martes, 19 de abril de 2016

LUDOVICO

En el lienzo gigantesco del fondo, una luz mate era atravesada por ráfagas de oscuridad. Por delante se movían  seis músicos suspendidos en un espacio que se alargaba en sus sombras, dirigidos por un pianista que tocaba de espaldas a nosotros. Las notas rítmicas del piano se entremezclaban con el violín y el violonchelo. La percusión traía aromas orientales y las gaviotas chillaban cruzando la nada y cortando, en agudos, la belleza del sonido majestuoso del violín. Las olas sonaban en ese callejón de penumbra, y sin embargo, yo no veía el mar pero estaba inmerso en él.
A veces el sonido conducía al silencio y otras galopaba hacia una intensidad delirante en sus variaciones repetidas.
Y la luz mate se fue llenando de claves matemáticas y grafismos ilegibles que nos acercaban al secreto que llenaba el espacio: Todo es humo dibujando caricias en el aire oscuro, igual que viene se va, todo es caduco, todo renace y vuelve a extinguirse, nada es igual, el instante nunca se repite, la fórmula de ayer ya no sirve para mirar el presente. El humo es blanco en la noche oscura y negro en el día claro.
La luz fue originándose en forma de flor en ese espacio leve de penumbra. Iba creciendo planetaria, como alma universal en su inmensidad giratoria. Los pétalos translúcidos se abismaban en sombra vegetal, por encima de la cabeza de los músicos, y el sonido de la música ascendía hasta el corazón de la flor,  haciéndose circular y visible. El espacio se llenó de una fragancia incolora, densa, indescriptible.

Después caminé con Belén y Reyes, en silencio atravesamos un parque, y por un momento la realidad y el sueño no tenían frontera,  la música y la pintura eran una y la misma, el día y la noche,  el sonido del vuelo rasante de la gaviota llenaba de vibración el latido del corazón nocturno.
Una nota musical, una pincelada maestra, la clave poética más cercana al silencio integrador que a la palabrería interminable y sin sentido.

El humo, el vuelo del pájaro, la flor lumínica.

El gran silencio.

No sé si dormía o estaba despierto.

19 Abril, 2016.

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