miércoles, 27 de julio de 2016

GEORGE STEINER

El sabio ilumina, no tienes necesariamente que estar de acuerdo con él, pero el verdadero maestro siempre te remueve, te hace pensar, te obliga a interrogarte a ti mismo, y muchas veces encuentra las palabras exactas para explicar con precisión eso que en ti estaba en el terreno de la intuición o de lo inefable. Leo con gusto a George Steiner, sus libros siempre son magistrales, su crítica literaria o filosófica es siempre original; él es un verdadero desbrozador de caminos, sus palabras convierten los laberintos más intrincados en sendas despejadas y luminosas.
Su autobiografía " Errata", su ensayo " Nostalgia del Absoluto", o " Los Libros que nunca he escrito", por citar sólo unos pocos, son siempre obras maestras de un rigor y una profundidad excepcional.
En esta ocasión leo una entrevista que le hace Laure Adler, y que toma forma de libro: " Un largo sábado". Cuando habla el Maestro lo mejor es retirarse, aquí va un fragmento con toda su carga de confesión , humildad y sabiduría. No es un anciano académico pronunciando solemnidades, es un hombre que ha vivido a fondo y habla con libertad desde sus adentros:
         " Si soy lo que soy, eso se debe a que no he sido un creador. Es una tristeza muy profunda. Me gustaría decir que hay en eso una dimensión biográfica, en la gran tradición judaica que tan a menudo me toca traer a colación. Mi padre estaba convencido de que crear algo estaba bien pero era muy sospechoso. Ser profesor es la condición suprema. Además la palabra " rabbonim ( rabino) quiere decir profesor. Es una palabra puramente secular; nada sagrada. Ser un "rabbonim".
Pero me ha faltado esa inocencia del verdadero creador, esa convicción del valor del riesgo último.
La entrega debe ser total. Riesgo de vida, de muerte, de desgracia, de deudas, nada importa si uno debe vivir lo absoluto, donde no hay nada más, donde todas esas pequeñas virtudes burguesas dejan de existir.
¡Ah! pero no tuve el valor de volverme lo suficientemente loco como para consagrar mi vida a ese juego..."

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