que quemar todos los libros de autoayuda, algún día hay que abandonar los manuales de comportamiento, dejar en el armario el correcto traje gris, y vestir mezclando las épocas y las culturas, olvidar la edad, olvidar el género, y sentir, vivir sin castigos ni recompensas, pintar con el propio sentir, amar a los perros y a los árboles, sentirse perdido entre las amadas personas que nos decepcionan, a las que inevitablemente decepcionaremos, y tener la mirada perdida en la última nube del cielo y enfocar al milímetro, pasado un solo segundo, el escarabajo brillante que circula bajo nuestros pasos.
viernes, 13 de abril de 2018
DEPORTISTAS
Se habla de un penalti que fue o no fue, se habla del segundo final que puede cambiar la historia de un club, de una copa de Europa, de una trayectoria de injusticias arbitrales," bla, bla, bla"...
Me quedo con el abrazo y el beso entre Ronaldo y Buffon, dos leyendas vivas, dos enemigos deportivos que se respetan y se admiran como deportistas y como hombres, también en la virilidad musculosa y en la testosterona hay espacio para el respeto y la ternura, la valoración sopesada después de la batalla sin piedad en el terreno de juego.
Se habla de cómo todo un campeón vigente del Masters, Sergio García, puede hacerse trece golpes en un par 5, tirando 5 bolas al agua. Le han crucificado en la prensa, quizá más por sus declaraciones que por la ejecución de sus golpes.
Le ocurrió a Roberto De Vicenzo, él se ganó en verdad la oportunidad de desempatar un Masters y salir a jugar el Play off, pero su compañero de partido, Tommy Aaron, le sumó un 4 en el hoyo 17 en vez del 3 para birdie que en realidad había hecho. Él no le echó la culpa al error de su rival, que le impidió esa posibilidad de triunfo que se había ganado en el campo, simplemente dijo: " -Fui estúpido al firmar mi tarjeta sin repasar mi resultado-"
La historia del deporte está llena de cumbres emocionales y abismos desoladores que parecen derrotas insalvables, pero están las resurrecciones, los grandes remontan el vuelo, parecen eternos, lo son realmente.
De Vicenzo está ya para siempre en lo más alto del pedestal, quién lo duda.
Miguel Induráin sigue fulminando la contrarreloj de todos los veranos de nuestra vida, sigue coronando los puertos con su cadencia ligera, su máscara inexpresiva y su maillot abrochado, como si el calor no existiera.
Los grandes rivales se respetan, saben de su insondable soledad, saben hasta que punto han llegado más allá en el territorio sagrado del dolor físico y mental, saben cuanta hambre han tenido que pasar para conseguir el cuerpo ligero y la musculatura potente, saben las horas interminables en la soledad del entrenamiento, saben que sin fe en si mismos no hubieran podido soportar la carga inhumana de trabajo que requería la consecución de sus planes, la conquista de sus cumbres, la indiferencia lograda para soportar todas las críticas injustas. Saben mucho de victorias y derrotas.
Me hacen gracia los eruditos que hablan de los deportistas como seres infantiles e indocumentados.
El deporte profesional te hace subir por la escalera de la vida y pasar por cada peldaño del aprendizaje vital.
Basta leer a Harvey Penick, el gran profesor de golf, Maestro de Tom Kite y de Ben Crenshaw, para colocarle en su verdadero estadio de sabio. Él era mucho más que un excelso instructor de golf que ascendió a venerable Maestro desde su primera condición de caddie.
Los que tienen la valentía de seguir sus vocaciones de deportistas, tienen ante si, la gran oportunidad de aprender, de llegar a lo más profundo del sentir humano tanto en la cumbre de los cielos como en el abismo de los infiernos.
Yo les bendigo porque ellos cargan con sus cruces y a nosotros nos hacen felices.
jueves, 29 de marzo de 2018
LA CASA JUNTO AL MAR
" Occidente morirá en su riqueza"
Leo una entrevista a Robert Guediguain, de él es la frase que encabeza este texto.
Acabo de ver " La Casa junto al Mar".
Llegué a la sala de cine cansado y al principio de la película me dormí, es premioso el comienzo y gradualmente la historia va tomando cuerpo; es una película hermosa, inteligente, llena de humanidad real, ni buenos ni malos, gente sensible que lucha por encontrar verdad y belleza, que sufren el paso del tiempo que va enterrando paisajes pretéritos y valores en desuso. Hay melancolía y hay siempre una luz en el horizonte, hay verdad y hay amor, así que la belleza se impone aunque la tristeza de toda vida esté presente.
Y es tan cierto que la riqueza aleja de lo esencial, que la depresión reina en los palacios, que la mística está en la voz de unos niños que gritan hacia arriba, esperando oír en el eco de sus voces la respuesta del hermano pequeño muerto, enterrado en la ladera de una playa lejana.
La muerte también extiende sus raíces.
Leo una entrevista a Robert Guediguain, de él es la frase que encabeza este texto.
Acabo de ver " La Casa junto al Mar".
Llegué a la sala de cine cansado y al principio de la película me dormí, es premioso el comienzo y gradualmente la historia va tomando cuerpo; es una película hermosa, inteligente, llena de humanidad real, ni buenos ni malos, gente sensible que lucha por encontrar verdad y belleza, que sufren el paso del tiempo que va enterrando paisajes pretéritos y valores en desuso. Hay melancolía y hay siempre una luz en el horizonte, hay verdad y hay amor, así que la belleza se impone aunque la tristeza de toda vida esté presente.
Y es tan cierto que la riqueza aleja de lo esencial, que la depresión reina en los palacios, que la mística está en la voz de unos niños que gritan hacia arriba, esperando oír en el eco de sus voces la respuesta del hermano pequeño muerto, enterrado en la ladera de una playa lejana.
La muerte también extiende sus raíces.
martes, 20 de marzo de 2018
MARIANO FORTUNY
Fortuny en el Prado.
Creo que es el pintor con mejor toque, con el grafismo alado que todo pintor quisiera tener, con el don y el talento exacto para la pintura pura.
Quizá abusó de arabescos y pinturas detallistas de casacones aterciopelados, pero eso le hacía ganarse la vida muy bien, y además lo hacía como un buen torero gustándose en su temple y al natural.
Al ver sus estudios de paisajes, breves bocetos casi vacíos, sentía que nadie, verdaderamente nadie, ha pintado tan bien la levedad. Morandi y Zoran Music, por poner dos ejemplos de pintores tan cercanos al despojo y a la humildad, al desapego de la brillantez, caerían rendidos ante esa acuarelas sencillas y esos óleos de paisajes místicos, apenas el cielo azul y una tierra vacía sin referencia alguna. Y son cuadros de un virtuoso que deja atrás todo efectismo y pone ante nuestros ojos una pintura inmaculada, esencial, hasta los físicos cuánticos verían la revelación en esas pinturas milagrosas e inspiradas. La desintegración de millones de átomos que conforman el sueño de la materia y a la vez los límites y los contornos forman sucesivas apariencias de un todo armónico integrado en una realidad superior. Eso lo explica Fortuny con pigmentos y un pincel único y mágico.
Él si llegó a la pincelada total a la que aspiraban los pintores Zen.
Y el matiz sorprendente del color, en las sombras y en la luz, un color suyo, elegante, de una sobriedad brillante en la que armonizan los contrarios.
Me gustó también ver al Fortuny mecenas, mentor del niño pintor prodigio, Antonio Mancini, mi pintor favorito, napolitano. Y la conexión con Vicenzo Gémito, escultor prodigioso, que retrató a Fortuny en una terracota llena de verdad y belleza. Gémito le hizo también un retrato insuperable a Verdi. ¡ Que grandes, que reunión de talento y verdad, que oficio trascendido, que sabiduría llena de nobleza! El arte, todavía entonces, merodeaba el misterio.
Recordaba a mi Maestro Espert, pensé en cuanto hubiera disfrutado con esta exposición, con sus tres adorados colegas, Fortuny, Mancini, Gémito.
Esos cielos azules de Fortuny rotos por las nubes en movimiento.
Creí haber escuchado al mismo Fortuny, hablarme al oído...Me decía con palabras entrecortadas:
-"La felicidad es esa sencillez de las nubes en el cielo"-
Le respondí al Maestro con una pregunta:
- " ¿ Dónde esa levedad, dónde esa luz, dónde tanta belleza?"-
Creo que es el pintor con mejor toque, con el grafismo alado que todo pintor quisiera tener, con el don y el talento exacto para la pintura pura.
Quizá abusó de arabescos y pinturas detallistas de casacones aterciopelados, pero eso le hacía ganarse la vida muy bien, y además lo hacía como un buen torero gustándose en su temple y al natural.
Al ver sus estudios de paisajes, breves bocetos casi vacíos, sentía que nadie, verdaderamente nadie, ha pintado tan bien la levedad. Morandi y Zoran Music, por poner dos ejemplos de pintores tan cercanos al despojo y a la humildad, al desapego de la brillantez, caerían rendidos ante esa acuarelas sencillas y esos óleos de paisajes místicos, apenas el cielo azul y una tierra vacía sin referencia alguna. Y son cuadros de un virtuoso que deja atrás todo efectismo y pone ante nuestros ojos una pintura inmaculada, esencial, hasta los físicos cuánticos verían la revelación en esas pinturas milagrosas e inspiradas. La desintegración de millones de átomos que conforman el sueño de la materia y a la vez los límites y los contornos forman sucesivas apariencias de un todo armónico integrado en una realidad superior. Eso lo explica Fortuny con pigmentos y un pincel único y mágico.
Él si llegó a la pincelada total a la que aspiraban los pintores Zen.
Y el matiz sorprendente del color, en las sombras y en la luz, un color suyo, elegante, de una sobriedad brillante en la que armonizan los contrarios.
Me gustó también ver al Fortuny mecenas, mentor del niño pintor prodigio, Antonio Mancini, mi pintor favorito, napolitano. Y la conexión con Vicenzo Gémito, escultor prodigioso, que retrató a Fortuny en una terracota llena de verdad y belleza. Gémito le hizo también un retrato insuperable a Verdi. ¡ Que grandes, que reunión de talento y verdad, que oficio trascendido, que sabiduría llena de nobleza! El arte, todavía entonces, merodeaba el misterio.
Recordaba a mi Maestro Espert, pensé en cuanto hubiera disfrutado con esta exposición, con sus tres adorados colegas, Fortuny, Mancini, Gémito.
Esos cielos azules de Fortuny rotos por las nubes en movimiento.
Creí haber escuchado al mismo Fortuny, hablarme al oído...Me decía con palabras entrecortadas:
-"La felicidad es esa sencillez de las nubes en el cielo"-
Le respondí al Maestro con una pregunta:
- " ¿ Dónde esa levedad, dónde esa luz, dónde tanta belleza?"-
COSTANILLA DE LOS DESAMPARADOS
Caminaba bajo la lluvia por la calle Costanilla de Los Desamparados, me dirigía hacia Amor de Dios, y cada portal bajo era un pequeño antro en el que se vendía Yoga, Autoayuda, bares y consuelo, tiendas vegetarianas: -" Aliméntese bien, tendrá así una figura perfecta y ninguna enfermedad perturbará su vida".
Como si la inmortalidad estuviera ahí, a la vuelta de la esquina, en la calle de Santa María.
Andaba algo desorientado, con dos disfraces en una percha que debía devolver a la tienda donde habían sido alquilados. Y mi propia vida me parecía una sucesión de disfraces varios, que me había ido poniendo, obligado, para ir encajando en la propia familia, en los estudios, en el lugar que a cada uno parece que le asignan para no ser considerado un bicho raro e inclasificable.
Y pensaba en una posible novela en la que un peatón despistado, yo mismo, iba entrando, en cada capítulo, en el bar, en la tienda macrobiótica, en el centro del yogui, en el confesionario de la iglesia, y a cada una de esas personas que vendían salvación, les iría contando los sucesos crudos de mi vida, así sencillamente, como quien suelta sapos por la boca, uno tras otro, al sacerdote, al psiquiatra, al filósofo, al de la barra del bar, a todos, a ver si alguien podría ofrecerme una clave nueva y distinta, a ver si alguien me descubría el lugar dónde hubieran pintado hoy un buen cuadro o compuesto una canción de verdad; o si en verdad existe una sola persona, en el vecindario, que viva sin mentiras o disfraces, alguien que quiera a sus padres y a sus hijos, enamorado de verdad de su mujer y que ame el trabajo diario con el que se gana la vida.
Y los sapos saltaban a mi alrededor viscosos y marrones, a cámara lenta, se hacían visibles y rotundos con letras claras, negro sobre blanco, en mis páginas imposibles, en esa novela que debería escribir para que se leyera como el documento de un delincuente, de un traidor, alguien que finalmente era algo distinto de lo esperado, opuesto a aquello en lo que fue educado. Una novela con un documento anexo en el que se indicara que debía leerse o publicarse cuando ya los padres hubiesen muerto, y los hermanos y los amores y los hijos. Cuando el tiempo ya hubiera enterrado a cuatro generaciones y los descendientes no pudieran sentir vergüenza de sus propias raíces.
Pues escribir y pintar de verdad, es en verdad impresentable.
Escribir y vivir en la transparencia, sin secretos, sin temor a herir a nadie, con la propia verdad por delante, vivir impunemente, como si fuéramos dioses inmunes a las lesiones o a la enfermedad, a la depresión, sólo pendientes de la embriaguez, de las pasiones, del momento cumbre.
¡ Ah ! ¡ Vaya quimera !
El que vive así es automáticamente desterrado, el que vive así acaba casándose con su propia soledad, con su propia grandeza, con su sola miseria.
Como si la inmortalidad estuviera ahí, a la vuelta de la esquina, en la calle de Santa María.
Andaba algo desorientado, con dos disfraces en una percha que debía devolver a la tienda donde habían sido alquilados. Y mi propia vida me parecía una sucesión de disfraces varios, que me había ido poniendo, obligado, para ir encajando en la propia familia, en los estudios, en el lugar que a cada uno parece que le asignan para no ser considerado un bicho raro e inclasificable.
Y pensaba en una posible novela en la que un peatón despistado, yo mismo, iba entrando, en cada capítulo, en el bar, en la tienda macrobiótica, en el centro del yogui, en el confesionario de la iglesia, y a cada una de esas personas que vendían salvación, les iría contando los sucesos crudos de mi vida, así sencillamente, como quien suelta sapos por la boca, uno tras otro, al sacerdote, al psiquiatra, al filósofo, al de la barra del bar, a todos, a ver si alguien podría ofrecerme una clave nueva y distinta, a ver si alguien me descubría el lugar dónde hubieran pintado hoy un buen cuadro o compuesto una canción de verdad; o si en verdad existe una sola persona, en el vecindario, que viva sin mentiras o disfraces, alguien que quiera a sus padres y a sus hijos, enamorado de verdad de su mujer y que ame el trabajo diario con el que se gana la vida.
Y los sapos saltaban a mi alrededor viscosos y marrones, a cámara lenta, se hacían visibles y rotundos con letras claras, negro sobre blanco, en mis páginas imposibles, en esa novela que debería escribir para que se leyera como el documento de un delincuente, de un traidor, alguien que finalmente era algo distinto de lo esperado, opuesto a aquello en lo que fue educado. Una novela con un documento anexo en el que se indicara que debía leerse o publicarse cuando ya los padres hubiesen muerto, y los hermanos y los amores y los hijos. Cuando el tiempo ya hubiera enterrado a cuatro generaciones y los descendientes no pudieran sentir vergüenza de sus propias raíces.
Pues escribir y pintar de verdad, es en verdad impresentable.
Escribir y vivir en la transparencia, sin secretos, sin temor a herir a nadie, con la propia verdad por delante, vivir impunemente, como si fuéramos dioses inmunes a las lesiones o a la enfermedad, a la depresión, sólo pendientes de la embriaguez, de las pasiones, del momento cumbre.
¡ Ah ! ¡ Vaya quimera !
El que vive así es automáticamente desterrado, el que vive así acaba casándose con su propia soledad, con su propia grandeza, con su sola miseria.
sábado, 3 de marzo de 2018
THIS WILD DARKNESS
¿ De dónde surgen las nuevas melodías que me devuelven el júbilo, los coros celestiales que aúnan el azul con la tierra roja y las rutilantes praderas ?. ¡Ah! La música, suena: " This Wild Darkness", y no me llega oscuridad sino la luz que jamás deberíamos perder, incluso cerrando los ojos predomina el éxtasis luminoso en la penumbra.
Está ahí, siempre, la salvaje oscuridad que dirige nuestros instintos, las imágenes que conforman nuestro cerebro, las directrices ocultas que nos impulsan por los misteriosos senderos por los que circulamos sin elegirlos.
Hay un perro en mi tejado y no sé si quiere tirarse al vacío o dominar el horizonte, el mismo perro que en el hogar es la paz y en el campo galopa sin fin y sin control hasta vomitar y caer desplomado con la boca llena de espuma.
Somos tantas cosas a la vez, ya no es un pesar ni la felicidad ni la tristeza, ni la creación ni la abstinencia, ni la actividad frenética ni la quietud.
Está ahí, siempre, la salvaje oscuridad que dirige nuestros instintos, las imágenes que conforman nuestro cerebro, las directrices ocultas que nos impulsan por los misteriosos senderos por los que circulamos sin elegirlos.
Hay un perro en mi tejado y no sé si quiere tirarse al vacío o dominar el horizonte, el mismo perro que en el hogar es la paz y en el campo galopa sin fin y sin control hasta vomitar y caer desplomado con la boca llena de espuma.
Somos tantas cosas a la vez, ya no es un pesar ni la felicidad ni la tristeza, ni la creación ni la abstinencia, ni la actividad frenética ni la quietud.
jueves, 8 de febrero de 2018
LUZ EN LAS TINIEBLAS
Hay desfiladeros por los que uno rueda arrastrado por una pedriza en avalancha.
Es como las tempestades y las borrascas.
Como las nevadas que permanecen inalterables ante el sol radiante.
Y miras y te encuentras en una linde que divide mundos distintos tan próximos, y quizá no perteneces a ninguno de los territorios divididos.
Estás suspendido en el aire, precipitándote al vacío, estás vivo y ya presientes la muerte y no estás muerto ni estás vivo, ni eres rico ni pobre, ni joven ni viejo, ni estúpido ni inteligente, ni estás triste ni contento.
" Ni miento ni me arrepiento, ni digo ni me desdigo"
Como Jorge Manrique, el guerrero poeta, atravieso los mundos y las fronteras, se puede escribir un verso y atravesar con la espada un corazón humano, somos así, seres divididos, almas radiantes y en pena, enamorados y furtivos, humanos y divinos y monstruosos.
Aquel mal profesor que nos quería hacer creer que o era blanco o era negro.
No voy a hablar de colores.
En la última hora de la pintura el color es ya sólo luz.
Es como las tempestades y las borrascas.
Como las nevadas que permanecen inalterables ante el sol radiante.
Y miras y te encuentras en una linde que divide mundos distintos tan próximos, y quizá no perteneces a ninguno de los territorios divididos.
Estás suspendido en el aire, precipitándote al vacío, estás vivo y ya presientes la muerte y no estás muerto ni estás vivo, ni eres rico ni pobre, ni joven ni viejo, ni estúpido ni inteligente, ni estás triste ni contento.
" Ni miento ni me arrepiento, ni digo ni me desdigo"
Como Jorge Manrique, el guerrero poeta, atravieso los mundos y las fronteras, se puede escribir un verso y atravesar con la espada un corazón humano, somos así, seres divididos, almas radiantes y en pena, enamorados y furtivos, humanos y divinos y monstruosos.
Aquel mal profesor que nos quería hacer creer que o era blanco o era negro.
No voy a hablar de colores.
En la última hora de la pintura el color es ya sólo luz.
lunes, 5 de febrero de 2018
PARAÍSO
Lagun dejó un agujero, un vacío, un residuo de belleza absoluta e incontaminada.
Ahora están con nosotros Dersu y Balthus, dos setters de Sonella. El cachorro Dersu vino a casa con algo menos de tres meses, y un mes después llegó Balthus, ya un perro adulto de un año y medio.
Vuelve a haber dos sombras blancas galopantes, vida animal intuitiva y misteriosa, con sus códigos primigenios, y entremedias el alma de Lagun, presente en mi corazón.
Sigue nevando, en los cielos cambiantes siguen sucediendo las lunas llenas y los nacientes rayos del sol de las mañanas frías y tristes, sigue habiendo una melancolía en la última hora de la tarde y yo no sé de dónde viene esa sensación de exilio, de que paraíso me expulsaron en qué tiempo remoto, pero los acantilados rocosos, las caminatas por el río boscoso, las subidas escarpadas alrededor del cerro de Layos con los perros, es una felicidad sin palabras, una vuelta al origen, a un paraíso de nombre olvidado, nuca perdido, por momentos recuperado.
Ahora están con nosotros Dersu y Balthus, dos setters de Sonella. El cachorro Dersu vino a casa con algo menos de tres meses, y un mes después llegó Balthus, ya un perro adulto de un año y medio.
Vuelve a haber dos sombras blancas galopantes, vida animal intuitiva y misteriosa, con sus códigos primigenios, y entremedias el alma de Lagun, presente en mi corazón.
Sigue nevando, en los cielos cambiantes siguen sucediendo las lunas llenas y los nacientes rayos del sol de las mañanas frías y tristes, sigue habiendo una melancolía en la última hora de la tarde y yo no sé de dónde viene esa sensación de exilio, de que paraíso me expulsaron en qué tiempo remoto, pero los acantilados rocosos, las caminatas por el río boscoso, las subidas escarpadas alrededor del cerro de Layos con los perros, es una felicidad sin palabras, una vuelta al origen, a un paraíso de nombre olvidado, nuca perdido, por momentos recuperado.
jueves, 25 de enero de 2018
ELLA SOLA
" Mi reino no es de este mundo"
El evangelio está lleno de verdades rotundas, verdades desnudas, verdades que atraviesan los tiempos y se elevan por encima del tiempo humano.
Que ingenuo pensar que el valor de una pintura se enjuicia por sus cualidades esenciales, más todavía si de lo que hablamos es de un retrato.
Pintar a un mendigo, a un indigente, pintar a un ser humano incógnito, parece que cuenta menos en los mundos del prestigio social que pintar a un ministro o a un rey.
La pintura es un valor en si misma.
Emociona por su cualidad abstracta, igual que la melodía dibujada en el aire por un virtuoso del violín.
Me sucedió en el auditorio de Madrid, asistí invitado a un concierto cantado por el Orfeón Donostiarra. Y en un momento dado, la solista de la orquesta, interpretó un solo sublime, ella sola y el silencio: y su música rompiéndome por dentro, llegando sin explicación posible hasta lo más recóndito del ser, más allá de las emociones, hasta la gran belleza y el alma de todo lo humano, en la misma frontera de la divinidad.
No importa el autor, no importa el personaje, Rey o mendigo, importa el gran arte y la hermandad sagrada que crea.
El evangelio está lleno de verdades rotundas, verdades desnudas, verdades que atraviesan los tiempos y se elevan por encima del tiempo humano.
Que ingenuo pensar que el valor de una pintura se enjuicia por sus cualidades esenciales, más todavía si de lo que hablamos es de un retrato.
Pintar a un mendigo, a un indigente, pintar a un ser humano incógnito, parece que cuenta menos en los mundos del prestigio social que pintar a un ministro o a un rey.
La pintura es un valor en si misma.
Emociona por su cualidad abstracta, igual que la melodía dibujada en el aire por un virtuoso del violín.
Me sucedió en el auditorio de Madrid, asistí invitado a un concierto cantado por el Orfeón Donostiarra. Y en un momento dado, la solista de la orquesta, interpretó un solo sublime, ella sola y el silencio: y su música rompiéndome por dentro, llegando sin explicación posible hasta lo más recóndito del ser, más allá de las emociones, hasta la gran belleza y el alma de todo lo humano, en la misma frontera de la divinidad.
No importa el autor, no importa el personaje, Rey o mendigo, importa el gran arte y la hermandad sagrada que crea.
martes, 16 de enero de 2018
SIN CARETA
En algún momento todo se puede desmoronar, lo único seguro es la fugacidad de las cosas, la misma esencia en todo lo vivo, el gran misterio de como desaparecemos, de las nubes pasajeras, del perfume marchito de las flores, de la muerte de los seres queridos, de la muerte en vida de los afectos.
Que pesadilla descubrir una nueva cara inesperada y decepcionante de alguna persona cercana.
Eso también es una muerte.
Un trago amargo.
Se sigue viviendo, se cambia de ruta, alteras las costumbres.
Y se aprende a vivir en el desapego.
Quizá la tristeza marque un nuevo surco en la frente, o cambie levemente el rictus de la boca.
Y hay que volver al centro de uno mismo, allá donde nada es tan grave, y solo importa...no, no,no lo voy a nombrar.
Lo sagrado no tiene límites ni puede ser definido con palabras o medios humanos.
Que pesadilla descubrir una nueva cara inesperada y decepcionante de alguna persona cercana.
Eso también es una muerte.
Un trago amargo.
Se sigue viviendo, se cambia de ruta, alteras las costumbres.
Y se aprende a vivir en el desapego.
Quizá la tristeza marque un nuevo surco en la frente, o cambie levemente el rictus de la boca.
Y hay que volver al centro de uno mismo, allá donde nada es tan grave, y solo importa...no, no,no lo voy a nombrar.
Lo sagrado no tiene límites ni puede ser definido con palabras o medios humanos.
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