sábado, 24 de mayo de 2014

Musas



Reyes hace unas fotos personales, y le sale natural, lleva dentro la belleza, es artista sin pretenderlo, sin intelectualísimos ni poses.
  Y cuando se pone a pintar, su pintura te saca la sonrisa, eso si que es difícil.
Todo en sus cuadros se mueve, es la danza natural de lo vivo, lo alegre, y yo aprendo, los viejos debemos aprender de nuestros jóvenes.
Yo aprendo de la juventud, pero  tengo veneración por los ancianos, los auténticos Maestros. Ellos están de vuelta, son elixir, sabiduría, experiencia. Desprendimiento. Están con un pie aquí y otro allá.
 Y por eso disfrutan de cada segundo, de cada don, de cada regalo de los días.
  Me gusta esta foto que me hizo mi hija, porque salgo del universo pictórico ¿ quien hizo esa pintura que está ahí al fondo? ¿Yo?  O fueron las musas, un don caído de ese otro mundo...  Solamente hay que estar en el espacio justo para recibirlo. Y la pintura deviene en realidad independiente, como un árbol, una piedra, un pájaro que cruza el cielo y lleva su canto a otras tierras...

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