lunes, 26 de enero de 2015

PENUMBRA

 Los mensajes positivos, las recetas de los psicólogos, las pastillas milagrosas...Ah! que fantasía tan edulcorada.
Hay tanta hermosura en la vida pura, como dureza en la vida burocrática del vivir diario.
Cansa pelear con personas que, en el mejor de los casos, tienen otro código, o que sencillamente no lo tienen. Para ellos la pelea por la vida es el engaño, la trampa, la mentira.
Cómo combatir con esa canalla sin perder el código propio, sin resquebrajar las raíces que nos sostienen?
Y no debe uno protegerse en la torre de marfil, ni huir a la montaña, ni quedarse a la sombra del gran árbol.
Vivir nunca ha sido un asunto fácil, las aspirinas no curan nada.
Debemos mirar de frente siempre y decir la verdad sencilla.
Y vivir a la brava.
Y buscar la paz sin concesiones a la maldad.
He quemado todos los libros de recetas por falsos.

Hay que cruzar el umbral y adentrarse en la oscuridad.
Y no te cuento más porque no sé más.
Voy tanteando los bordes del camino en la penumbra.

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