martes, 18 de agosto de 2015

ORIGEN

Las montañas azules, el cielo amarillo, la transparencia de la tarde, la nitidez de los relieves, todo parecía un escenario. Y ese sentimiento repetido, otra vez más, de estar aquí como un espectador, perplejo ante la naturaleza del misterio, extasiado ante tanta belleza, asombrado de nuestra propia constitución, ignorante del origen, sorprendido en el cruce de caminos contrapuestos, exiliado del remoto lugar perpetuamente cercano y borrosamente recordado por mi corazón.

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