Mira los ojos de un perro y verás tantas cosas. Los humanos somos fatuos y creídos. Nos imaginamos que somos el centro del mundo y de la naturaleza. Hay tanta ternura, paz y aceptación en esos ojos. Es difícil explicar lo que se siente cuando ellos se acercan buscando caricias o se tumban junto a ti en contacto, en silencio. O cuando pasean sueltos por el campo y vuelven y te miran para seguir río arriba, río abajo.
Y no quiero entrar en todo eso del alma humana y animal. Sólo podría decir que conozco tantas bestias humanas y tantos animales humanos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario